Lenguas De Contacto
Enviado por btotitas • 11 de Diciembre de 2014 • 2.462 Palabras (10 Páginas) • 305 Visitas
LAS LENGUAS DE CONTACTO
La convivencia de lenguas es un hecho cotidiano y universal que existe dese tiempos antiguos, desempeñando así un papel muy importante en la evolución lingüística.
En la actualidad y a partir de la constante movilización mundial muchas lenguas entre si están siendo escuchadas en espacios relativamente estrechos, por ejemplo lo que sucede en New York; esta ciudad es quizá la más cosmopolita del mundo, en torno a sus calles encontramos alrededor de 700 lenguas (según información de la BBC). Pero, ¿estas lenguas podrán ser consideradas lenguas de contacto? Por supuesto que si, todas ellas se interrelacionan, pero por supuesto siempre se da la preeminencia de una, (especialmente a partir del poder económico) en este caso el ingles.
El contacto entre lenguas es un fenómeno social y no individual, por lo que la sociedad in situ es un lugar propicio para analizar las interrelaciones lengua /sociedad y de manera especial aquellas que hacen referencia a las de grupos étnicos o sociales que comparten un mismo espacio sociopolítico y que tienen en la lengua una de sus señas de identidad. Esa coexistencia de lenguas y sociedades da lugar a fenómenos que afectan tanto los niveles lingüísticos de la “cultura dominante” como la de la “cultura dominada” aquellos pueden producir efectos superficiales como profundos. Esto se convierte en fuente de variación y de cambio, tanto en la dinámica de la lengua como en la propia sociedad o contexto.
Pero ¿En qué territorios se puede dar este fenómeno de contacto? Como sabemos el territorio se construye a través de lo económico, se denomina territorio cuando estas vinculado o formas parte de un eje productivo vinculante. Pero, en si lo que construye el territorio es la economía común; y es aquella economía la que fija la lengua. El mercado (el intercambio comercial) fija la lengua e influye en la cultura. Por ello un territorio de contacto será aquel donde fluctúan personas con diversas lenguas, la mayoría de veces en territorios donde se dan intercambios comerciales, como por ejemplo la Zofri de Iquique. Por lo tanto las lenguas de contacto son la articulación de varias lenguas que facilitan la comunicación de las personas.
A partir de ese contacto entre lenguas, y como ya lo hemos dicho líneas mas arriba, veremos ciertas posibilidades de interferencia, entre ellas tenemos:
- La posibilidad que una de ellas domine a la otra
- La posibilidad que se de incorporaciones de términos
- La posibilidad que desaparezca una de ellas
- La posibilidad de que las personas incorporen las dos lenguas sin detrimento de ninguna.
Todas estas posibilidades de interferencia tienen como laboratorio experimental el continente americano, donde las lenguas amerindias y la lengua española se encontraron, dando como resultado variantes que se mantienen hasta nuestros días; después de la llegada de los españoles a este continente ya nada fue lo mismo, no solo política, económica, sino también lingüísticamente.
Habiendo reconocido estas posibilidades de interferencia, podemos decir que las lenguas son como los seres vivos, se desarrollan, están expuestas a ser revitalizadas, sufren cambios y muchas otras mueren o se extinguen, y esta extinción se puede dar tanto por factores endógenos (a partir del no uso de la lengua) como exógenos (por supremacía de otra lengua). Ante esto, y siendo muy tajantes, podemos decir que son los gobiernos, los usuarios de la lengua, las fortalezas o los conflictos internos del grupo y su capacidad de poder interactuar equitativamente con otras lenguas, lo que permite la extinción o poca valoración de su lengua.
En el mundo y a lo largo de la historia muchas lenguas se han encontrado en esa situación de contacto con otras lenguas; por lo tanto aquel intercambio en si no debería ser una amenaza; la amenaza real está en cuan valorado se encuentra las lenguas que corren es “desventaja”.
Hoy en el mundo se hablan aproximadamente unas cinco mil lenguas, en aproximadamente doscientas macrodivisiones políticas donde esas lenguas se adquieren y usan como lenguas nativas y se reconocen como lenguas oficiales o nacionales, según sea el caso. De esas cinco mil lenguas, sólo unas doscientas son prestigiadas, lo cual representa un 0,04% . En ciento veinte de esas doscientas macrodivisiones políticas se tiene como lenguas oficial el ingles, el español, el árabe o el francés, que en total representan menos del 0,01% de las lenguas del mundo actual”.
A partir de estos datos podemos inferir que aquellas 4 lenguas tienen una gran relevancia (a lo menos social) a nivel mundial, pero ¿qué pasa con el 99,99% de las lenguas restantes? Por lo visto esta situación de encontrarnos con dos lenguas que coexistan en determinado espacio geográfico más que coexistir “pacíficamente” se ven involucradas en un “conflicto lingüístico”. La historia demuestra que cuando dos lenguas entran en “contacto” en cierto territorio, es siempre la de mayor poder económico, arraigo cultural y prestigio, la que tiende a ser dominante, provocando asi la sumisión o hasta negación de la otra. Por lo tanto, aquella última termina siendo utilizada para las actividades mas informales y de menor trascendencia. Para ejemplo de esta idea, podemos ver la situación de los curacas del antiguo imperio incaico, los cuales una vez llegados los españoles, para no perder sus privilegios decidieron, e un primer momento, adoptar la lengua foránea para situaciones administrativas o de mayor envergadura socioeconómica (por supuesto con los españoles), pero dejar la lengua quechua para el recojo de impuestos y sometimiento en el caso de los indígenas a su cargo.
En la actualidad, si bien la situación no es la misma, los intereses si. Ahora en diversas localidades o poblados de nuestra América hay una “lucha” entre lenguas nativas y el español; el supuesto “contacto” se está transformando en “dominio”. Muchas de aquellas lenguas nativas corren en desventaja ante este símbolo de prosperidad económica que es el español, haciendo de esta manera que muchos de los hablantes de nuestras tierras nieguen sus lenguas en público y nieguen también la posibilidad de heredársela a sus hijos.
En un informe a las Naciones Unidas, Ranka Bjeljak-Babic (2000) comenta que en el mundo mueren anualmente unas diez lenguas, lo cual es aterrador, y con razón considera que las lenguas que hoy se hablan en el mundo son un “patrimonio en peligro”
Este dato debería ser una llamada de atención tanto para los gobiernos como para los hablantes de aquellas lenguas en peligro. Sabemos que la lengua es cambiante, recibe
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