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Angel Sin Alas

Naahi9 de Marzo de 2014

527 Palabras (3 Páginas)371 Visitas

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Ángel Sin Alas

Autor: Felipe F. Muñoz

Ayer, vague por las calles

de cualquier ciudad,

parecía que fuese la primera vez,

estaba impresionado,

absorto y sorprendido,

con sus grandes y fastuosos edificios,

sus letreros luminosos

el trafico.. y la muchedumbre,

ese mar de gente que iba y venia sin cesar

y que por momentos me arrastraba.

El ulular de las sirenas,

el bullicio y la algarabía,

que te envuelve... que te asfixia,

algo pasaba,

algo sucedia,

una extraña sensación me invadía,

una inmensa soledad me acompañaba.

Ayer vague por las calles de cualquier ciudad,

quería encontrarte

o quizá encontrarme a mi mismo

camine... no sé cuantas calles,

no sé cuantas horas,

ni cuantas veces te vi...

en la calle,

en la plaza,

en la esquina,

!en todas partes te encontré!

y cuado te ví...

un remanso de paz me invadía,

¡que sencillez!¡que lozanía!.

Tus ojillos traviesos,

coquetos, risueños,

semejaban dos albas... dos atardeceres,

tu risa celestial,

¡el cando! ¡el trinar de los pajarillos!

Y tu fugura graciosa, diminuta, frágil,

una flor en medio del vendaval...

el vuelo de un ave en perfecto quilibrio.

Ayer te vi,

y retrocedi en el tiempo,

¡retrocedí!

Recordé los sueños

que se tienen cuando se es como tu.

¡Cuando se es niño!

cuando se es niño,

¡cuantas ilusiones!¡cuantas esperanzas!.

Cuando sea grande... seré como mi papá,

y a ti mamá...

te voy a comprar una casa muy grande

y con muchas flores,

¡voy a ser abogado!

¡voy a ser presidente de la republica!.

¡Cuando se es niño!

Cuando se es niño,

¿cuántos sueños? ¡cuantos deseos!

Voy a tener mucho dinero,

voy a comprar muchos juguetes.

Cuando se es niño,

¡cuanta riqueza espiritual!

No hay codicia,

ni prejuicios,

no hay pasiones, ni avaricia,

¡solo hay amor y justicia!

Ayer te vi,

y retrocedi en el tiempo

¡retrocedí!,

recordé la escuela,

los amigos,

los regañis de papá...

y la dulzura de mamá.

No sé cuanto tiempo estuve absorto,

no sé cuanto tiempo estuve ido,

hasta que me volvió la realidad,

¡tuvoz!

¡tu lamento!

¡tu gemido!

¡el periódico! ¡extra! ¡extra!

¡mueren mas niños por desnutrición

en Etiopìa! ¡el periódico!

¡chicles!¡chicles! ¿compra chicles?,

¡le limpio el vidrio al carro señor?

¡lo que guste cooperar!

¡Una limosna señor...no he comido!

¡una limosna!.

Y un frío glacial recorrió todo mu cuerpo,

la angustiam el ansia y la deseperación

se adueñaron de mi.

Ahí estabas frente a mí,

ángel y demonio,

luz y sombra,

sueño y pesadilla,

risa y llanto,

por mas que mis ojos lo negaron,

por mas que mis labios lo callaron,

¡ahí estabas frente a mí!

Y tu cuerpo escualido,

tu ropa raida... tus pies descalzos,

parecieron llorar,

¿sueños? ¿ilusiones? ¿esperanzas?

¡me las han acabado!¡me las han destruido!

La madre que no he tenido,

el padre que no he conocido,

los que ocultan su fracaso,

sus frustraciones, su cobardia,

el vicio y el abandono

han elegido por vía.

¡Soy un niño de la calle!

sin hogar y sin destino

...

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