ALTERIDAD Y CONSENSO

ALTERIDAD Y CONSENSO

El término “alteridad” se aplica al descubrimiento que el “yo” hace del “otro”, lo que hace surgir una amplia gama de imágenes del otro, del “nosotros”, así como visiones múltiples del “yo”. Tales imágenes, más allá de las diferencias, coinciden todas en ser representaciones más o menos inventadas de personas antes insospechadas, radicalmente diferentes, que viven en mundos distintos dentro del mismo universo.

La alteridad como concepto filosófico, también se ve como el descubrimiento que el “yo” hace del “otro”. Una persona a través de la interacción con el otro puede conocer cosas del otro que antes no había conocido, de esta forma se crean imágenes e ideas sobre el otro que antes no se conocían.

Un ejemplo de Alteridad es el choque de culturas Europeas y Africanas, que son muy distintas en cuanto a sus costumbres, raza, lengua, religión y leyes, Toda vez que la alteridad consiste en respetar la dignidad de este choque cultural, sin transgredir sus derechos culturales uno sobre otro, sino que son alternados.

El consenso como formador de las sociedades, en oposición a los conflictualistas, se dirige a la decisión por consentimiento de los integrantes, no obstante, no implica un consentimiento activo de cada uno, sino más bien una aceptación en el sentido de no negación, sino al reconocimiento y asimilación de los miembros que conforman ese tipo de sociedad. En este tipo de modalidades de decisión encontró su fundamento la democracia en Grecia.

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