La importancia de Salud mental

La “salud mental” como un proceso en el que intervienen múltiples factores como el desarrollo neurológico, factores hereditarios, la educación, la familia, la realización personal y equilibrio entre las capacidades individuales y las demandas sociales (Cabezas, 2004 en Villalta, 2006). Es por ello que un adecuado equilibrio en estos factores contribuye a un estado completo de bienestar del individuo, propiciando la adecuada toma de decisiones, reconocimiento de sus habilidades, fortalezas y/o debilidades y su capacidad de hacer frente al estrés, etc.

En la promoción de la salud mental, es importante el estudio de los factores del medio que propician el aumento de enfermedad mental, reconocidos como factores de riesgo, Florenzano los define como “condiciones antecedentes ligadas a características sociodemográficas, comunitarias, familiares y personales asociadas a consecuencias dañinas a la salud”.

Florenzano (1998) señala que los factores de vulnerabilidad pueden clasificarse en 5 factores:

Factores sociodemográficos: sexo, edad, etnicidad, educación de los padres

Factores de características individuales: se refiere al nivel educativo, calificaciones o notas, religiosidad etc.

Factores de características familiares: grado de cohesión, flexibilidad, calidad de la comunicación.

Factores de características comunitarias: sistema educacional, relación de pares, los medios de comunicación.

Factores macroeconómicos: situación de empleo, nivel de ingreso etc.

Por otro lado, Donas (1998) hace una división de los factores de vulnerabilidad en dos tipos:

Factores de riesgo generales o de amplio espectro: se refiere a indicativos de probabilidad mayor de varios daños, como familia con vínculos pobres, violencia intrafamiliar, baja autoestima, deserción escolar, débil capacidad de resiliencia, baja interacción social, timidez, impulsividad etc.

Factores protectores generales o de amplio espectro: Familia con buena comunicación, alta capacidad de resiliencia, sentido de la vida, buena comunicación interpersonal, alto control interno, etc.

Es importante el estudio de los factores que contribuyen al bienestar retomando las   conductas individuales ya que estas no se pueden entender sin el contexto que relaciona al sujeto con su entorno social. Estas conductas se construyen en una racionalidad compartida con una comunidad específica (familia, amigos, escuela, vecinos, etc.) a la vez que individualizada en la historia personal y en los factores que influyen en la pérdida o mantenimiento de la salud mental del adolescente.

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