Civilizando

El mundo moderno es todo un autentico ‘paisaje’.

La continuidad actual del mundo es casi que inmediata, esto se ve reflejado en la masificación del internet, los dispositivos móviles hasta en cómo hacemos las cosas.

Vivimos en un intenso ritual de cotidianidad, y de este ritual, hacen parte las narrativas audiovisuales.

Estas narrativas tienen como único fin la seducción del espectador, y para eso usan métodos que ‘excitan’ y encubren esa interpelación espectacular , ese intenso deseo de mantenernos emocionados ante lo que vemos a través de las pantallas. Estos medios expresan ampliamente el carácter de nuestras sociedades modernas: lo efímero,y las modas.

Es entonces, cuando cabe hablar de una ‘re-ingenieria’ a la estructura de estas narrativas, que más que todo estan cargadas de valores simbólicos y morales; y convenciones sociales que son antiguas y despectivas.

Debemos hablar de la cultura, porque hablar de narrativas audiovisuales, es hablar de comunicación y medios; también es hablar de la cultura como eje principal de todo este conglomerado.Y aunque son variadas, todas tratan de regirse bajo los estándares del consumismo actual y estructuras funcionalistas/conductistas. El consumo ‘viral’ de estos productos a pesar de ser distintos, nos ilustran el por qué consumimos. La sociedad busca heterogeneidad multitemporal.

Entonces, ese sentimiento de implicación que nos generan las narrativas audiovisuales, deberían de replantearse.

Las nuevas narrativas surgen como un cambio a la estructura y valores simbólicos o conceptos que vemos en la televisión, el cine o simplemente al ver vídeos en internet.

Si se reinventa, entonces, es posible cambiar estéticas actuales, y ciudadanizar.

Estas narrativas construyen ciudadanía. esto además de su poder masificado, es gracias a como convierten las historias y los hechos en advertencias, lecciones, en la comprensión de realidades cambiantes en el tiempo en que se dan; para y únicamente la sociedad.

Debemos producir nuestros propios mensajes desarraigándonos de las fascinaciones que nos generan las innovaciones de la moda y tecnología.

Se debe cambiar la mediación actual, y crear nuevas mediaciones que ayuden a constituir mensajes que nos recuerden la importancia de la política y democracia.

Y comunicar (contar) también es democracia.

Las nuevas narrativas alejan la idea de entretener a la de comunicar cosas que transmitan mensajes para nosotros.

Los mejores formatos los encontramos en el mundo cibernáutico.

Incluso ciudadanizamos con el simple hecho de publicar un vídeo

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