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Feudalismo


Enviado por   •  6 de Abril de 2014  •  2.099 Palabras (9 Páginas)  •  206 Visitas

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Feudalismo

Roldán jura fidelidad a Carlomagno. Manuscrito de un cantar de gesta, c. siglo XIV.

El feudalismo (del latín medieval, feodum o feudum: feudo)1 fue un sistema político cuya autoridad central compartía de facto el poder soberano con principados, feudos o federaciones, gobernadas por señores. Predominó en la Europa occidental entre los siglos IX y XV.

Según la definición clásica de François-Louis Ganshof, el feudalismo fue el conjunto de instituciones que crean y rigen obligaciones y servicios, principalmente militares, de parte de un hombre libre o vasallo, quien a menudo recibe la concesión de un bien del señor denominado «feudo».2 Así pues, esta serie de obligaciones recíprocas militares y legales entre la nobleza guerrera giraba en torno a tres conceptos claves: señor, vasallo y feudo. Este último se refiere a terrenos cultivados cedidos por el señor a un vasallo o siervos, a cambio de que parte de su producción debía ser entregada en concepto de censo al amo de las tierras, en la mayoría de los casos, un noble (señor) nominalmente leal a un rey.

Esta organización social se desarrolló en Europa occidental entre el siglo V y el siglo VIII, tras la disolución del Imperio romano de Occidente. Fundada en el derecho romano y el sistema de «la hospital», el feudalismo es propio del Occidente europeo. En el siglo IX, Occidente debió enfrentar nuevas invasiones. Gracias a sus navíos bien adaptados, los vikingos, procedentes de Escandinavia lograron remontar los cursos de agua y se dedicaron a saquear distintas regiones. La defensa fue ejercida por los representantes del rey en una circunscripción, por los condes, abades y obispos, debido a que el rey no tenía un ejército para vigilar permanentemente los estuarios y los ríos. Al substituir localmente al rey y al ejercer los mismos derechos que él en sus señoríos, los señores feudales ganaron cierto poder sobre la población.

La palabra «feudalismo» es un término erudito y tardío del siglo XVII, que deriva de la palabra feudo por intermedio del adjetivo feudal. Los términos «feudo» y «feudal» son mucho más antiguos. En su forma latina, la única empleada originalmente, «feudo» (fevum) se remonta al siglo X, pero no se expandió su uso hasta el siglo XI. Por su parte «feudal» (feodalis) data del siglo XI.

Economía feudal

Las invasiones que sufre Europa durante más de cien años (normandos, musulmanes, eslavos) con la caída del Imperio romano y el posterior debilitamiento del Imperio carolingio frenarán la actividad económica hasta las puertas del año 1000.

Es en este momento cuando se extienden modernas técnicas agrícolas que, existiendo anteriormente, habían quedado reducidas a pocos espacios territoriales. Entre ellos cabe destacar el aumento en el uso de los molinos de agua como fuerza motriz y de las acequias para riego, extendiendo los cultivos y liberando mano de obra. Además, mejoran los métodos de enganche de los animales, especialmente el caballo y el buey, cuya cría aumenta de manera notable y permitirá disponer de animales de tiro en abundancia. Los instrumentos de uso agrícola, como el arado o la azada, generalmente de madera, son sustituidos por otros de hierro.

La explotación agraria feudal era de subsistencia. Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor. De la recolecta se separaban también las semillas necesarias para la siguiente siembra. Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta.

Los cultivos se organizaban en torno a las poblaciones en tres anillos. El primero y más cercano a la población se dedicaba a las frutas y hortalizas. El segundo era para los cereales, principal sustento de la época. El tercer núcleo eran tierras de pasto y monte explotadas de forma comunal. Los pastos comunales limitaban por tanto la expansión de las tierras de cereales e impedían ampliar la extensión cultivada según la demanda de la población.

La rotación de cultivos era el principal sistema utilizado para evitar el deterioro de la tierra. Este método consiste en dejar en barbecho (es decir, sin cultivar) una parte de la tierra cada año para permitir su regeneración. En las regiones mediterráneas se usaba la rotación bienal, según el cual la mitad de las tierras quedaba en barbecho cada año. En las regiones europeas atlánticas se usaba la rotación trienal: un tercio de la tierra para cereal de ciclo largo -de invierno-, otro tercio para cereal de ciclo corto -verano- y el último tercio en barbecho. La tierra que quedaba sin cultivar se dedicaba a uso comunal, permitiendo que los animales pastasen en ella (práctica conocida como derrota de mieses).

El aumento de la producción como consecuencia de las innovaciones supone ya en el siglo XI una reducción de las prestaciones personales de los siervos a sus señores en cuanto a horas de trabajo, sustituyéndose por el pago de una cuantía económica o en especie. Se reducen las tierras del señor y aumentan los arrendamientos. Al mismo tiempo, los campesinos aumentan sus rentas disponibles y ganan en independencia.

Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el periodo de eliminación de los bosques europeos, drenaje de las tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados lejos de las aldeas y la construcción dispersa de casas campesinas. Las mejores tierras atraen a una mayor masa de población y se producen migraciones en todo el centro de Europa. El crecimiento de la población es notable a partir del 1050, llegándose a duplicar la población de Inglaterra en 150 años y se triplicará hacia el final de la Edad Media. En el siglo XI las hambrunas han desaparecido.

A partir del siglo XII, la existencia de excedentes incrementa el comercio más allá de las fronteras del señorío. Las actividades comerciales permiten que surja una incipiente burguesía, los mercaderes, que debe realizar su trabajo pagando igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos a los señores, que a su vez incrementan con ello sus recursos. Las rutas de peregrinaje son los nuevos caminos por donde se abre el comercio. Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela son los destinos, pero las comunidades situadas en sus vías de acceso florecen. Las ciudades, burgos, son al mismo tiempo espacios de defensa y de comercio conforme avanza el tiempo y se va gestando una nueva sociedad que despegará en los siglos XIII y XIV.

Crisis del feudalismo

La crisis del

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