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EL CEREBRO EN LA ESCUELA


Enviado por   •  13 de Junio de 2014  •  1.333 Palabras (6 Páginas)  •  305 Visitas

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EL CEREBRO EN LA ESCUELA

El autor trata de encarar la educación con el auxilio de las ciencias del cerebro y de la mente. A la mezcla de esto le llama Neuroeducación la cual la divide en interdisciplina y transdisciplina. La interdisciplina esta más vinculada con disciplinas relacionadas con el aprendizaje y la enseñanza y la transdisciplina con lo conceptual y lo práctico, ya que esto implica la formación de los Neuroeducadores.

Al presentarse el cerebro en el aula enriquece enormemente al docente y enriquece el aprendizaje del alumno. Ya que la educación es una semilla y fruto de la cultura. El cerebro del ser humano se educa dependiendo de la cultura que lo rodee, donde se practican valores familiares, sociales, económicos, políticos y religiosos propios. La novedad absoluta es que hoy podemos estudiar cómo se incorpora la cultura en el cerebro.

Existen cerebros que enseñan y cerebros que aprende, Pero podemos aspirar a una visión más equilibrada del cerebro educado si nos proponemos investigar los procesos neurocognitivos en el diálogo de maestro y alumno en su propio medio, es decir en el aula, aunque ello, por el momento, no es fácil, por razones técnicas tanto como culturales

La neuroeducación nos abre nuevas perspectivas absolutamente inimaginables hace pocas décadas y nos permiten integrar cada día, más y mejor, los conocimientos de las neurociencias cognitivas en la teoría y la práctica de la educación sin prejuzgar ni atribuir indebidamente al cerebro aislado funciones que sólo se realizan en un cuerpo real y en una persona situada en una determinada cultura. Sería conveniente reflexionar sobre el status epistemológico de la neuroeducación antes de pasar a otras consideraciones.

Es propio del ser humano extender el alcance de un método o de un procedimiento, de una herramienta o de una idea, más allá de los límites aceptables. Así se generan los “reduccionismos” y la neuroeducación no es, ni será, inmune a ello. Existe, en efecto la tentación o fantasma del “neurologismo”, es decir, de mirar y de evaluar todo el complejo sistema educativo únicamente a través de las neurociencias, lo que sería un despropósito. Es más, una neuroeducación bien entendida debe ser consciente de sus propios límites y nunca pedir a sus instumentos materiales y conceptuales más de lo que puedan rendir.

Al educador, por ejemplo, le interesa no sólo superar los escollos de todo orden que se presentan en el largo y difícil aprendizaje de la lectura, donde la colaboración del neurocientífico y del neurólogo es relevante, sino enseñar a leer bien y a leer cosas buenas, de valor. Debemos reconocer que el neurólogo clínico y el neurocientífico experimental, sin embargo, no están necesariamente entrenados para ocuparse profesionalmente de estos temas, aunque sean verdaderos humanistas en sus vidas privadas.

La educación está viviendo profundos cambios desde hace un par de décadas. Más que cambios promovidos desde adentro de las propias instituciones educativas hemos asistido a una irrupción externa que provino de la tecnología, en particular de la informática y de las comunicaciones.

Hay otra analogía entre la neuroeducación y la educación digital, que nos lleva una generación de ventaja, la necesidad de trabajar en equipo con participantes de muchas disciplinas. Hemos aprendido en la escuela a convivir y colaborar con expertos de informática y de comunicaciones, nos hará falta hacerlo ahora con expertos de las ciencias del cerebro.

Los experimentos de Dehaene y colaboradores son tan precisos que permiten además predecir la respuesta de la persona a partir de las imágenes corticales (Dehaene et al., 1998) Esto se debe a que existe un trayecto desde la corteza parietal a la frontal o motora que controla los dedos de la mano, en particular el pulgar, que demanda un corto tiempo de 50 cs. . De esta manera nos introducimos decididamente en un tema apasionante que se puede llamar “neurología inversa” donde en lugar de ir- como es lo habitual en neurociencias- del comportamiento (oprimir el botón para el número mayor) a la imagen cerebral (activación del área cortical correspondiente) vamos de la imagen cerebral

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