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ALIMENTOS TRANSGENICOS


Enviado por   •  2 de Octubre de 2014  •  2.578 Palabras (11 Páginas)  •  222 Visitas

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ALIMENTOS TRANSGENICOS

Introducción

Los avances de la ingeniería genética, que inicialmente se utilizaron en la producción de sustancias de uso médico, como la insulina, han llegado también al campo de la alimentación. Mediante la tecnología de DNA recombinante se producen actualmente enzimas de uso alimentario y, en los últimos años, se han obtenido y comercializado nuevas variedades de vegetales modificados genéticamente con propiedades especiales. Las variedades vegetales con modificaciones de ingeniería genética representan ventajas importantes para los agricultores que las cultivan, al facilitar la lucha contra plagas de insectos o malas hierbas. Cuando se utilizan en alimentación, estos vegetales reciben comúnmente el nombre de “alimentos transgénicos”.

En el campo de la producción de alimentos, la tecnología del DNA recombinante se está utilizando para varias aplicaciones, y sus perspectivas de futuro, en el aspecto científico y tecnológico, son prometedoras. Esas aplicaciones, presentes y futuras, corresponden a distintos tipos:

Modificación de microorganismos

Las primeras aplicaciones de la tecnología del DNA recombinante en el campo de los alimentos han consistido en la obtención de proteínas en microorganismos, entre ellas la hormona de crecimiento bovina y la quimosina bovina.

La hormona de crecimiento bovina recombinante se administra a las vacas para aumentar su producción de leche. Sin embargo, dadas sus características, es más razonable considerarla como un producto de farmacia animal que como un material para uso por la industria alimentaria. Además su uso no está autorizado en la Unión Europea, aunque sí en Estados Unidos

La quimosina bovina recombinante, sin embargo, si que se puede considerar un aporte de la biotecnología a la industria alimentaria. La quimosina, componente fundamental del cuajo obtenido del estómago de terneros jóvenes, es el enzima clásico en la fabricación de quesos. La fuente de suministro tiene como inconvenientes la posible heterogeniedad en cuanto a calidad, la variabilidad en suministro y el precio, relativamente elevado. A partir de 1990 se dispuso de quimosina recombinante, obtenida en distintos microrganismos, bien levaduras o bien bacterias. Por el momento, los mejores resultados se han obtenido con Kluveromyces lactis, en el que se ha insertado el gen de la proquimosina B , y que segrega la proquimosina en el medio de cultivo. Otro microrganismo utilizado, en el que se ha insertado el gen de la proquimosina A bovina, Escherichia coli K-12, tiene el inconveniente de que acumula el enzima en el interior de cuerpos de inclusión, dentro de las células bacterianas. También se obtiene quimosina recombinante mediante cultivos de Aspergillus niger var. awamori en los que se ha insertado el gen de la proquimosina B bovina. Este moho secreta también el enzima al medio de cultivo.

Los detalles del proceso y el examen de la seguridad de los productos se pueden encontrar en la página de International Progamme on Chemical Safety

En Estados Unidos, más del 80% del queso se fabrica actualmente utilizando quimosina recombinante. En la Unión Europea los problemas burocráticos asociados a las normativas específicas de los quesos de calidad (debe considerarse a la quimosina recombinante un "cuajo animal", tal como exige su estructura y propiedades, o un "cuajo microbiano", atendiendo a su forma de obtención?) han frenado su difusión.

También se obtienen mediante microorganismos modificados genéticamente muchas otras enzimas de interés industrial, especialmente las destinados a la modificación de carbohidratos. La modificación de rutas metabólicas en microorganismos ha permitido aumentar la eficacia de la síntesis de ácidos orgánicos como el ácido láctico y el ácido cítrico. Algunos microorganismos de interés tecnológico, como las levaduras de panadería, o los microorganismos utilizados en la industria láctea, etc. han sido también modificados genéticamente especialmente para conseguir la sobreexpresión de determinadas enzimas.

Modificación de vegetales

La modificación genética de vegetales es una actividad que acompaña a la civilización humana desde la aparición de la agricultura. Muchos de los vegetales más importantes cultivados actualmente, como el trigo, no guardan casi ninguna semejanza con sus parientes salvajes. La novedad de la ingeniería genética moderna está simplemente en la potencia y precisión de las herramientas utilizadas para la creación de nuevas variedades, no en el hecho en sí.

En el año 2007 se cultivaron en el mundo más de 114 millones de hectáreas de vegetales transgénicos. Los más importantes son el maíz, soja, algodón y colza, pero también existen variedades comerciales de tomate, papaya, petunias o claveles. http://fundacion-antama.org/

En este momento, la obtención de vegetales transgénicos es el campo con mayores posibilidades de desarrollo, a partir de distintas aproximaciones.

Genes antisentido

El primer vegetal transgénico comercial, desarrollado por la empresa Calgene en 1994, fue el tomate Flavr Savr, resistente al ablandamiento al contener un gen antisentido de la poligalacturonasa. En este tomate, el gen antisentido produce la síntesis de un m-RNA complementario del m-RNA de la poligalacturonasa, que al unirse a él impide la síntesis del enzima.

El gen “Flavr Savr” se inserta en un plásmido de Agrobacterium tumefaciens, que lo transfiere a células de tomate en cultivo. A partir de estas células se genera la planta completa que se reproduce ya de la forma ordinaria.

Este tomate no ha tenido éxito comercial, pero la aproximación conceptual es válida para la modificación de otros vegetales. Los genes antisentido no inducen la expresión de una proteína nueva, sino que evitan la de una existente en el vegetal no transgénico. Por el mismo sistema podría evitarse o reducirse el pardeamiento enzimático, la producción de etileno, el lagrimeo inducido por la cebolla, u otras alteraciones producidas por enzimas.

Genes de resistencia a insectos

La resistencia a insectos está basada hasta ahora en los genes de las toxinas de Bacillus thuringiensis Las distintas subespecies y cepas de esta bacteria producen una serie de toxinas que se acumulan dentro de las esporas bacterianas como cristales en cuerpos de inclusión (de ahí su nombre de cry. El microorganismo Bacillus thuringiensis y su patogenicidad frente aciertos tipos de insectos se descubrió en 1911. Se utilizó como insecticida comercial desde 1938 en Francia y desde 1950 en Estados Unidos, y actualmente es uno de los insecticidas más importantes de la llamada

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