Anorexia nerviosa

3.1 Anorexia nerviosa

La característica principal de la anorexia nerviosa es una pérdida de masa corporal

inducida y sostenida por el propio individuo, producto del rechazo a mantener un peso por

encima del valor mínimo establecido como normal en relación con su edad, estatura y

necesidades vitales. Existe un deseo irrefrenable de perder peso asociado a una insatisfacción

y distorsión de la imagen corporal. El individuo considera que su cuerpo en su conjunto y

determinadas partes en concreto son voluminosas y amenazantes, hecho que le genera altos

niveles de ansiedad. De esta manera, el miedo a la gordura y a subir de peso se hace fóbico y

aumenta a medida que desciende el peso real. Este miedo pasa a ocupar la totalidad de sus

pensamientos y todas sus preocupaciones giran en torno a él, afectando también al resto de

facetas de su vida.

Como consecuencia del exhaustivo control de la ingesta, la cual está limitada a unos

pocos alimentos, los individuos afectados por anorexia nerviosa logran alcanzar un peso

considerablemente inferior al que tenían. Sin embargo, la notable pérdida de peso no impide

el hecho de que sigan reduciendo la cantidad de calorías que ingieren, sino que lo motiva.

Al contrario de lo que comúnmente se cree, la anorexia nerviosa no hace referencia a

la falta de apetito, pues las personas que la padecen se comportan como un “organismo

hambriento” (Bruch, 1973, citada en Belloch, Sandín y Ramos, 2008). Aunque tengan

hambre, el temor a dejarse llevar es tal que en lugar de comer prefieren mitigar sus efectos

bebiendo mucha agua. Además de la exhaustiva restricción de la dieta, utilizan otros métodos

dirigidos a perder peso como provocarse el vómito y tomar laxantes y/o diuréticos, todo ello

complementado con una práctica de actividad física compulsiva.

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