Adopción Homoparental

¿Por qué incluir a terceros?

En el presente trabajo, se mostrará una posición en contra de la adopción homoparental tomando como base el transcurso de la vida que llevaría un niño en estas condiciones, y los diferentes obstáculos que podrían hacer de su vida algo desagradable. Para esto, se darán a conocer diferentes aspectos desfavorables de este tipo de adopciones, y se procederá a ejemplificarlos con testimonios y casos; para finalmente poder observar las desventajas de la problemática.

Cuando una pareja de cualquier tipo decide adoptar, se supone que el nuevo integrante de la familia, deberá obligatoriamente adaptarse al estilo de vida de sus padres, y continuar su crecimiento normalmente. El problema inicia en el momento que este individuo se pregunte: ¿de dónde vengo? O ¿por qué mi verdadera madre me dio en adopción? Estas incógnitas las llevarán con ellos de por vida, y es remota la posibilidad de que puedan resolverlas en algún momento.

Ahora, en el caso de una pareja homosexual; se añaden más interrogantes a la vida de los niños adoptados: ¿por qué fui dado a una familia a la que le falta un padre o una madre? Según la escritora e investigadora estadounidense Dale O'Leary en la entrevista concedida a la agencia ZENIT, “Los niños podrán llegar a sentir que hay algo equivocado en su deseo natural de tener un padre del sexo opuesto.” (10 noviembre 2004). Su deseo natural es entonces el tener una familia en la que haya participación tanto de un padre como de una madre, pero en una pareja homosexual, la ausencia de uno de estos componentes puede marcar considerablemente la personalidad de los niños.

Por otro lado, lo que se busca al dar en adopción un niño, es que éste se encuentre en un nuevo hogar y en una situación más estable; pero lastimosamente, no siempre estas relaciones homosexuales son lo suficientemente estables y duraderas. En estos casos, tendríamos otro trauma más para los hijos adoptivos: la separación de sus dos padres o madres. Poco a poco se irán llenando de dudas y pensamientos que afectarán su conducta natural como niños, adolescentes y tal vez hasta como adultos.

Sin embargo, hay quienes erradamente piensan que la atracción sexual de los hijos se verá reflejada de igual manera que la de los padres; estudios que muestran lo contrario:

Los hijos de padres y madres gays y lesbianas no tienen mayor tendencia a ser homosexuales que los hijos de padres heterosexuales. Algunos padres gays y madres lesbianas educan a sus hijos a partir de roles tradicionales, mientras que otros apelan a esquemas menos normativos. (Dynes, 1990 : 947).

Chandler Burr, un periodista estadounidense quien adoptó dos niños en Colombia ocultando su condición de homosexual, afirma que se arrepiente de haber dicho que era gay ante el ICBF, ya que esto le impidió salir del país con sus hijos. En este caso (como en muchos), los hijos no tienen la culpa de ser adoptados en estas condiciones, y estar restringidos a una serie de actividades por el simple hecho de que su familia no esté conformada como normalmente suele ser.

Entonces, yo me pregunto: ¿Para qué las parejas homosexuales involucran a terceros e indefensos individuos, en una situación que podría hacer que estos odien su vida? Al sentir un rechazo por la condición de sus padres, seguramente los niños crecerán con un trauma psicológico que reduciría su nivel de felicidad, y en un futuro, no tengan un buen recuerdo de su infancia; al ser marcada por una sensación de aislamiento y de “ser diferentes” a los demás niños.

Para finalizar, yo propondría una forma de vida para las parejas homosexuales, en la que no necesariamente éstas tengan que involucrar niños que no decidieron vivir con sus padres. Por el contrario, este tipo de parejas pueden llevar una vida amorosa normalmente si lo desean, y si quieren un nuevo integrante para

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