La Espiritualidad En La Vejez
Enviado por piepa • 15 de Agosto de 2013 • 3.601 Palabras (15 Páginas) • 735 Visitas
CAPITULO I
LA ESPIRITUALIDAD EN LA VEJEZ
INTRODUCCIÓN
Envejecer sólo es la fortuna de poder vivir más tiempo. Envejecer no es decadencia, es solo un cambio de ritmo en la vida.
Vivir es un milagro que se inicia con la concepción, es un proceso de transformación permanente que se presenta en el transcurso de la vida, proceso bastante complejo y dinámico que culmina con la muerte, y solo cuando esta llegue tenemos que detenernos; hay que vivir todas las etapas de la vida y con mayor razón la ultima pues es la oportunidad de disfrutar lo vivido y gozar con lo que está a su alrededor. La vejez, ha dicho Juan Pablo II, es la coronación de los escalones de la vida. En ella se recogen los frutos de lo aprendido y de lo experimentado, de lo realizado y conseguido, de lo sufrido y soportado. Es la trayectoria de toda una vida en donde el tiempo, que ya les pertenece, su testimonio y su historia del pasado les permite, en parte, pensar en el futuro.
OBJETIVO GENERAL:
Analizar el papel de la espiritualidad en el envejecimiento.
OBJETIVO ESPECIFICO:
Identificar el papel que desempeña la espiritualidad en la adaptación al envejecimiento.
JUSTIFICACIÓN:
La vejez es el crisol de la virtud, la sabiduría de la vida, la fuente de la experiencia y el testimonio vivo de valores y virtudes vividas en plenitud. Y es que el adulto mayor ha sido parte fundamental de la sociedad por siglos, en algunas eran considerados como sabios debido a su experiencia, en otras eran los jefes de su tribu. Pero todo esto cambió a lo largo del tiempo, pero ahora es que se ve la problemática que sufren estas personas a causa del abandono por parte de sus familiares, quienes incluso los maltratan o esclavizan. Sus conocimientos profesionales o intelectuales no tienen por qué perderse. Todo lo que han adquirido, ha cambiado el mundo material mientras el espiritual ha quedado en buena parte idéntico. Siempre hay orgullosos y modestos, altruistas y egoístas, activos y perezosos. La experiencia de la Tercera Edad enseña una nueva actitud frente al concepto de tiempo.
CAPÍTULO II
MARCO TEORICO
El creciente envejecimiento de la población, asociado a una mayor esperanza de vida, hace pensar en la necesidad de reflexionar sobre la vejez y el envejecimiento, pues pareciera que los conocimientos previos no responden del todo a las formas de envejecer en la actualidad. Esto se relaciona con que aquellos conocimientos surgieron en tiempos en que la vejez abarcaba una pequeña porción de la vida que pocas personas alcanzaban, mientras que en el presente es un número considerable de personas el que llega a esta etapa, la cual, además, puede abarcar un tercio de la vida.
El envejecer es un proceso del desarrollo humano al que es necesario adaptarse, pues las distintas características de la etapa de la vejez suponen para el individuo desafíos, logros y frustraciones, posibilidades de conflicto y dificultades, entre los cuales se puede mencionar un debilitamiento físico progresivo, la pérdida de seres queridos, y la muerte. Y al igual que en cualquier otra etapa de la vida, en la vejez se apela a los recursos de que se dispone para hacer frente a las dificultades.
Uno de estos recursos personales es la espiritualidad. La concepción que las personas tienen acerca de lo sagrado, lo que hay más allá de la muerte, o las respuestas que se hayan dado a las preguntas de por qué y para qué de la vida, dan origen a muchas conductas, sentimientos, y pensamientos que pueden resultar de particular apoyo en la etapa final de la vida, a la vez que son los criterios centrales en la evaluación de la propia vida. De aquí la inquietud de que la espiritualidad puede influir tanto en el bienestar psicológico de los adultos mayores como en su proceso de adaptación al envejecimiento.
Dada la importancia que se da actualmente a temas relacionados con la calidad de vida, y a los aspectos positivos de las personas e instituciones, es que surge recientemente el estudio científico de la espiritualidad en distintos campos, incluyendo a la psicología.
Este trabajo se interesa entonces, en la espiritualidad en la adultez mayor, tomando a la espiritualidad tanto en su relación con el bienestar subjetivo, en el sentido de tratarse de valores y metas de las personas, como con el bienestar psicológico en su relación con los demás, crecimiento personal, y propósito en la vida.
Según Peterson y Seligman (2004), En su clasificación de fortalezas y virtudes humanas, consideran a la espiritualidad y la religiosidad como fortalezas del carácter.
Estos autores entienden espiritualidad y religiosidad como el conjunto de creencias y prácticas basadas en la convicción de que existe una dimensión trascendente, no física, de la vida. Se trata de creencias acerca de un propósito y significado último del universo y del propio lugar en él, por lo que las personas que tienen esta fortaleza tienen una noción acerca del significado último de la vida que orienta su conducta y les da seguridad. Estas creencias son persuasivas, abarcadoras, y estables, y brindan información acerca de las atribuciones que realizan las personas, los significados que construyen y las formas en que se interrelacionan con otros (Peterson y Seligman, 2004).
La espiritualidad es universal, todas las culturas tienen concepciones y representaciones referidas a una fuerza última, trascendente y sagrada, que orienta en los temas centrales de la vida, como el sentido y propósito de la vida, y ofrecen reglas y valores que guían las relaciones interpersonales (Peterson y Seligman, 2004).
La espiritualidad existe tanto fuera como dentro de contextos religiosos, y se adapta particularmente de acuerdo con la cultura en que se viva o experimente. En este sentido, la espiritualidad puede ser usada tanto constructiva como destructivamente, y su valor depende de la manera específica en que las personas buscan lo sagrado Al tomar los aspectos comunes de distintas posturas, es posible entender la espiritualidad como la búsqueda de lo sagrado. Así como la espiritualidad es la búsqueda de lo sagrado, la religión sería la búsqueda de significado en formas relacionadas con lo sagrado. Y el entender a la espiritualidad como búsqueda de lo sagrado implica entonces que ésta es un proceso, e incluye tanto los esfuerzos por descubrir lo sagrado, como los esfuerzos por conservarlo una vez que ha sido encontrado. De este modo, una persona podría ser descrita como espiritual en la medida que trata de encontrar, saber, experimentar, relacionarse con aquello que percibe
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