CUANDO LOS GUAYACANES FLORECIAN

CUANDO LOS GUAYACANES FLORECIAN

El tema del Presidente Alfaro, el liberalismo, los levantamientos populares en todo nuestro país, posee un marcado relieve en la memoria de nuestro pueblo, de diverso modo, ese tema ha sido abordado por historiadores, literatos, sociólogos y políticos nacionales y extranjeros.

Eloy Alfaro, es sin duda, el ecuatoriano más conocido, fuera de nuestras fronteras, varias de las capitales sudamericanas, tienen calles, avenidas, parques, con su nombre.

Además de ser un auténtico visionario, respecto de lo que Ecuador de su tiempo requería, para insertarse en la senda del progreso capitalista, fue él también un internacionalista: participó en luchas de liberación nacional de diversos pueblos de Centroamérica y del Caribe.

En nuestro país, ha sido reconocido como el ecuatoriano más importante de todos los tiempos, aunque, en la votación convocada por Ecuavisa, a Alfaro le pisaba los talones el corredor cuencano, Jefferson Pérez……………..

Cosas de la idiosincrasia de nuestro pueblo.

En la novela de Nelson Estupiñán Bass, se desarrolla una de las secuelas del alfarismo: el levantamiento popular, liderado por Carlos Concha en la provincia de Esmeraldas, después del asesinato del General de las derrotas, arrastrado en las calles de Quito y quemados más tarde los restos de lo que quedaba.

La ex provincia verde, ya en sus primeras páginas, es pintada como en los primeros días de la creación: bosques inmensos, ríos rugientes, mares bravos, aguaceros descomunales y en medio de esos fenómenos naturales, se levanta el pueblo indignado, rechazando el brutal asesinato.

¿Quién fue el beneficiario del crimen?

Recuerden la ley de las manos muertas.

La gente cuenta con su indignación, pero es analfabeta, ignorante, no conoce de ideologías, no entiende al liberalismo como ideario político, por lo mismo, organizar a las masas no es fácil, no puede serlo, pues, los prejuicios contra los serranos, contra la política, no permiten unirse, discutir los verdaderos temas: el enorme poder de la iglesia, la producción atrasada 10 mil años, la brutal explotación a que someten al pueblo, los mandamases de entonces.

Alfaro planeaba insertar al Ecuador, en el sistema capitalista, por eso, el ferrocarril, por eso el pool de oro, por eso el final abrupto de la deuda gordiana, por eso la educación masiva.

Pocos ecuatorianos lo entendieron, la “clase dirigente” no entendió nada, la iglesia que era la dueña de casi todo el país, creyó que Alfaro destruiría el estatus quo “religioso”.

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