A PRUEBA DE FUEGO

Caleb Holt, es un consumado bombero de Albany, Georgia. En parte, su vida no puede ser mejor, ya que tiene un fabuloso puesto como jefe de su división, así como la pasión que muestra por su dedicación a lo que mejor sabe hacer: salvar vidas. Su lema es: “no abandones a tu compañero”.

Sin embargo, a pesar de sus logros en el campo laboral, su matrimonio con Catherine Holt está a punto de derrumbarse.

Pero lo que no sabe Caleb, es que su actitud egoísta y machista, así como creer que el problema está en la falta de respeto de su mujer, es lo que realmente está perjudicando su relación con su esposa.

Además, la presión que sienten en sus respectivos trabajos, las finanzas y los quehaceres domésticos, son los factores determinantes para destruir lo que queda de matrimonio entre ambos. Por lo que Catherine terminará por pedirle el divorcio.

Sin esperanza y sin ánimo de revivir un amor extinguido, Caleb llama a su padre John y le cuenta lo sucedido.

La sabiduría paterna de John, empezará a guiar a su hijo Caleb a un desafío que él mismo llama “El reto del amor en 40 días”. Y le aconseja que si se sigue el desafío a cabalidad, será lo único que permitirá salvar su matrimonio.

Confundido e incrédulo, Caleb termina por aceptar el reto, no sin antes expresar que ya no siente amor por su esposa.

Por otro lado, el fuerte resentimiento de Catherine le empujará a fijarse en otro hombre que la trata de una manera diferente y llena de atenciones.

Guiándose a través de un libro que le envió su padre, Holt empieza a desarrollar toda la atención que antes no tenía con su esposa: como limpiar la casa, una cena romántica, flores, etc. Pero a pesar de ello, sólo recibe el rechazo de su mujer.

A pesar de los aparentes fracasos y con la tentación de abandonar en varias ocasiones, el fogoso Caleb sólo recibe el aliento de su padre y de su mejor amigo Michael (Ken Bevel), para continuar hasta que se terminen los 40 días del reto.

Siendo considerado un héroe por haber salvado varias vidas de una muerte segura, Holt todavía no consigue que su esposa vuelva a sentir amor por él.

Sin embargo, se entera de que un médico que le atendió, es el pretendiente de su esposa. Aún así, se coloca el anillo y le demuestra que va a luchar por su mujer.

Pero Catherine no le pone las cosas fáciles, y le entrega los papeles definitivos para el divorcio.

Desesperado, Caleb vuelve a pedirle ayuda a su padre, y éste le aconseja que por medio de la fe, es como definitivamente podrá salvar su matrimonio.

Y en efecto, con paciencia y perseverancia, su esposa se da cuenta de que el amor de Caleb por ella es genuino, por lo que desistirá en continuar con el proceso del divorcio

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