Alpueblo Nunca Le Toca

Esta historia transcurre en Bogotá, 1917 cuando Bogotá, era una provincia pequeña, y aquí aparece nuestro personaje Casiano Pardo, un negociante de finca raíz, un hombre provinciano, sencillo, enamorado, oriundo de Choachi, un político empedernido, que contó con tan buena suerte que se desposo con la viuda de Nicanor Saldarriaga, quien amaso una buena fortuna dejando fabricas, almacenes, fincas, varias casas, algunas acciones. Casiano acaba de ser admitido como socio en el Jockey club. Y mientras recorre las instalaciones del Club, corre con tan mala suerte que se encuentra con el típico señorito bogotano, el Marques, el señor PEDRO FELIPE DE LA SANTISIMA TRINIDAD ESPELETA BORBON. Personaje extravagante, relamido y fanfarrón, de linajes y procedencia dudosa, quien halagaba a todo el mundo para caer bien y poder realizar sus fechorías, porque era de verdad un holgazán y un bueno para nada. Un vividor que se aprovecho de la inocencia de Casiano para envolverlo, confundirlo y robarle toda la fortuna que había alcanzado, fue tanta su habilidad que con otros personajes llamados ¨chamizo¨Umaña, ¨Curubo¨Samper, el ¨Zagalón¨Rocha tres de los más conspicuos y conocidos socios, todos miembros de la nobleza criolla, quienes eran buenos amigos entre sí y bebían juntos diariamente. Los tres embaucaron a Casiano convenciéndolo que pronto recibiría un fortuna proveniente de una herencia que estaba en trámite y que su abogado le exigía mucho dinero para sacarla por fin de los tribunales, logro convencer a Casiano para que los llevara a su casa donde hacían y comían de todo tan seguido que poco a poco fue vendiendo todas sus propiedades para pagar también las deudas de juego que el Marques y los amigos le hacían apostar y perder, hasta se aprovecharon de su esposa Susana, convirtiéndola en su amante y logrando que Ella, les escriturara varias propiedades con documentos falsos cheques sin fondos y otros mecanismos hasta el chantaje pues ella se convirtió en la amante de cada uno de ellos. Así, fueron perdiendo todo lo que tenían y el Marques y sus compinches cada uno se hizo de una propiedad. Y Casiano termino separándose de su esposa a quien le tildo de prostituta porque pese a que ella no creía el si se dio cuenta de sus constantes engaños salió de la casa de Susana solo con su maleta y en su memoria los recuerdos de las inolvidables noches del Jockey, y volvió a refugiarse en la pensión Olmos. Al día siguiente retomo su rutina y acudió al café Asturias, nuevo escenario de sus encuentros con Baltazar Riveros, su amigo y a la vez enemigo político pero indudablemente los unía indisolublemente su apasionada afición por la política. Las próximas contiendas electorales le darán a este par de amigos de que hablar y actuar por mucho más tiempo.

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