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Mi nombre, es Early. Si, ya se! Se han de preguntar, que clase de nombre es ese. Bueno les explico.

4 de Septiembre de 1982, esa noche fue cuando mi madre entró al hospital por dolores de parto. No era un hospital de lujo, era más bien un hospital común y corriente, bueno, mas corriente que común, era uno del IMSS, así que cuando llega la doctora, como es de esperar, solo vió su expendiente, soltó una risita y dijo: - Margarita, te falta un mes mas, tu bebé es para Octubre. Afuera hay madres que sí necesitan ser atendidas.

Osea, típico del IMSS, que razón tiene sus siglas: Importa Madre Su  Salud.

Mi madre no dejó el hospital, no soportaba más los dolores, hablaba con un doctor, con otro, hasta que un doctor se apiado de ella, la reviso como debe de ser: - Si, en efecto, en unos momentos más dará luz a su bebé.

Oh, esa luz tan brillante, hace tanto frío, donde estoy? Que es esta sensación tan extraña? – Me pregunto llorando. Minutos despues empiezo a sentir un calor que me abraza, un olor tan bonito, hey, es vel Rosita o lo que haya sido con lo que lavaron mi ropita nueva. Escucho un sonido, yo lo reconozco, es mi mami!! Me carga apretandome junto a su pecho, siento su pielecita tibia y.. un momento, que son estas cosas que están tan suavecitas.. mmh… la cena.

Bueno creo yo que así fue, siempre es así en las peliculas.

Y por esa razón fue que me llamaron Early, por haber llegado temprano. Cada que me preguntan el porque de mi nombre, yo les doy la respuesta mas corta, sencilla y lógica posible:- Porque así me llamo y se chingó!!!

Como verán, la paciencia y ser delicada en lo que digo no es una de mis virtudes. Claro, soy Virgo! Porque? Porque? Sí yo tenia que ser Libra. Tener un equilibro en mi vida. Pero no, resulta que soy perfeccionista, etica, ordenada, integra, meticulosa, estructurada, exigente, moralista, enojona.  

Ironicamente, analize todas las caracteristicas de una mujer Virgo; leí mas de 10 libros, busque en internet toda la semana y llegue a la conclusion de que así soy palabra tras palabra. Hay veces en que yo misma me caigo gorda. Y aunque yo quiera cambiar mi manera de ser, se que es imposible porque estoy regida bajo ese signo, solo puedo controlar ciertas caracteristicas.

Y aún así, he tratado de cambiar mi manera de ser, fui a un grupo de ayuda, (criticones anónimos) pero solo me ayudo a seguir criticando; criticaba a la ponente su voz nasal, al de junto por su olor a perfume barato, el sabor del café, -oh no, no hay Splenda- (obvio me lo guardaba para mi no lo decía a nadie más) era un criticar sin parar.

Intente terapia de hipnosis y mientras estaba en la terapia solo pensaba en que si realmente me va a funcionar ya que no vi muchos diplomas ni reconocimientos de la Psicologa colgados en la pared. – Será realmente buena o solo el precio es bueno para ella?

Es mucho pedir un mundo perfecto?! Donde haya justicia, limpieza, educación, respeto.

Empeze a llenarme de pensamientos negativos, asi que recurrí a la audioterapia. Y mientras escuchaba la música positiva leía los comentarios para ver si realmente me iba a funcionar. Así que no me concentraba y no funcionaba.

Analizando mi vida desde mi infancia, llegue a la conclusion de que este conflicto de intereses que tengo conmigo misma se debe a como fui criada, obviamente. En el fondo de mi misma ya sabía que esa era la razon.

Recuerdo cuando tenia 5 años de edad, estaba en una las reuniones de los Testigos de Jehová  al frente en la plataforma y yo estaba sentada en sus piernas leyendo un texto biblico a alguien mas haciendo una demostración de como hacer un discurso de la biblia. Al bajar de la plataforma, todos empezaron a aplaudir. Al termino de esa reunion todos se fueron encima de mi, felicitando a  mi mama y a mi papa. Diciendo comentarios como:

-Que hija tan ejemplar! – Es un ejemplo para los demas niños! – Ustedes deben estar tan orgullosos! Etc..

Si, claro que a los papas les gusta que hablen asi de sus hijos, especialmente haciendo cosas que son de adultos. Pero una niña de 5 años no terminaba de entender muchas cosas de Jehova, como por ejemplo:

-Si Dios es amor, porque permite que mi mama me regañe y se enoje conmigo.

-Si Dios quiere nuestra felicidad, porque no me dejan ir a los cumpleaños, celebrar Día del niño, navidad, año Nuevo.

-Porque no saludar a la bandera. Porque no puedo salir bailando en el festival de primavera.

Vivir con eso te convierte en una niña rara. Especialmente en la escuela.

Las amistades que he tenido… me sobran dedos para contarlos. Desde el kinder, el primer día de clases, recuerdo estar jugando en el patio a la hora del recreo con  mis compañeras al teatrito, y a mi me toco ser la victima que jamas volveria a ver sus padres y a Cinthia la afortunada millonaria que vivía en una mansion con chachas y todo el show. –Porque?  No es justo- dije yo con tono muy molesto.  –Porque yo soy la mas bonita- contestó en un tono soberbio. Ah si, y que le empiezo a sacar sus trapitos al sol:

-La mas bonita? Y porque tienes un ojo mas grande que otro? O tienes el parpado caído? Porque tus rodillas y codos estan prietos y rasposos? Tienes las patas zambas y te hechas pedos todo el tiempo mientras te picas la nariz –, y eso fue solo una pequeña lista de detalles que observe desde que llego ese día.

No dijo nada en su defensa, solo se fue llorando y yo me quede con el papel de la afortunada niña millonaria que vivía en una mansión con chachas y todo el show. Se hizo justicia.

En la primaria, tercero y cuarto, tipico enviar la cartita a tu BFF de ese mes. Recuerdo haber tenido mas amigas en ese tiempo. Una de ellas me escribió: -Te quiero mucho y me gusta que seas honesta, pero a veces te pasas y eres muy enojona. Auch, very auch. Me llegó. Realmente soy enojona? –Me pregunte con cara de desilucionada de mi misma. Nadie me lo había dicho antes. Todos los seres humanos siempre estamos en la imparable busca de aceptación. Y yo, con mi manera de ser, deje de aceptarme tal cual soy y empece a escuchar a un juez interno todo el tiempo.

Que si lo que hago, es correcto en la escuela, pero para Jehová no. Que si mi tarea quedo correcta, sino para volverla a checar o rehacerla para que sea la mejor. Y si no era la mejor me enojaba conmigo misma.

Mami, tu crees que soy enojona? -Le pregunte a mi madre.

Por supuesto que no, todos tienen maneras diferentes de ser, la tuya es, diferente. –contestó.

No ayudo de nada.

En sexto, estaba de moda el “cortala”,  o la ley de hielo como gusten; cada vez que decias algo y a alguien del grupito de amigas no le parecía te aplicaban el “cortala”, juntando los dedos indices de las manos y la otra persona pasando su dedo indice enmedio de los dedos, como cortando los dedos. Y cuando tu no querias cortarla ellas juntaban sus dedos indices y la cortaban en tu hombro

Nunca me pareció bien eso, asi que les dije que todos somos libres de expresar lo que queramos, y la cortaron conmigo.

Se siente gacho, claro. Pero a mi me fue valiendo madre y mis calificaciones subieron como la espuma. Ya que nadie me hablaba, mientras todas salian al recreo, yo me quedaba estudiando para el examen entrando del break,  adelantando tareas de la semana, ayudando a mi maestra a organizar el librero o limpiando. El punto es tener puntos extras para ser la mejor. Y si, llegue a ser el primer lugar de aprovechamiento de mi salon, y me gane una beca para estudiar la secundaria en el Colegio Oxford. Magicamente todas quisieron volver a hablarme. Claro que era solo conveniencia, querian que les ayudara a sacar una beca como la mia, y mi respuesta fue, fuck off bitches. Naa, fue broma, les dije que la beca no hubiera sido possible sin ellas, ya que si no me hubieran dejado de hablar, yo seguiria perdiendo el tiempo con ellas sin saber que pude haber explotado mi IQ.

Claro que a mis doce años no me gustaban los niños todavia, pero si diferenciaba quien era guapo y quien era fe, en mi salon había un niño al que yo le gustaba. Se llamaba Lazaro, Lazaro Delgado. De Delgado no tenia nada, olía feo, tenia dientes mazudos, cachetón, pelo de cepillo, cabezón. Le decían cabeza Olmeca, imaginatelo!

Para variar, el era mi vecino. Vivía a dos cuadras de mi casa, yo me iba a la escuela caminando esas infinitas 10 cuadras y el se iba en su bicicleta.

Siempre me molestaba a la hora del recreo, en el salon, me jalaba la mochila, etc. Hasta que un día soleado con cuarenta grados de temperatura me alcanza en su bicicleta y me pregunto muy feliz: Quieres que lleve tu mochila y te la dejo a una cuadra antes de tu casa para que no te canses? A lo que yo lo miro con extrañeza y le respondí que si.

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