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Analisis del mio cid y la hija del aire

valentinahp2608Ensayo8 de Agosto de 2021

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El Mío Cid

 

El Cantar de Mío Cid trata el tema del honor, un valor de gran importancia para la gente de la época. La necesidad de recuperar la honra perdida es lo que da impulso a las hazañas acometidas por el héroe.

El poema se inicia con el destierro del Cid, primer motivo de deshonra, tras una acusación de robo. Este deshonor supone también el ser desposeído de sus heredades o posesiones en Vivar y privado de la patria potestad de su familia.

Tras conseguir la conquista de Valencia, gracias a su prudencia y astucia, el héroe consigue el perdón real y una nueva heredad, el señorío sobre Valencia. Para ratificar su nuevo estatus de señor de vasallos, se conciertan las bodas de sus hijas con linajes del mayor prestigio como son los infantes de Carrión.

El destino, sin embargo, es imprevisible y transforma este momento de felicidad en una nueva caída de la honra del Cid, debido al ultraje de los infantes a las hijas del Cid, que son vejadas, malheridas y abandonadas en el robledal de Corpes, hecho que supone según el derecho medieval el repudio de facto de estas por parte de los de Carrión.

Por ello el Cid alega la nulidad de los matrimonios en un juicio presidido por el rey, en el que los infantes de Carrión queden infamados públicamente y apartados de los privilegios que antes detentaban como miembros del séquito real. Por el contrario, las hijas del Cid conciertan matrimonios con reyes de España, llegando al máximo ascenso social.

 

 

 

La hija del aire

Es una pieza de base mitológica. Relata la historia de Semíramis, la reina de Asiria y fundadora de Babilonia, mujer seductora y guerrera, nacida bajo el signo de la violencia (su padre había violado a su madre, ésta lo había ejecutado y a su vez había muerto durante el parto). Semíramis, es acusada por el rey de Lidia de usurpar el poder que debía ser ejercido por Ninias (hijo de Semíramis y de Nino). Tras la acusación el rey de Lidia y Semíramis se declaran la guerra. El pueblo reclama el poder para Ninias y Semíramis renuncia, hace terribles amenazas al reino, y reaparece disfrazada de Ninias aprovechando el gran parecido que tiene con él.

La peripecia entera del texto gira en torno a ese legendario e imponente personaje, una mujer seductora, astuta y guerrera que transcurre toda su existencia bajo el signo de la violencia, desde su nacimiento sangriento en el que muere su madre, que había sido violada por su padre al que está después ejecutó, hasta su muerte producida en medio de una cruenta batalla con una flecha perdida lanzada por la diosa Diana.

Con este personaje tan rico y poderoso Calderón construye un largo y complejo relato en el que con sus diferentes etapas y la relación con el poder de Semíramis en cada una de ellas encadena una sucesión de metáforas sobre el ejercicio del gobierno. El destierro, la prisión, el acaparamiento, la manipulación, la usurpación y la defensa bélica son algunas de las caras que adquiere esa relación siempre enfermiza con el poder. A través de ese personaje y su peripecia, rodeada de la corte siria que le acompaña, Calderón reflexiona sobre los excesos que cometen los gobernantes cuando los intereses o impulsos personales prevalecen ante el bien general, y sobre la legitimidad de diferentes modelos de gobierno que van desde la tiranía personalista al populismo reaccionario.

El dramaturgo, cuyo vínculo con esta temática del gobernante y su responsabilidad viene de dramas anteriores como La cisma de Inglaterra, La vida es sueño o El alcalde de Zalamea, mantiene en La hija del aire esa mirada haciéndola más compleja al introducir un elemento de dualidad o confusión, una madre y su hijo, reyes ambos del mismo país, que se parecen tanto que pueden ser confundidos a pesar de representar posiciones completamente diferentes en el ejercicio del poder, confundiendo a sus asesores, a los generales, a los ciudadanos, y por supuesto, durante la representación, hasta a los mismos espectadores. Al final de la obra Chato, el gracioso visionario, comenta que es tan malo el uno con el otro, y que los peligros del gobierno son similares en quien desoye al pueblo que en quien lo escucha demasiado, desde la debilidad, y trata de agradar a todos de manera arbitraria.

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