Aprendizaje En Equipo

RESUMEN CAPÍTULO 12

El aprendizaje en equipo

El aprendizaje en equipo es el proceso de alinear y desarrollar la capacidad de un equipo para crear resultados, que realmente desean sus miembros. Se basa en la disciplina de desarrollar una visión compartida. También se basa en el dominio personal, los equipos talentosos están constituidos por individuos talentosos.

El aprendizaje individual, en cierto nivel, es irrelevante para el aprendizaje organizacional. Los quipos existen para aprovechar el potencial de muchas mentes, para ser más inteligente que una sola mente. Pero hay poderosas fuerzas que trabajan dentro de las organizaciones que tienden a hacer que la inteligencia del equipo sea inferior y no superior a la inteligencia de los miembros individuales. Muchas de estas fuerzas están dentro del control directo de los miembros del equipo. Equipos pendientes de desarrollar "confianza operativa", donde cada miembro del equipo se mantiene consciente con otros miembros del mismo y se puede contar con ellos en el actuar, de manera que se complementan en el desarrollo de las acciones.

La disciplina del aprendizaje en equipo implica el dominio de las prácticas de diálogo y discusión. En el diálogo, está la exploración libre y creativa de asuntos complejos, sutiles y profundos, "Escuchar" el uno al otro y la suspensión de los propios puntos de vista. En la discusión, los diferentes puntos de vista son presentados y defendidos. Hay una búsqueda del mejor punto vista para apoyar las decisiones que deben ser hechas en este momento. El diálogo y la discusión son potencialmente complementarios, pero la mayoría de los equipos no tienen la capacidad de distinguir entre los dos y tienden a moverse conscientemente entre ellos.

El aprendizaje en equipo también implica aprender a lidiar creativamente con las poderosas fuerzas opuestas al diálogo productivo y la discusión en grupos de trabajo. El principal de ellos es "La rutina defensiva", no solo son formas habituales de interacción que protegen a los demás y a nosotros de la amenaza o la vergüenza, sino que también impiden el aprendizaje.

En el diálogo, un grupo explora cuestiones complejas y difíciles desde muchos puntos de vista. Las personas comunican sus suposiciones libremente. El resultado es una exploración libre que trae a la superficie la profundidad de la experiencia y el pensamiento de la gente, y puede ir más allá de su punto de vista.

En el diálogo, las personas se convierten en observadores de su propio pensamiento. A través del diálogo, las personas pueden ayudarse entre sí, para tomar conciencia de la incoherencia en los pensamientos de los demás. De esta manera, el pensamiento colectivo se vuelve más y más coherente.

La diferencia entre los grandes equipos y los equipos mediocres radica en la forma de afrontar a los conflictos y la actitud defensiva que invariablemente rodea el conflicto. Las rutinas defensivas forman una especie de cáscara protectora alrededor de nuestros supuestos más profundos. Estas rutinas nos defienden contra el dolor pero también nos impide conocer las causas del dolor. La fuente de las rutinas defensivas, no es la creencia en nuestras opiniones o el deseo de preservar las relaciones sociales, es el miedo de exponer el pensamiento que hay detrás de nuestros puntos de vista. Las rutinas defensivas son más eficaces, cuando se encubren los problemas subyacentes y menos eficaces cuando se enfrentan a estos problemas.

Al investigar efectivamente las causas de los problemas actuales, es decir, al indagar en tal forma que revele sus propias suposiciones y razonamientos, que sean abiertos a la influencia, y animar a otros a hacer lo mismo, las rutinas defensivas son menos propensas a entrar en juego. Lo que se requiere, como es lógico, es una visión de lo que realmente queremos, tanto en términos de resultados de

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