ADIOS A MI ESCUELA

PALABRAS DE DESPADIDA

Respetables autoridades educativas que hoy no honran con su presencia, personal directivo de esta institución, maestros, padres de familia, público en general.

Hace tres años comenzamos una aventura en un medio completamente nuevo para los que hoy egresamos, llegamos a esta escuela llenos de ilusiones, de temor, pero también de entusiasmo; quien diría que el tiempo pasaría volando y hoy, tres años después henos aquí, en la meta final que solo es un preámbulo hacia nuevos retos y compromisos aún más intensos, mas llenos de estudios, de conocimientos y de esfuerzo, pero cada vez más cerca de nuestro objetivo final: lograr nuestra profesionalización.

En esta etapa hemos reído y llorado, hemos sufrido y hemos gozado; algunos hemos realizado nuestro papel de estudiantes con responsabilidad, otros solo han hecho lo elemental, si hemos reprobado o hemos tenido problemas ha sido por nuestra irresponsabilidad, por nuestro poco o nulo interés en aprender, en mejorar y en superarnos, pero también mucho tiene que ver la práctica de hábitos y valores que en casa nos han inculcado, y es aquí en la escuela donde nos mostramos tal como somos. Cierto, algunos padres han cumplido y nos han ayudado a subir este peldaño, otros nos han abandonado a nuestra suerte. Pues hubo momentos en que deseábamos con todas nuestras fuerzas la comprensión y el abrazo de los nuestros pero solo encontramos un poco de atención y cariño en nuestros maestros. y hubo momentos en que pedíamos a gritos ser reprendidos, ser estorbados por todos ustedes para no cometer errores y solo encontramos el silencio, la crítica, el castigo o la indiferencia.

Sin embargo, estamos hoy aquí, concluyendo nuestra educación secundaria. Bien o mal hemos llegado, hemos cumplido cada quien con lo que le tocó hacer. Es cierto que queda mucho por hacer, mucho por estudiar y mucho por aprender, vamos a requerir de toda nuestra concentración, perseverancia, trabajo y desvelos, pero al final nuestra recompensa será el éxito y la obtención de un empleo decoroso, requerirá de esfuerzo redoblado y estamos dispuestos a seguir, siempre y cuando nuestros padres y maestros se comprometan verdaderamente con nosotros brindándonos su apoyo y cariño. Porque estamos convencidos que nuestro país necesita hombres y mujeres capacitados científica y tecnológicamente para luchar contra las necesidades y problemas de esta sociedad cambiante y toca a nuestras generaciones la gran responsabilidad de velar por nuestra patria, de participar en ella y por ella; no sigamos esperando que el gobierno o la sociedad nos resuelva la vida, hagamos el firme compromiso de poner nuestro granito de arena para mejorar nuestro futuro incierto.

Compañeros, pronto iniciaremos una nueva lucha, pero no debemos temer, recuerden que aquí hemos adquirido experiencias y hemos desarrollado las competencias que

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