CULTURA SAN AGUSTÍN EL SHAMÁN O EL SACERDOTE

CULTURA SAN AGUSTÍN

EL SHAMÁN O EL SACERDOTE

Era el líder religioso, se distinguen por el uso de una piel de jaguar para representar su autoridad, y máscaras, que tenían un fin ceremonial; en ellas predominan los rasgos estilizados, con formas geométricas abstractas (ojos y boca rectangulares...), prescinden a veces de rasgos naturales como la nariz, otras veces poseen características divinas como la boca felínica; la máscara permite además agrandar el tamaño de la cabeza hasta adquirir las proporciones de los dioses. En la sociedad agustiniana, eran los sacerdotes quienes poseían el poder y el privilegio de poner a su comunidad en contacto con los dioses, esto los hacía superiores a los demás hombres; la máscara les permitía aislarse del mundo natural, trascender y acercarse al mundo de los divino; al llevarla dejaban de ser hombres comunes y adquirían atributos sagrados, considerado como una dimensión casi divina.

La  práctica que tenían era irse a la selva y se encargaban de estudiar la naturaleza para así servirse de ella, eran vistos como sabios capaces de curar enfermedades y de controlar el clima, puesto que tenían el contacto con los dioses eran uno de los sujetos más importantes en esta comunidad.

El Chaman cuando muere se dice, retorna a la región en forma de tigre, por esta razón durante su vida, él puede hacer excursiones tomando forma de Jaguar y puede matar si lo desea. Cada Chaman posee una piel de Jaguar para usarla cuando toma esta forma y la posesión de la piel le confiere el poder de resucitar en forma de Tigre.

Por último, muchas estatuas muestran hombres con el pene amarrado, estos eran los chamanes que debía controlar  su instinto sexual para poder tener  energía para tratar con espíritus.

EL MITO COSMOGÓNICO

La cultura agustiniana creía que venían de la Madre Tierra, era ella quien daba vida a todos los seres, y que así como brotaban de ella luego deberían retornar a su seno para que todo el conocimiento que había tenido esa persona regresara, volvían a ella además en busca de una nueva forma de vida por lo que el culto funerario era algo muy importante en la cultura agustiniana, además tenían la creencia de que proveníamos de una gran serpiente la cual atravesaba todo el mundo y era la encargada de dar fertilidad, esta gran serpiente solo era una simbolización del rio Amazonas, el cual se desentrañaba de su omnipotente madre, en la cual ponían esculturas con forma de falo para complementarla y ayudarla a llenar de buena energía y así complementar su tarea de ser la creadora de la vida.

OTROS MITOS

• El hombre-jaguar nace de la unión de un ser humano con un ente natural, el jaguar, poseedor de atributos admirados y temidos. El hombre-jaguar mora en los páramos, en la vecindad de las lagunas, espacios sagrados en los cuales se escenifica la comunicación entre los hombres y los dioses. El hombre-jaguar es custodio de un saber hermético que ha de transmitirse de forma iniciática, de ancianos a jóvenes, a través de las sucesivas generaciones. El trueno es la voz del jaguar; el chamán es el intérprete de esa voz, virtud a la sabiduría dada por el hombre-jaguar primero. Este mito ilustra los orígenes y los atributos del chamán.
• Entre los mitos asociados a esta cultura sobresale el del jaguar como representación de la suprema deidad solar, se decía que el sol había creado el jaguar para que lo representase en el mundo, le había dado el color de su poder y le había dado la voz del trueno que es la voz del Sol. El mito del jaguar aparece vibrante en las formas escultóricas pétreas; nunca aislado, jamás de cuerpo entero, sino siempre simbolizado en la representación de personajes o deidades.
• También se creía que el regreso de una persona era cuando el sol tocaba la tumba, pensaban que la persona volvía a la vida, pero era una resurrección simbólica, debido a que regresaba era solo el conocimiento que esta tenía.
• Tenían el concepto "animista", mito que consiste en que dentro de cada uno de los seres, radica el "anima" que le da vida y que al retirarse produce la muerte. De ahí que los agustinianos, según la jerarquía del muerto, construyeran un sitio para que su ánima permaneciera allí, estableciéndose un lazo de unión entre vivos y muertos.

COSMOLOGÍA

Respecto a la cosmología de este pueblo no se tienen datos, de por sí saber acerca de esta cultura es una tarea ardua, debido a que los pocos datos que se tiene son por muestras arqueológicas, lo único claro es que tenían un gran respeto por la Madre tierra, pero no hay indicios de creencias cosmológicas.

DIOSES PRINCIPALES

Los pueblos antiguos de San Agustín eran politeístas y adoraban, por lo tanto, varios dioses, con atributos bien definidos, que representaban por medio de máscaras, vamos a mencionar los dos más importantes.

Parece ser que en los primeros tiempos hubo una religión lunar. La divinidad principal era una divinidad de triple aspecto: diosa luna, diosa de la tierra, y diosa de los muertos, la cual tenía como animales sagrados la serpiente, el lagarto y la rana. La Luna es un astro que nace, crece, decrece y desaparece, un astro cuya vida está sometida a la ley universal del devenir, del nacimiento y de la muerte. El eterno retorno a sus formas iniciales hace que la Luna sea por excelencia el astro de los ritmos de la vida (nacimiento, crecin1iento, plenitud, decrecimiento, muerte, nueva vida); por lo tanto no es sorprendente que controle mitológicamente todos los planos cósmicos regidos por la ley del devenir cíclico: estaciones, vegetación, fertilidad, ciclo menstrual, vida y muerte, luz y oscuridad. La Luna no es pues adorada por sí misma sino por lo que revela de sagrado, por la vida inagotable que manifiesta.

Luego en la religión solar, el Sol, dios supremo del nuevo culto, reemplaza a la Luna por varias razones. Por una parte, la actividad de la guerra requiere de su luz; si la noche era el momento de la religión anterior, el día es el de la nueva. Por otra parte, el Sol tiene atributos necesarios y significativos para la actividad guerrera, como la energía y la fuerza: irradia fuerza abrazadora, fuego, calor, capaz de dar vida o de destruirla. La autoridad política se favorece de los atributos solares, el Sol es inmutable, permanece siempre igual, no· está sometido al devenir, cada día sale como en el anterior, no nace ni muere, todo esto lo hace distinto y superior a los seres vivos.

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