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Orígenes de la organización de la mano de obra en la época colonial


Enviado por   •  14 de Junio de 2018  •  Ensayos  •  2.274 Palabras (10 Páginas)  •  695 Visitas

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Orígenes de la organización de la mano de obra en la época colonial.

La llegada de los europeos al continente americano se dio acompañada de una serie de profundos cambios económicos, que establecerían los primeros vestigios del capitalismo comercial y que iniciarían con el asentamiento de los mismos en el nuevo mundo. Desde un primer momento, depositaron especial interés en la gran variedad de recursos que América les ofrecía, lo cual incrementaba sus ansias de seguir manteniendo contacto e inclusive apoderarse de este nuevo espacio.

El incipiente comercio y la acumulación de metales preciosos se vieron acompañados por una nueva forma de organización del trabajo. La población nativa debía pagar tributos, trabajar en las minas y en la producción agrícola, a cambio de alimento, vestimenta o educación religiosa lo cual también da cuenta del desarrollo de una especie de remuneración. Sin embargo, durante el siglo XVI y tras el drástico descenso de población nativa como resultado de los malos tratos, las enfermedades transmitidas por los europeos y las guerras de conquista, así como también la creciente producción azucarera, presentaron la necesidad de incorporar mayor cantidad de mano de obra; tuvo lugar así el tráfico y comercio de esclavos de origen africano.

Resulta importante resaltar el hecho de que no se trató de grupos homogéneos, si no que tanto en el caso nativo como en el africano, había una serie de distinciones al interior de los mismos. Por ejemplo, en el caso hispanoamericano, había indios de encomienda y naborías (criados domésticos), entre otros subgrupos de individuos que compartían una serie de características socioeconómicas determinadas.

En este sentido, el presente trabajo tiene como objetivo el desarrollo de las principales características de la organización de la mano obra en la época colonial, teniendo en cuenta quiénes la comprendían, distintos subgrupos, cómo era obtenida, cómo y dónde trabajaba, las clausulas mediante las cuales lo hacía, entre otros factores.

Protagonistas de la producción: ¿Quiénes comprendían la mano de obra?

Durante la época colonial, las sociedades nativas de América, se vieron sujetas a una serie de profundos cambios sociales, políticos y económicos, que dejaron atrás su vieja estructura organizativa. No se trató de un proceso sumamente brusco, ya que hubo ciertas concepciones y hábitos indígenas que no fueron sencillos de desplazar, y requirieron de un accionar más paulatino. Sin embargo, y especialmente en el caso de las colonias de España y Portugal (no incluyo Inglaterra), la creciente ambición europea y las guerras de conquista, rápidamente proporcionaron una progresiva cantidad de mano de obra de origen nativo, que estaría destinada a trabajar en las minas, la agricultura, la producción textil, etc.

Agotada la primera fase de la reducción a esclavitud de los indianos, entre los siglos XVI y XVII, África fue esencialmente la que sirvió de proveedora de mano de obra, sobre todo para los espacios en los que la población aborigen había desaparecido rápidamente o en los que había resistido tenazmente a la penetración ibérica (por ejemplo, Venezuela).

“… Es que toda una parte de los esclavos que entraron en el Caribe inglés, holandés y francés eran explotados cada vez hacia la América ibérica, a las cifras de esclavos llegados a América será necesario añadir las de los esclavos nacidos allí. En suma, se trata de un conjunto importante de hombres, que en algunos países (Brasil, Cuba, Santo Domingo...) o regiones (Cartagena, en Colombia; Guayaquil, en Ecuador...) alcanzó niveles porcentuales bastante altos en relación con la población total. Esta población esclava no constituye un todo homogéneo: existe un abismo entre la condición del esclavo doméstico al servicio en la casa de su amo —un noble de Lima— y otro esclavo que trabaja en una hacienda cañera propiedad del mismo noble. …”  (ROMANO, RUGGIERO-CARMAGNANI, MARCELLO; 2005; pp 6)

Una situación similar ocurría respecto a los indios, es decir, no todos realizaban el mismo tipo de trabajo, por ejemplo, yanaconas (se desenvolvieron en condición de servidumbre, fuertemente fijados a la unidad productiva, dentro del cual recibían tierras y practicaban régimen de economía campesina) y naboríes (criados domesticos), compartían una condición similar, ambos estaban desligados de sus comunidades y dependían de un señor, además debían brindar prestación laboral, sin embargo no realizaban las mismas actividades que aquellos que trabajaban en las minas, ni lo hacían en las mismas condiciones.

Por último, un aspecto muy particular de la época se observa en la práctica de compraventa, que incluía no sólo del suelo, los edificios, los animales y de los utensilios de una propiedad sino también de sus trabajadores. Es decir, los indios que se encontraban empadronados en esas tierras.

El trabajo:

La encomienda fue un sistema compulsivo para extraer fuerza-trabajo de la comunidad aborigen, en forma directa (prestación de servicios) o en forma de tributo en productos (mantas de lana, maíz, hojas de coca, etc.), o también en dinero, y que eran debidos, entregados al “encomendero”. Respecto a esto:

“… Es difícil establecer la diferencia entre los días de trabajos dedicados directamente al encomendero y los necesarios para obtener los bienes (telas, grano, maíz...) o el dinero que se debe dar al encomendero. Cierto, en este último caso, se puede decir que el hecho de ir al mercado para vender los productos con el fin de conseguir dinero que se hade entregar al encomendero significa la “integración” del indio al mercado, la monetización del mundo indiano y tantas otras cosas más (hasta las primicias del capitalismo...). Todo esto es por lo menos fuertemente discutible, pues se olvida de esta manera que el indio, además del tiempo que ha de consagrar a la producción, debe dedicar tiempo suplementario para ir al mercado a vender sus pocas cosas y conseguir el dinero para el encomendero: así, al esfuerzo (y al tiempo) de la producción propiamente dicha se añade el esfuerzo (y el tiempo) de la comercialización…” (ROMANO, RUGGIERO-CARMAGNANI, MARCELLO; 2005; pp 3).

Sin embargo la encomienda no fue la forma exclusiva para obtener mano de obra, sino que también se podía tener acceso a la misma a través de lo que Romano y Carmagnani definen como “otras formas de trabajo compulsivo”, dentro de las cuales y en primer lugar se ubica el repartimiento. Es importante aclarar que el concepto de “trabajo compulsivo” alude al hecho de que el repartimiento no es otra cosa que un sistema de trabajo racionado, rotativo, supuestamente de interés público, o para utilidad pública fundado sobre la obligación. No se puede aplicar la definición de trabajo libre, porque un mercado “libre” del trabajo presupone precisamente, la libertad de entrar en el mercado, pero también la libertad de salir de él.

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