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III. LAS BASES GEOHISTÓRICAS DEL CARIBE COLOMBIANO: UNA METODOLOGÍA


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  3.172 Palabras (13 Páginas)  •  525 Visitas

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III. LAS BASES GEOHISTÓRICAS DEL CARIBE COLOMBIANO: UNA METODOLOGÍA

Francisco Avella Esquivel

Ahora que conocemos los hilos, es importante saber qué es lo que queremos tejer, qué región y qué nación queremos hacer. Ha sido muy difícil entender la región porque simplemente se pensó que la región era la costa, y que la costa era una misma comunidad de destino parecida a la nación. Este supuesto implícito lo asumían los historiadores, por lo menos los de los 80, quienes veían en la historia regional dos relatos muy distintos de los que se aprendían en la historia patria (Fals Borda, 1986) La historia regional buscaba la superación del esquema nacional para

fundar una región, como si fuera una nación. Pero rápidamente se puso en evidencia que la historia regional, tal como la concebían los nuevos historiadores, no tenía las mismas connotaciones, a pesar de haber producido un cambio fundamental en la visión, en la medida en que había «deconstruido» «volens nolens» los mitos de unidad nacional y había sacado a la luz pública un «enemigo simbólico» contra el cual luchar, que la historia patria siempre ocultó: el estado centralizador.

Estas visiones parecen válidas para la mayor parte de los países que han aceptado autonomías regionales, pues sin nuevos símbolos no hay movilización y si no hay movilización es muy difícil plantear el conflicto de intereses políticos entre el centro y la periferia, cuya resolución, en teoría, es lo que permite crear las nuevas regiones con su autonomía respectiva.

Por lo tanto, se necesita de otra visión para entender el proceso de estructuración regional. Esta visión la encontramos en el método de la geohistoria, que nos permite superar dos problemas fundamentales:

§ El de ver la región como un todo uniforme, cuando en realidad es sólo una parte de un conjunto complejo en el que se incluyen una gran variedad de ideas, territorios, propósitos sociales, políticos e ideológicos,

§ El de ver la región sólo como un componente nacional, cuando en realidad se estructura cultural, ideológica, social y económicamente con una unidad más amplia como es la cuenca del gran Caribe.

Superados estos obstáculos, la tarea de entender el sentido que tienen la diversidad de estructuraciones regionales de diferencias, inclusive de oposiciones y de disputas entre los grupos que habitan el Caribe colombiano, todavía no es clara. Se impone, entonces, como requisito la visión geohistórica que explique por qué y cómo se estructuran los diferentes elementos de la construcción regional.

Para dar una idea de esta dificultad, en mi época de profesor en Santa Marta, algunos colegas no entendían por qué se insistía en lo de la región Caribe, ni yo tampoco. Se decía que la gente ya estaba acostumbrada a hablar de la Costa Atlántica, que había un departamento llamado Atlántico, y además no les gustaba que los llamaran «caribes», pues los costeños no eran ni «indios» ni «caníbales».

En esa época las discusiones giraban en torno del error geográfico, pues al fin y al cabo se podría seguir llamando Costa Atlántica a la Costa Caribe, más por la inercia de señalar las cosas con el dedo que por amor a la verdad o por un esfuerzo de conceptualización. Pero lo que discutimos hoy es el error histórico, que apenas empieza a superarse con la acción de sus intelectuales, de las universidades y del Observatorio del Caribe Colombiano.

En la historia de la Costa Atlántica no cabe la historia del Océano Atlántico. Esta es otra historia que si bien tiene alguna relación con la de la región (la navegación transoceánica, el dominio de las rutas marítimas, la trata de esclavos, la piratería, etc.), no le da sentido a la historia de la Región Caribe colombiana.

Hoy parece necesario tomar una decisión: llamarla en todos los textos región Caribe, no sólo porque está bañada por el mar Caribe, sino porque la historia del Caribe le da sentido a la historia de los pueblos que la habitan. La Costa Atlántica no puede seguir ocultando a los costeños el Mar Caribe ni el Gran Caribe. Tampoco puede persistir la idea de que una historia patria de corte andino -que ve al Caribe como escenario de batallas heroicas por la libertad y, en el menor de los casos, como el sitio de cuatro puertos de importancia secundaria para el interior– puede hacerles entender el sentido que tienen como pueblo. Sus raíces hay que encontrarlas en el contexto más amplio del Caribe, que incluye no sólo la Costa, sino la región Insular. Al contrario de la de la Costa, la historia del Caribe insular colombiano ha partido de su identidad angloafricana y siempre ha estado orgullosa de sus orígenes y de su contribución a la formación de la cultura del Caribe Occidental, como lo muestra Parsons (1985), al analizar la distribución de la diáspora bautista en Centroamérica, las Islas Cayman, a partir de los intercambios con Jamaica y otras partes del Caribe.

El contexto de la región Caribe colombiano, evidentemente es el del Gran Caribe, con el cual guarda estrechos lazos históricos, aunque la gente no lo sepa, como lo señala Bell (1997) en el caso del Caribe colombiano y Jamaica. El Caribe colombiano está mucho más ligado cultural, ideológica y socialmente al Gran Caribe que a Bogotá, con quien sus relaciones fueron tradicionalmente políticas y económicas a través de la élite costeña que manejaba los hilos del poder, como bien lo describe Gilard (1984). Y aunque el país se ha «costeñizado» en los últimos años, gracias al vallenato y a García Márquez, la costa no ha encontrado sus raíces regionales en

una historia patria, de corte básicamente centralista. No porque no las tenga, sino porque esa historia patria es de base heroica y no da cabida a los hechos cotidianos que carecen de esos tintes de nobleza.

Por todo lo anterior, para entender sobre qué bases está construido el Caribe colombiano, se propone como el método más adecuado trabajar sobre una o varias geohistorias.

PERO ¿POR QUÉ LA GEOHISTORIA Y NO SIMPLEMENTE

LA HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA A LA VEZ?

Ya se había hecho referencia a que la historia colombiana, como toda historia no crítica, ha sido escrita como una «historia patria», en la que la fundación de la nación se ha hecho a partir de una serie de actos heroicos que construyen la geografía histórica, es decir, la carta, el mapa en donde

se inscriben los hechos fundadores. La historia de lo que hacen la mayoría de colombianos todos los días, la historia de lo que compone la Nación, es decir, de las regiones, no figura en las cartas, porque sus hechos banales pese a ser significativos no poseen la aureola de lo

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