ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

PRÓLOGO A LIBRO "HISTORIAS DE LA SALSA EN EL PERÚ", DE ELOY JÁUREGUI


Enviado por   •  20 de Junio de 2020  •  Apuntes  •  681 Palabras (3 Páginas)  •  222 Visitas

Página 1 de 3

 

Eloy bajo el volcán

Estamos siguiendo en vilo las columnas de Eloy Jáuregui sobre la pelea que viene dando contra el virus. Testimonio de periodismo y vida como sinónimos. Pasión llevada a sus últimas consecuencias. Porque ser testigo no siempre significa solo mirar. Estamos convencidos, compadre, que tienes al virus contra las cuerdas, listo para rematarlo.

Para Eloy, y al modo de su maestro Cabrera Infante, la palabra no es fuego sino juego, pero un juego muy serio. Las palabras como seres con vida propia, que la tienen. (“¡Chillen, putas!”: Ver el poema “Las palabras”, de Octavio Paz).

Forjador de un estilo que algunos han llamado “neo barroso”. También transita en la huella de El Corregidor.  Palabra acorde con el país heterogéneo que vivimos. Aquí, Eloy interviene para citar a su maestro Eco: Obra abierta. ¡Te queremos, Eloy!  

Vamos cronista, comienza.

Ublabadú.

(Esto no lo puse. Con una no común capacidad para estar/ver en muchos lados al mismo tiempo)

(Presentamos el prólogo que aportamos para el libro “Pa´ bravo yo. Historias de la salsa en el Perú”, de Eloy. Grupo Editorial Mesa Redonda, 2011)

                                                        GUARACHA

“Te agradezco las lecciones

Me han endurecido el alma…”

(Willie Colón)

I

Sentimiento tú. Incluso los que no lo han leído lo han leído. Es que lleva y trae ese saber de barrio que traduce el conocimiento en algo tan natural, divertido y espontáneo y no en esa materia gris de vanidad y tedio que encanta a los acumuladores de títulos oficiales. Eloy es como los ídolos mismos de la salsa. De la calle, y no es verso. Está hecho de las mismas fibras. (De repente hasta respira debajo del agua). Conoce bien a Carpentier, Cabrera Infante, Joyce y Lezama Lima. Como a Martínez Luján, Caviedes y Sofocleto. A los bravos de la salsa, de Hora Zero, de los huariques, del chuchumequeo y del bolero rocolero, por supuesto. O sea, letras y letrinas, como él mismo dice. Que de eso se trata. Que ser serio no significa ser solemne, ya lo dijo el papá de Pedro Navaja.

II

Una cámara ansiosa sigue a un niño que corre por los sucios callejones de Nueva York. Corazón que late en clave. El niño que se cruza con unos grafittis que anuncian a Fania All Stars y su pandilla de bravos: “Nuestra Cosa Latina”. Millones que se estremecen sin cansarse de mirar el mismo video. Sentimiento que jóvenes y viejos arropan en torno a la agrupación liderada por Johnny Pacheco.

Más allá de la valoración musical resulta indiscutible el vínculo emocional que logró forjar Fania. Y que perdura. A pesar de la espaciada continuidad de esta orquesta y de la partida de algunas de sus figuras emblemáticas. Miro una y otra vez al niño y descubro que es Eloy. Corriendo/ Escribiendo con el tumbao que tienen los guapos. Vuelvo y lo repito: El sólido vínculo sentimental. Eloy y la misma conexión de Fania. De Africa a Nueva York, pero pasando por Surquillo, su patria chica. Sin pretensión de erudito, aunque se hace. Como Hemingway que sabía mucho, pero mostraba poco.  Con una pequeña gran diferencia, Eloy baila. Incluso cuando escribe o habla, que en su caso es lo mismo.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb) pdf (92 Kb) docx (9 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com