Asgf

Autobiografía

Desde pequeña era muy tímida, cuando venía un cliente a la casa me escondía en mi cuarto hasta que se fuera. En toda mi infancia nunca había pasado a hablar en público, lo único que podía hacer era bailar en las clausuras. Antes no se me daba la dificultad de hacer amigos, pero llegó un tiempo en el que cambié y todo es debido a las personas con las que he estado en clases.

Todo empezó en sexto grado, un compañero que fastidiaba y burlaba a todos del salón, incluyéndome. No hubiera sido tan fría con todos si tuviera un(a) amigo(a) verdadero(a). Que alivio que esos días de soledad fueron sólo durante un año, no sería conveniente que tardara más, llegaría a hacer cosas que nunca habría de imaginar. Me fue posible superar esos recuerdos y empecé con una nueva vida por delante.

 Empecé a hablar en público desde la secundaria, al principio tuve nervios ya que no me había acostumbrado; pero he mejorado mucho gracias a las personas con quienes he convivido, puedo ser más expresiva y me siento bien por saber ese gran significativo cambio en mi vida. Aunque hay veces que siento nervios al estar en público, pero eso depende de la cantidad, y las personas que me estén viendo.

Biografía

Kihee Bae nació el 23 de agosto de 1999, una chica de estatura media, cabello un poco debajo de los hombros, castaña y lacia, con mechones claros, que cual bosque de bambú se mueven con el viento, ojos rasgados, como lo es la luna en pleno menguante, así de pequeños, lindos y brillantes, mirada curiosa y perdida pero extrañamente atenta a la vez, tal cual gato cazando a su presa. Piel clara apiñonada, mejillas grandes como de melocotón, manos largas, dedos delgados.

Su personalidad es como la de un gato, un poco callada al principio, tranquila, cariñosa, exigente a veces  y un poco perezosa, pero se sabe defender y puede sorpresivamente atacarte, nunca sabes qué es exactamente lo que ella está planeando, te puede sorprender sin que te llegues a dar cuenta.

La mayoría del tiempo insistente y firme en lo que piensa y dice, suerte si planeas pelear con ella, pues probablemente sea una simple pérdida de tiempo, sus ideas están tan arraigadas a ella como las raíces de un roble al suelo. Sin embargo también sabe escuchar y callar de así ser necesario, si alguna vez necesitas decir algo pero no sabes cómo, en ella podrás encontrar tu “silla de la verdad” en la que podrás aclarar tus sentimientos y al final liberarlos, si la conoces, entonces siempre tendrás a alguien que de una forma u otra estará ahí para ayudarte.

Ella era tímida, cuando alguien llegaba a casa se escondía hasta que se fuera. Le costaba hablar en público.

La escuela fue difícil con ese tipo de personas que suelen ir molestando a diestra y siniestra a los demás. Afortunadamente fue sólo un año, sexto de primaria, tiempo que bastó para volver a aquella pequeña niña en una joven un poco fría, pero más que fría, indiferente, y mucho, a aquellas personas.

Misma escuela, pero secundaria ahora, nuevos compañeros, nuevas personas, poco a poco todo volvía a cambiar, ahora para bien.

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