ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CHIPILO


Enviado por   •  8 de Marzo de 2015  •  Síntesis  •  1.751 Palabras (8 Páginas)  •  189 Visitas

Página 1 de 8

Fue en 1882 cuando llegó a México el primer grupo de asilados italianos a fundar las colonias agrícolas de Chipilo y Tenamaxtla; eran los sobrevivientes del desbordamiento del río Piave que dejó sin hogar a muchísimas personas Chipilo es un pequeño pueblo situado a 12 km al suroeste de la ciudad de Puebla, sobre la carretera que va a Oaxaca y a 120 km de la ciudad de México. Ocupa una porción del fértil valle de Puebla, con un clima semiseco y templado, apto para la siembra de cereales, frutas, hortalizas y forraje para la cría de aves y de ganado vacuno y porcino. La ocupación preponderante es la agroindustria de la leche. Hasta aquí, no hay nada en Chipilo que lo haga diferente de muchos de los pueblos de nuestra patria, excepto si tomamos en cuenta la odisea de su fundación, sus laboriosos habitantes y la belleza exótica de sus rubias mujeres. Una mañana nebulosa partimos Alfredo y yo de la ciudad de México hacía este rincón de nuestra provincia, con el propósito de hacer un reportaje sobre ese Chipilo "desconocido" para la mayoría de los mexicanos. Es el amanecer del 23 de septiembre de 1882 y los primeros rayos del sol iluminan el Citlaltépetl con sus nieves perennes que coronan su cumbre. Esto parece una buena señal para los inmigrantes italianos de diversas partes de su país que son conducidos hacía su nueva patria, por el vaporAtlánticoprocedente del puerto de Génova. Su destino, fundar colonias agrícolas en Chipilo y Tenamaxtla en el distrito de Cholula, Puebla, nombres tan enigmáticos para ellos como el futuro que les espera. Los gritos de alegría, por la llegada contrastan con los externados un año atrás (1881), llenos de dolor y desesperación cuando sus casas y sembradíos fueron arrasados por el río Piave que se había desbordado en el deshielo de la primavera en su correr hacia el Adriático. Los habitantes de aquellos pueblos se enteraron Beque México les abría sus brazos para recibirlos como gente de trabajo, para poblar ciertas regiones idóneas para la agricultura, y aunque era del conocimiento público que algunos barcos ya habían zarpado hacia aquel país de América llevando gente para fundar colonias en diversas zonas del país, lo que no sabían los emigrantes que llegaban era que tanto a ellos como a los que habían partido antes, los agentes de emigración les habían descrito un México irreal. Después de atracar el barco en el puerto de Veracruz y una vez hecha la inspección sanitaria de ley, todos se apresuraron a bajar para besar por primera vez aquella tierra, y dar gracias a Dios por haberlos traído con bien hasta su nueva patria. De Veracruz continuaron el viaje por tren hasta Orizaba.

La comitiva continuó su periplo por tren y llegó a Cholula y después a Tonanzintla. Pasaron por las pródigas tierras de la Hacienda de San José Actipac, y de San Bartolo Granillo (Cholula), esta última asignada para que se establecieran; sin embargo por intereses personales del jefe político de la región, se trocaron estas tierras por las menos fértiles de la Hacienda de Chipiloc. Por fin, después de su agitado éxodo, llegaron a la "Tierra Prometida", arribaron a su tierra, a su hogar y para colmo de su felicidad se encontraron con una agradable sorpresa: en la Hacienda de Chipiloc ya estaban asentadas algunas familias procedentes de la colonia "Porfirio Díaz" del estado de Morelos. El sábado 7 de octubre de 1882, día de la fiesta de la Virgen del Rosario a la que los colonos tienen especial devoción, se reunieron todos en la capilla de la hacienda y en una ceremonia sencilla pero memorable, quedó oficialmente establecida la colonia Fernández Leal en honor al ingeniero Manuel Fernández Leal, funcionario de la Secretaría de Fomento de México, y tomaron la determinación unánime de celebrar año con año esa fecha como aniversario de la fundación de la colonia en Chipiloc. Unos días después de terminados los festejos por la iniciación de la naciente colonia, los esforzados inmigrantes principiaron su labor titánica para convenir unos campos casi estériles cubiertos de tepetate en terrenos aptos para la agricultura. La disminución de la velocidad del autobús en que viajábamos y el creciente desfile de construcciones frente a mi ventanilla, me hicieron volver al presente; ¡acabábamos de llegar a la ciudad de Puebla! Descendimos del vehículo e inmediatamente abordamos otro autobús para trasladarnos al pueblo de Chipilo, vía Atlixco. Al cabo de unos 15 minutos de viaje llegamos a nuestro destino. Deambulamos por las calles del pueblo y tomamos fotografías de lo que más nos llamaba la atención; entramos a un establecimiento para tomar un refresco, decisión afortunada, pues ahí nos encontramos con la cordial acogida provinciana. El señor Daniel Galeazzi, un hombre de avanzada edad, cabello blanco, delgado y de grandes mostachos, era el propietario de la tienda. Desde un principio, se percató de nuestras intenciones reporteriles e inmediatamente nos invitó a probar un delicioso queso "oreado". ¡Mangate, mangate presto, questo é un buon fromaggio!(¡Coman, coman, que es un buen queso!) Al escuchar esta inesperada invitación, le preguntamos si era italiano, y contestó: "Yo nací en Chipilo, soy mexicano y me siento orgulloso de serlo, pero tengo ascendencia italiana, procedente del pueblo de Segusino, de la región del Véneto (norte de

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (11 Kb)
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com