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Agenda de Espiritulidad


Enviado por   •  10 de Febrero de 2020  •  Monografías  •  3.462 Palabras (14 Páginas)  •  267 Visitas

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Introducción

En este trabajo sobre mi agenda y mi vida espiritual me propongo abordar aspectos vitales y de mucha importancia que me han ayudado a cumplir con el ministerio en forma eficiente y con un corazón lleno del gozo con la satisfacción que produce trabajar para el reino de Dios, nuestra su familia y los miembros de la iglesia que están bajo nuestra dirección. La obra pastoral es de vital importancia para el plan de Dios para ministrar el evangelio al mundo. Los verdaderos ministros son colaboradores del Señor en el cumplimiento de sus propósitos. 

Ante el hecho de que la obra pastoral abarca varios aspectos de la vida de la iglesia, se hace necesario entonces que el ministro tenga una agenda de trabajo que le permita atender la amplia gama de responsabilidades que implica su cargo, sin descuidar su espiritualidad, su comunión con Dios y su relación con su familia. Y es en este aspecto donde pudiera quedar atrapado, lo que impedirá que ocupe su puesto como portavoz de Dios a la gente. Jesucristo no solo es nuestro salvador, sino también nuestro ejemplo a seguir.

El mismo se auto proclamó como el buen pastor, que da su vida por las ovejas (Jn 10:11). Durante su ministerio terrenal este pastor tenía una agenda bien apretada, pero nunca descuido la comunión con su Padre. Es así como los evangelios lo presentan dedicando las primeras horas del día a los ejercicios espirituales. Jesús tomaba las primeras horas de la mañana para ir a lugares solitarios a orar. (Mar 1:35). Y no solo en la mañana, sino que también en medio del trajín del día también tomaba tiempo para orar (Mat 14:23). En su vida y ministerio, los evangelistas resaltan el equilibrio con el que Jesús elaboraba su agenda diaria con una espiritualidad digna de emular.

Siguiendo el ejemplo de Jesús, todo cristiano debería procurar tomar tiempo, no solo en la mañana para efectuar sus ejercicios espirituales que lo mantendrán en constante comunión con el Pastor de los pastores, porque ser espiritual es una cualidad esencial del líder cristiano. Orar es una disciplina importante para el ministro y para todo cristiano, así que el pastor que no ora es un perdedor porque en la oración hay poder que si no lo aprovecha caerá abatido ante las tentaciones del enemigo. Otro ejercicio importante que el pastor necesita para vivir una vida consagrada es alimentarse de la palabra de Dios y obedecerla, cada ministro debiera ser un hombre conocedor de la Biblia. El ideal es que el predicador estudia su Biblia con el propósito de alimentarse.

  1. Desarrollando una agenda de oración

Muchos hermanos nos hacen pedidos de oración, todos tenemos una memoria pobre, especialmente cuando se trata de recordar los pedidos de oración. Si no los pongo por escrito, a menudo los olvido tan pronto como el siguiente asunto urgente exija su atención. Si tomamos en serio la oración y la consideramos parte de nuestra espiritualidad, debemos mantener una libreta de notas. Esto nos ayudará a orar específica y fielmente. Revisemos con regularidad la agenda de oración. El revisar los pasados pedidos de oración y ver cómo Dios ha respondido nos será un gran incentivo para permanecer fiel en la oración. Aparte de su Biblia, la agenda de oración es el libro más importante que usted tiene.[1]

A menos que esté muy equivocado, una de las principales razones por las que muchos hijos de Dios no tienen una vida de oración significativa, no es tanto que no la quieran, sino que no la planean. Si uno quiere tomarse unas vacaciones de cuatro semanas, simplemente no se levanta un día por la mañana y le dice a la familia, “¡Escuchen, nos vamos hoy de vacaciones!” No tendría nada listo. No sabría a dónde ir. No tenemos nada planeado. Pero así es como muchos de nosotros tratamos a la oración. Nos levantamos día tras día y nos damos cuenta de que los momentos importantes de oración deberían formar parte de nuestra vida, pero nada está nunca listo.

No sabemos a dónde ir. Nada ha sido planeado. Ni el tiempo. Ni el lugar. Ni el procedimiento. Y todos sabemos que lo opuesto a planear no va a ser un flujo maravilloso de experiencias espontáneas y profundas de oración. Lo opuesto a planear es la rutina. Si no planeamos nuestras vacaciones probablemente nos quedaremos en casa mirando la televisión. Hay una carrera que correr y una batalla que pelear. Si quiero ver una renovación de mi vida de oración, tengo que planearla. Hemos caído en una rutina profunda inclusive la oración del Padre nuestro es nuestra salida inmediata ya que la utilizamos con regularidad. La película “Cuarto de Guerra” me puso en lo personal hacer un análisis sobre mi tiempo de oración. Me hice un sin numero de interrogantes respecto a los motivos de mis oraciones y si eran efectivos.

  1. El estudio de la Biblia

Si hay una disciplina importante que debe practicar todo cristiano para vivir una vida consagrada, es alimentarse de la palabra de Dios, obedecerla, estudiarla, escudriñarla y vivirla. Sin embargo, se hace necesario resaltar que el ministro o predicador no debe en estudiar la biblia con el único propósito de conseguir materiales para sus sermones, esta actitud podría constituirse en un verdadero problema.  Lo ideal es que el predicador estudie su Biblia con el propósito de alimentarse.  

“Todo ministro debe apartar tiempo para las devociones y el estudio de la Palabra de Dios aparte de la preparación del sermón. Esto es donde se alimenta nuestra alma. De ese tiempo de meditación y estudio viene la revelación”[2]. La dirección del Espíritu Santo en todas nuestras ejecutorias es primordial, sin su dirección seriamos como dice 1 corintios 13, ¡como metal que resuena o símbalo que retiñe!

  1. Momentos de Meditación

Los hombres de Dios, en el Antiguo y el Nuevo Testamento, tuvieron su momento de meditación, destacándose entre ellos David, quien escribió de su regocijo en meditar en Dios (Sal 63:6, 77:12 y 119:48).  De igual forma el cristiano de hoy debería diariamente tomar tiempo para para meditar en lo que Dios ha hecho por su vida, la marcha de su espiritualidad, y en cómo mejorar cada día. Meditar en el Señor es de beneficio para nuestra paz mental, para nuestro cuerpo físico y para nuestra espiritualidad.

 El tener esa comunión con Dios es transportarse de este plano terrenal a un plano espiritual indescriptible, es como salir de una realidad existencial y transportarte a una dimensión de Gloria donde la paz que sobrepasa todo entendimiento inunda todo nuestro ser. “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto” (Salmo 25:14). Las palabras “comunión íntima” son una sola palabra en hebreo y tienen la idea de algo dado en secreto. No son verdades que Dios revela a sus santos como un favor especial.

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