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Pandillaje


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2014  •  14.987 Palabras (60 Páginas)  •  296 Visitas

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LA DELINCUENCIA JUVENIL EN EL PERU

Introducción

CAPITULO I

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

1.1 Mara Salvatrucha.

1.1.1. Requisitos para incorporarse a una pandilla

1.1.2. Expansión de la pandilla.

CAPITULO II

CONCEPTOS GENERALES DEL PANDILLAJE

2.1 Concepto del Pandillaje.

2.2 Características de un pandillero.

2.3 Perfil del pandillero.

2.3.1Perfil Psicológico.

2.3.2Perfil Social.

2.4 Causas que originan el pandillaje juvenil.

2.4.1 La desintegración familiar y el abandono moral

2.4.2 La desocupación y el desempleo

2.4.3 La violencia social y familiar

2.4.4 La pobreza, marginación y exclusión social

2.4.5 Los medios de comunicación.

2.5 ¿Qué buscan los jóvenes en una pandilla?

2.6 Tipos de pandilla.

2.7 Delitos y faltas que cometen las pandillas.

2.8 Testimonio.

2.8.1 entrevista a un joven pandillero.

2.8.2 entrevista a un padre de familia.

CAPITULO III

ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE LA PANDILLA Y SUS CODIGOS

3.1 Niveles de jerarquía.

3.2 Comportamiento del pandillero.

3.2.1 Categorías tipológicas de los pandilleros menores de edad.

3.2.2 Teorías psicológicas sobre el pandillaje.

3.3 Espacio de interacción.

3.4 Códigos.

CAPITULO IV

REHABILITACION Y OPCIONES QUE SE LE PRESENTA A UN PANDILLERO

4.1 Apoyo de instituciones privadas y estatales:

4.2 Integración personal, familiar y social:

4.3 Opciones funcionales y disfuncionales:

4.3.1 Edad

4.3.2 Paternidad

4.3.3 Trabajo y estudio

4.3.4 Delincuencia organizada

4.4 Recomendaciones para prevenir el problema del pandillaje

Conclusiones

Bibliografía

Anexos

El Pandillaje en el Perú

Capitulo I.

Antecedentes históricos

1.1. “Mara Salvatrucha”

Mara Salvatrucha es el nombre conque se conocía a la agrupación de jóvenes pandilleros, conformada en su mayoría por inmigrantes (principalmente de El Salvador, que llegaron al estado de California EEUU a principios de la década de los años ochenta huyendo la cruenta guerra civil en ese país centroamericano (1979-1992). La mayoría tenía entrenamiento militar.

Por las agresiones racistas y ser marginados socialmente la pandilla creció rápidamente como un “refugio” en numerosas ciudades de Estados Unidos e incorporó a emigrantes de otros países de América Latina, como Honduras, México, Ecuador y Guatemala, que se han concentrado históricamente en California.

Las violentas peleas callejeras contra otras pandillas en ciudades norteamericanas, principalmente la conocida como la 13 (actualmente integrada mayoritariamente por emigrantes mexicanos), generó la respuesta represiva de las autoridades policiales y de inmigración de EEUU, que optaron por encarcelar a sus miembros y deportarlos hacia sus países de origen, lo que refuerza en éstos el problema social de la delincuencia.

La palabra "mara" deriva de “marabunta” (hormigas amazónicas guerreras) que es el equivalente centroamericano a la “collera” que vive en la misma colonia. La Mara 18, al igual que la Mara 13 o Salvatrucha, nacen en Los Ángeles, Estados Unidos, en las calles 13 y 18, en la década de los 60s.

Las maras se ramificaron en El Salvador, Guatemala y Honduras y en menor medida en México con la repatriación de salvadoreños de pasaporte, pero que habían nacido y criado en los Estados Unidos.

La palabra "salvatrucho" es el equivalente a "salvadoreño listo" aunque hay quienes opinan que es la unión de grupos salvadoreños y hondureños (catrachos) con raíces en la palabra “xatruch" nombre de un general hondureño de la antigüedad.

La raíz más probable de esta palabra es "xatrachos" que unida a salvadoreños conforman la nueva palabra "salvatrucha".

En la zona de Los Ángeles, la pandilla Mara Salvatrucha adoptó el número 13, por su copamiento de mexicanos mientras que San Francisco es territorio de Nuestra Familia, o la 14.

De esa manera la Mara Salvatrucha está dividida en dos grandes facciones. La MS 13 en el sur de California y la MS 14 en el norte. Se estima que las dos organizaciones terminaron siendo controladas por la mafia mexicana que desplazó a los carteles colombianos en los grandes negociados de la droga en Estados Unidos.

Un sector “purista” de Mara Salvatrucha (sin numeraciones) se considera a si misma como la pandilla auténtica salvadoreña, y piensa que tanto la 18 como sus aliadas son de origen extranjero, concretamente mexicano.

En sus inicios la MS 13 no tenía un alto grado de organización pero contaba con líderes reconocidos por su prestigio, es decir sus contactos con la Coca Nostra por que los enfrentamientos internos cobraron muchas vidas hasta que la mafia del narcotráfico los reclutó. [4]

1.1.1 Requisitos para incorporarse a la pandilla

Para entrar en la MS 13, el aspirante debe ser "brincado", el brincamiento consiste en pelear con tres miembros de la pandilla, durante 13 segundos, y aguantar con valor.

En caso de que el futuro pandillero sea de complexión muy fuerte, deberá pelear contra cinco porque lo importante es que sufra durante la pelea, para así “demostrar su valor”.

No es obligatorio tatuarse, pero la inmensa mayoría de los pandilleros lo están, con tatuajes alusivos a la pertenencia a la pandilla. En algunos casos los tatuajes se hacen en lugares muy visibles, como la cara o la frente. Otros prefieren en la espalda pero con grandes caracteres .De esa manera el tatuado demuestra que está orgulloso de su pertenencia a la pandilla y abierto desafío a las autoridades.

Cada clica o círculo de la Mara Salvatrucha tiene su propio territorio señalizado con pintadas alusivas en las paredes, con referencia a los pandilleros muertos, y en general a la estética típica pandillera.

Los pandilleros de cada clica se preocupan de mantener estos graffitis, o placazos, evitando que los pandilleros rivales los ensucien. Cuando una clica consigue que estén limpios en su barrio, se considera que es fuerte. En el argot pandillero: " Están en algo". [6]

1.1.2 Expansión de la pandilla

La pandilla era solo un dolor de cabeza para la policía hasta que la organización empezó a consolidarse llegando a contar con más de diez mil miembros en Estados Unidos, aparte de sus filiales en España, especialmente Barcelona.

El fenómeno de Mara Salvatrucha acaparó los reflectores mediáticos y sus cabecillas se dieron el lujo de aparecer cada vez con mayor frecuencia en reportajes alarmantes por la televisión, o son objeto de notas periodísticas en los diarios europeos y estadounidenses.

Sus líderes tratan de esbozar proyectos alucinantes, como la “Nación” de los Latín King, pero debido a su organización el mayor peligro radica en su ingreso al narcotráfico. Nunca figuran como “burriers” ni en los laboratorios clandestinos de la droga. [6]

Capitulo II

Conceptos generales del pandillaje

2.1. ¿Qué son las pandillas?

Generalmente los identificamos como grupo de jóvenes, adolescentes y niños, con conductas anómicas y que son los principales actores sociales en hechos vandálicos que se perpetran en las calles y es que “la violencia en las pandillas se podría entender como una de las formas de tener una identidad casi estable y de gozar de posibilidades y certidumbres, es que esta manifestación de violencia ha ido ampliando su radio de acción. A medida que pasa el tiempo, la violencia se presenta en personas de mas corta edad”. Para los pandilleros su pandilla es como su familia, su refugio, su relajo. A su ves deben demostrar al grupo amistad, lealtad, audacia y hombría, son códigos de honor muy rígidos que se deben al líder y a la pandilla.

En la actualidad los pandilleros son los nuevos guerreros urbanos, viven y se desarrollan en esta frondosa selva del cemento, hacen suya la ley en el que gana, es el mas fuerte. Al igual que los animales salvajes en la selva marcan y delimitan su territorio, utilizan sus murales con grafitos identificándose ante cualquier rival que ose asomar por su territorio, su forma de lucha es el de “guerrear”, defienden el honor tanto individual como grupal de la pandilla. La idiosincrasia de un pandillero, es que anda en grupos que son conformados hasta por cincuenta o mas individuos, tienen un líder que los lleva al campo de batalla a guerrear, y este mismo líder es él que tiene que demostrar el coraje, valor ante sus subordinados ya que “En momentos en los que las calles y la vida se hacen cada vez mas peligrosas, es muy difícil ser violento de una manera individual, por que se hace difícil y poco atractivo. La pandilla es uno de los propios espacios que existen que mantiene la unidad de sus miembros, poseen una identidad de violencia y que la demuestran fuera de su grupo, pero son unidos y nobles al interior de ellas. [1]

2.2. ¿Características de un pandillero?

Características que identifican a un pandillero:

- La vestimenta, usan ropas muy anchas por lo común

- Tatuajes, se impregnan en la piel figuras con las que se representan

- Cortes de pelo extravagantes, mayormente lo hacen solo para la llamar la atención de la gente.

- Lenguaje vulgar, que es una forma de expresarse única de ellos, pues entre ellos mismos se entienden.

- Rayar paredes, lo realizan como símbolo para marcar su territorio.

- Siempre caminan en grupo, para sentirse protegidos ante cualquier grupo antagónico.

- Consumen drogas.

- Con respecto a la vestimenta existen dos tipos de vestimenta andan con pantalones extremadamente largos y anchos. [12]

2.3. Perfil del Pandillero

-Impulsivo, se deja llevar muy fácilmente por sus instintos, y reacciona de una manera negativa ante las circunstancias.

-Con afán de protagonismo, es por este motivo por el cual se empeñan en ser el punto de atracción.

-Fracaso escolar, pues el mayor del tiempo lo pasan en las calles con sus amigos de la pandilla.

-Consumidor de drogas.

-Tiene baja autoestima, por los problemas que acontecen en su vida diaria, lo que les lleva a una depresión constante.

-Familia desestructurada, es por este motivo por el cual la mayoría de los pandilleros entran en este mundo, pues no encuentran en sus hogares el amor y atención, que supuestamente lo encuentran en sus “amigos”

-Pertenece a la clase baja, lo que provoca una falta de instrucción.

-Jóvenes frustrados, no encuentran sus objetivos en la vida, se sienten rechazados por la misma sociedad

-Es agresivo

-No cuenta con habilidades sociales, pues siente un resentimiento hacia ésta.

-Tiene poco equilibrio emocional, su comportamiento es muy relativo.

-Es una persona inadaptada [10]

2.4. Causas que originan el pandillaje

2.4.1 La desintegración familiar y el abandono moral

Es la principal causa para que los adolescentes y jóvenes se integren a las pandillas. La familia como institución básica de la sociedad esta en crisis; hay un alto porcentaje de separaciones y abandono familiar. Por otro lado, la ausencia de los padres, empujados por la crisis a dedicar más tiempo a la obtención del ingreso familiar, genera un vacío que la sustitución de la crianza de los hijos por otros familiares o conocidos no pueden llenar.

Las presiones económicas obligan a ampliar los horarios de trabajo y a eliminar los momentos dedicados a la integración familiar, la afectividad y la recreación entre padres e hijos, elementos importantes en su formación. Este éste estado de abandono familiar y moral en diferentes grados y formas, algunos de ellos violentos y traumáticos, contribuyen a que los jóvenes padres y adolescentes que proceden de estos hogares sean fácilmente captados por la pandillas, en las que encuentran el apoyo, la afectividad, identificación y referencia grupal que no encuentran en su propio entorno familiar.

Una encuesta realizada a escolares de secundaria (INEI) es ilustrativa y coincidente con esta opinión.

Prácticamente todos las respuestas ubican al hogar como el espacio clave para la formación de los hijos. Los adolescentes consideran primordial el aspecto formativo que se da dentro del hogar, que exista un entorno cálido, de comprensión entre los miembros; cuando esto no existe el adolescente comienza a sentirse marginado, no siente la seguridad que es básica a su edad. Por ello, se refugia en grupos que, aunque destructivas, lo hace sentirse miembro de algo, como un paliativo a su soledad.

La referencia a malas amistades seria consecuencia de una formación familiar que no tiene los valores apropiados que le permitan diferenciar lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, es decir, cuando la formación del hogar es inapropiada, el joven se vuelve vulnerable a agentes externos que no lo benefician en nada. [10]

2.4.2. La desocupación y el desempleo

En el Perú la población desempleada comprendida entre los 14 a 24 años de edad de 13,1 % mientras que la subempleada llega al 49.9% (INEI, proyección 1999).Es decir 63% de nuestros jóvenes están desempleados o subempleados.

Si para el común de los jóvenes es difícil conseguir un empleo, para quienes están involucrados en pandillas, esas resultan mucho mas complicado, pues están en desventaja frente a los demás, debido a su menor nivel educativo y menores capacidades y habilidades; esto sin considerar la carencia de recomendaciones “imagen personal” y los prejuicios y desconfianza que generan en sus potenciales empleadores. Por otro lado, debido a su aislamiento social, no tienen acceso a participar en programas de empleo juvenil, como “PROJOVEN”. Esta situación es percibida por los jóvenes integrantes de pandillas cuya demanda principal es la necesidad de un empleo. Cuando se les pregunta a ellos, a sus familiares o a la gente de su barrio por que realizan actos violentos, la respuesta mas común atribuye a la “ociosidad” como la motivación principal.

Es evidente, entonces, que un tratamiento integral al pandillaje tiene que contemplar alternativas orientadas a promover el empleo y la formación técnico laboral de estos jóvenes para incorporarlos adecuadamente a la sociedad.

2.4.3. La violencia social y familiar

Después de mas de diez años de violencia social en nuestro país, las nuevas generaciones han crecido en una sociedad que ha convivido con la muerte y destrucción, y principalmente, con la perdida del respeto a la vida; el desprecio a la autoridad y las leyes; al derecho de los demás, ideas y actitudes que promovieron tanto los grupos subversivos como la guerra sucia desde el estado.

Golpeada y desarticulada la subversión, los métodos utilizados por Sendero Luminosos y el MRTA han sido copiados por otros fenómenos violentos de las zonas urbanas, como las bandas de delincuentes que provenidos de armas de guerra, han asimilado los niveles de organización ,seguimiento y operativos paramilitares de los grupos subversivos. En los barrios .las pandillas y los delincuentes mas avezados han copiado, también, estos métodos violentos. Así, muchos ven a estos elementos como ejemplos a seguir y creen que la única autoridad y respeto debe ser impuesto por la fuerza y la violencia.

Desde el Estado, no existen referentes positivos visibles para los jóvenes. El estilo de gobierno, que ha caracterizado los diez años del régimen fujimontesinista, respalda opiniones como las que expresaron líderes de pandilla que admiraban a Fujimori “porque era pen…jo y se tumbaba a los que se rebelaban”. Es decir, una justificación e imitación a un estilo de relaciona basada en la violencia, en el abuso del poder, en el desprecio del derecho de los demás. Todo esto, en medio de una corrupción sin precedentes en nuestra historia.

En las familias, la violencia contra la mujer y los hijos, se han incrementado dramáticamente. El maltrato y abuso sexual infantil y adolescente tiene como sus principales abusadores a los propios miembros de la familia.

Las DEMUNAS tienen entre sus principales casos de atención, la demanda de alimentos y el maltrato física y psicológico. Estas situaciones marcan la vida de nuestros niños y adolescentes, predisponiéndoles para soportar o descargar violentamente los traumas que llevan dentro en quienes consideran mas débiles o vulnerables.

2.4.4. La pobreza , marginación y exclusión social

Si bien la pobreza no es justificación para la existencia de las pandillas, esta situación si contribuye con ello.

El 60% de las pandillas registradas por la policía proceden de hogares que carecen de condiciones mínimas de vivienda y en un alto porcentaje han abandonado sus estudios por la falta de recursos económicos o la desintegración familiar.

Esta población pertenece a los grupos socio-económicos C, D y E. Además los padres de familia, en un buen porcentaje tienen un bajísimo nivel educativo y la taza de crecimiento supera el 3.0 %.

El ámbito en el que se ven rodeados, influye mucho en el comportamiento de estos jóvenes creados en ambientes de pobreza y confunden su deseo de superación, y a veces buscan ser mejor en sus actos vandálicos.

Relacionamos directamente y necesariamente la pobreza con la delincuencia juvenil donde el desempleo, la falta de vivienda con servicios básicos, la tugurización y la violencia cotidiana son sus principales características.

Los jóvenes que integran las pandillas juveniles son producto de una sociedad que disfruta consumiendo violencia. Reímos a carcajadas, por ejemplo: cuando alguien se tropieza y cae al piso, o cuando doña Florinda le pega a don Ramón, o cuando representan en un sketch a un gay, un down, o una persona del ande. Situaciones y escenas aparentemente pacíficas pero que inconscientemente traen consigo violencia.

2.4.5. Medios de comunicación

Agreguemos además, que la televisión nos proporciona programas que denigran al ser humano, como los tal show; dibujos animados que envenenan la mente de nuestros niños como Dragón Boll Z, Pokémon, etc. y sin mencionar las películas y series donde su principal atractivo son las escenas violentas que tienen gran aceptación en el público.

Es así, que los niños y niñas se hacen hombres y mujeres en un medio de violencia cotidiana, corrupción en casi todos los niveles, falta de valores y un sistema económico paupérrimo que nos hace mirar al mundo moderno mostrándonos cosas que son difícil de adquirir, y que los jóvenes organizados en pandillas buscan maneras ilegales de obtener.

Dentro de esta coyuntura: “donde el sistema económico es agobiante, hay conflictos familiares, la televisión nos proporciona programas que nos convierten en consumidores de violencia, la agresividad de la vida cotidiana; alimentadas además, por la necesidad de un espacio para el protagonismo y reconocimiento social; sirven como base para que los jóvenes se organicen informalmente en las llamadas “pandillas juveniles”.

Recordemos que las muertes violentas encabezadas en la estadística de mortalidad son muchas veces resultado de comportamientos de alto riesgo y fuera de control. [7]

2.5) ¿Qué buscan los jóvenes en una pandilla?

Las pandillas satisfacen tres necesidades básicas del joven según el psicólogo social Federico Tongs: La necesidad de pertenencia, de formar parte de un grupo o comunidad, la necesidad de seguridad en una ciudad que los agrede y margina: y finalmente, la necesidad de reconocimiento social: “Las pandillas responden a esa necesidad de ser protagonistas, de ser alguien en una sociedad de anónimos”.

La crisis de valores familiares y la ausencia de dialogo entre generaciones son también causas que empujan a los chicos a integrarse a una pandilla “Es fundamental el papel de las familias dice-Tong –Al relajarse estos valores a los chicos no les queda otra parte que la calle: Ahí están sus grupos de amigos. También es crucial el papel de los medios de comunicación, que propagan imágenes cada vez mas violentas e intensas.

“El problema de la falta de dialogo entre generaciones siempre a existido; lo que pasa es que hoy es mas grave por que los chicos y chicas no están dispuestos a seguir los dictados de la autoridad adulta; tiene una mayor independencia y unas enormes ganas de descubrir las cosas por si mismos. El ritmo en que viven y los hacen vivir es vertiginoso; necesitan nuevas sensaciones, explorar con más imágenes, cada vez más intensas y emocionantes. Requieren ponerle luces y colores a una vida que normalmente es gris”.

Pertenecer a un grupo y ser reconocido como grupo, es algo importante para los jóvenes. Este espacio permite compartir las experiencias comunes y el valor fundamental de la amistad y la camaradería; puede servir de fuente de apoyo afectivo, moral frente a la necesidad de sentirse parte de algo, de ser reconocidos por pertenecer a un grupo y en esta connotación definimos a la pandilla como un grupo. [8]

2.6) Tipos de pandillas y Barras bravas:

a) Pandillas de delincuentes juveniles.- esos grupos son aquellos que se acoplan para realizar acciones delictivas, o se caracterizan por tener frecuentemente, un comportamiento indeseable, como ausentismo escolar, vandalismo menor y violación de reglas. En la mayoría de casos, estos actos son realizados con el único motivo de atraer la atención negativa de las agencias del orden público, los residentes del vecindario y/o los funcionarios escolares.

Estas se diferencian de los demás grupos de pandillas, tan solo por la única razón, de que aun no han cometido delito grave alguno.

b) Pandillas con fines de lucro.- las ofensas de estas pandillas pueden incluir robo, distribución y venta de sustancias controladas, como la marihuana, cocaína, opio, heroína, etc.

c) Pandillas violentas o de odio.- los agravios de estas pandillas llegan hasta incluir agresiones serias, e incluso, homicidios. Los integrantes de esta, tienen un perfil psicológico muy complicado, ya que presenta frustración, resentimiento y rechazo de por medio hacia la sociedad.

d) Pandilla de barrio.- son agrupaciones que actúan en su propio barrio o jurisdicción, se dedican al guerreo con pandillas aledañas a su zona; justificando su actitud negativa, en el hecho de defender su territorio y así se sienten superiores. Mayormente tienen esa libertad por motivos familiares, los cuales no se encuentran presentes cuando se comportan de esta manera negativa.

e) Las pandillas femeninas.- su participación es múltiple: “guerrean” junto con los varones; auxilian a los heridos en los enfrentamientos a modo de “socorristas”; o actúan como “soplonas”; las que llevan y traen mensajes de alerta de posibles ataques. [7]

Barras Bravas:

Es una manifestación que se hace sentir en nuestro ámbito local los fines de semana o cuando se juegan partidos de trascendencia, ya sean los famosos clásicos del fútbol peruano o aquellos que se juegan por la copa libertadores.

Las barras bravas tienen como dinámica social y movilización los estadios y sus alrededores. Dentro del espectáculo deportivo, ellos son los que ponen el marco de emotividad en la relación que existe entre barra brava (hinchas) jugadores es un binomio inseparable.

El problema se plantea cuando ese fanatismo exagerado por el equipo de sus amores se convierte en violencia y es volcada a las calles, fuera del recinto deportivo. Las barras bravas, una vez que se desconectan de su realidad, sea por efecto del consumo del licor o de las drogas o en algunos casos por ambas cosas, tratan de someter, dañar, agredir o perjudicar, física, psicológica y materialmente a su contrario.

Por un lado apoyan a su equipo, asustan y tratan de ganarles el “vivo” a la barra contraria, con sus gritos y cantos y por otro lado son los que generan la violencia en los estadios. Ellos justifican su posición de violencia por el triunfo (desmanes, si gana el equipo) o la derrota(a quebrar a los contrarios) y de esta manera dañan la integridad de las personas y destruyen muchas veces la propiedad privada.

Por lo general las barras bravas están conformadas por niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Las barras de mayor presencia en el aspecto deportivo nacional son las que se identifican con los clubes de Alianza Lima, Universitario de Deportes, Sporting Cristal, Sport Boys, en Lima y en provincia la de los clubes de Cienciano y Mariano Melgar, de Cuzco y Arequipa respectivamente.

Para finalizar se pueden percibir factores externos alienantes, como por ejemplo emular o imitar a los Holligans ingleses, o insertar en sus banderolas emblemas Neo Nacistas, son elementos externos a nuestra realidad. [5]

2.7) Tipos de delitos que cometen las pandillas juveniles

a) Delitos:

-Homicidio: Es la privación de la vida de una persona por otro.

Las pandillas juveniles cometen homicidio en menor cantidad, esto se da más por causas como son: venganzas, ajustes de cuentas, y enfrentamientos entre pandillas.

-Lesiones: Son heridas causadas por una persona en el cuerpo o en la salud de otra que constituye delito.

Las pandillas juveniles cometen lecciones a las personas que son sus victimas, estas pueden ser de diferentes edades y sexo.

-Exposición al peligro al abandono de personas: Consiste en exponer al abandonar a una persona, el que expone en peligro de perder la vida y a veces acaban con su vida.

-Violación: generalmente son por rencillas en contra de familiares de pandilla contraria.

-Extorsión: Renta que se impone a negocios aledaños al territorio de una pandilla, a vendedores de droga, unidades de transporte y a prostitutas y homosexuales que operan en su zona de control.

-Prostitución encubierta: Explotan a su pareja obligándolas a prostituirse, para poder obtener dinero, el cual casi siempre utilizan para obtener droga.

-Delitos contra la vida.

-Delitos contra la libertad.

-Delitos contra el patrimonio. [5]

b) Faltas:

-Faltas contra el patrimonio: Las pandillas en esta modalidad realizan las siguientes faltas: ingresan a las tiendas, se apoderan de los bienes, ingresan a restaurantes, consumen y no pagan, a sus victimas les sustraen sus pertenecías.

-Faltas contra la persona: Se realizan en plenos asaltos, lesionan con objetos contundentes.

-Faltas a las buenas costumbres: Las pandillas en esta modalidad realizan las siguientes faltas en las calles; andan drogados, ebrios, desnudos a horas prohibidos. Obstaculizan el orden, el transito de los peatones.

-Faltas contra la seguridad publica: La seguridad supone, la protección a la que tienen derecho las personas por vivir en comunidad.

Las pandillas cometen esta falta cuando consumen drogas y ponen en peligro su vida y también la de los demás.

-Alcoholismo callejero. [11]

2.8) Entrevista

A un Joven perteneciente a una pandilla.

a) Datos:

- Apellido paterno: Martínez.

- Apellido materno: Gutiérrez.

- Nombre: Benjamín.

- Sobrenombre: Benja.

b) Cuestiones:

1.- ¿Como fue tu infancia?

Cuando era chibolo era paja, cuando vivía mi viejaza pe y cuando murió en un accidente y ya pe de tiempazo empezó a cambiar todo el con…mare de mi viejo se fue con otra perra y nos dejo a nuestra suerte y empezó todo pe.

2.- ¿Cómo fuiste infiltrándote en ese mundo?

Me metí en esa vaina cuando ya conocí patas de chupa y tono.

Nos íbamos a las fiestas a conocer más patas y como vivíamos solos nos quedábamos solos en cualquier sitio. Empezábamos a chupar, a fumar y en una de esas mi pata “mojote” trae pe la blanca y tomamos esa hu…ada, se metía por la nariz yo ni sabia y cuando estábamos entre patas sin guiíta, ya pe cuadrábamos gente y cuando cuadrábamos a personas le apuntábamos con el filo pe, otros con destornillador y nos daban pe palta a veces y los que no nos daban le sacábamos la mierda en todo el suelo le babeábamos en mancha no nos importaba nada ni que muera. Y de pena le caleteaban mis patas y si era jerma ya pe allí se aplicaba así poco a poco a bese buscando bronca a otras manchas así era bacán, puta que nos sacábamos la mierda a piedrazas y botellazos si un huevón se metía con pana le metíamos filo a otros babosos los chapábamos y le sacábamos todita su ropa y le vendíamos ahí a los mismos patas para la chupa.

3.- ¿Cuantos veces han asaltado tiendas u otras propiedades?

Casi todos los días íbamos al mercado y choreabamos adornos y abarrotes.

Más firme era en la noche, en las jatos que no había nadie nos metíamos que perro con…madre le dábamos pan con veneno y de un ratito ya fue con alambre y clavito abríamos la chapas y candados , choreabamos radios , teles , planchas, todo lo que se podía cargar pe otras huevadas no se sabia como sacar bacán pero no se podía esas hu…adas ¿Cómo se llama?, sofá y refris grandazos por que sacábamos por la pared y si se daban cuenta los vecinos , ya pe a sacar culo pero si huevón sacábamos buena guiíta pa los sábados.

4.- ¿Cuántas riñas mantenido con otros grupos y donde?

Con otros grupos si nos hemos bronqueado a piedrazos, botellazos ya te dije y a veces si un huevon se deja agarrar le metes punta con pana y si lo matas lo matas no importa nada cuando estas huasca o coqueado. La primera bronca era con vampiros hace tiempazo ya pe esos mierdas tenían arma pe y nosotros nos chupábamos por que con esa vaina pe al tiro nos cagaban, pero con pana nos sacamos la mierda y en una de esas a unos de mis patas casi lo cagan pe. Donde, varias, en fiestas chichas pe también van a otros huevones.

5.- ¿Cuántas veces han matado o no personas?

Mi grupo ha matado a varias personas a otros de otras pandillas. Pero lo que me había puesto huevon era cuando matea un pata cuando estaba drogado le metí destornillador en el corazón y lo había enfriado al pata, nos fugamos y los tombos de un rato se aparecen haciendo guardia y nosotros estábamos en la pampa y cuando nos carga el tiro me reconoce el tombo y me caga pe y me mete adentro por un añazo y ahí he aprendido a hacer otras huevadas, antecedentes policiales, puta tengo como mierda. A mi la vida ya me importa una mierda por que vivo solo y solo voy a vivir con mis patas no me importa si me meten a la canasta total yo soy dueño de mi perra vida pe.

6.- ¿Tu te arrepientes de lo que has hecho y quisieras ser nuevamente un muchacho tranquilo?

A veces me arrepiento de lo que hago pero a veces ni mierda pe. Me acuerdo cuando era chiquito y jugaba con los patas en la cuadra todos tranquilos pero la huevad el trauma, cólera que le tengo al m…da de mi padre es como m…da. Quisiera ser un muchacho tranquilo pero no puedo salir de esa huevada; por que esta mi gente con los que vivo y con los que hago todo yo solo, mis hermanos en Lima, Huancayo chambeando y yo robando, pero si no robo, no como, esa es la huevada acá en Lima pe

- De lo que podemos analizar sobre este caso, es que este joven sufrió la pérdida de su madre a muy temprana edad lo que le afecto psicológica y emocionalmente, guardando sentimientos de remordimiento y frustración. Además el abandono por parte de su padre lo hizo involucrarse aun más en este mundo. Otro factor importante viene a ser la soledad que él sentía, lo cual lo llevo a refugiarse en los supuestos amigos de su barrio, llevándolo así por el mal camino de la perdición, que por mas que quisiera salir de este mundo de tinieblas no logra conseguirlo, por estar tan involucrado en este. [10]

Capitulo III

Estructura organizacional de la pandilla y sus códigos

3.1. Niveles de jerarquía

a) “El líder o lideres”.- son integrantes de la pandilla, que comandan o “batutean” al grupo, tanto en los enfrentamientos como en otros momentos. Una pandilla puede tener uno o varios lideres en su interior, pero siempre hay uno que destaca por su iniciativa, temeridad, por ser el mas “avezado” del grupo.

b) El núcleo.- “los activos u orgánicos”. Aquellos que asumen el nombre de la pandilla, la autoridad de los líderes y las reglas, comportamientos y conductas que norman el funcionamiento del grupo, de manera concreta, física y emocionalmente.

c) “La mancha”.- “Los periféricos o simpatizantes.- son los mas numerosos; no actúan permanentemente, pero se identifican con el grupo actuando intermitentemente, pero, sobre todo en los enfrentamientos con otros. Esto sucede mayormente en las barras bravas, manchas escolares y, también, en el barrio, cuando salen a “sacar la cara” por sus compañeros que están siendo atacados. Entre los simpatizantes podemos ubicar también a las chicas como “socorristas o soplonas. [8]

3.2. Tipos de pandilla

a) Pandillas de delincuentes juveniles.- esos grupos son aquellos que se acoplan para realizar acciones delictivas, o se caracterizan por tener frecuentemente, un comportamiento indeseable, como ausentismo escolar, vandalismo menor y violación de reglas. En la mayoría de casos, estos actos son realizados con el único motivo de atraer la atención negativa de las agencias del orden público, los residentes del vecindario y/o los funcionarios escolares.

Estas se diferencian de los demás grupos de pandillas, tan solo por la única razón, de que aun no han cometido delito grave alguno.

b) Pandillas con fines de lucro.- las ofensas de estas pandillas pueden incluir robo, distribución y venta de sustancias controladas, como la marihuana, cocaína, opio, heroína, etc.

c) Pandillas violentas o de odio.- los agravios de estas pandillas llegan hasta incluir agresiones serias, e incluso, homicidios. Los integrantes de esta, tienen un perfil psicológico muy complicado, ya que presenta frustración, resentimiento y rechazo de por medio hacia la sociedad.

d) Pandilla de barrio.- son agrupaciones que actúan en su propio barrio o jurisdicción, se dedican al guerreo con pandillas aledañas a su zona; justificando su actitud negativa, en el hecho de defender su territorio y así se sienten superiores. Mayormente tienen esa libertad por motivos familiares, los cuales no se encuentran presentes cuando se comportan de esta manera negativa.

e) Las pandillas femeninas.- su participación es múltiple: “guerrean” junto con los varones; auxilian a los heridos en los enfrentamientos a modo de “socorristas”; o actúan como “soplonas”; las que llevan y traen mensajes de alerta de posibles ataques. [7]

3.3. Comportamiento del pandillero

La mayoría de los estudios descriptivos de la carrera delictiva señalan una serie de factores individuales y biográficos que caracterizan al delincuente juvenil y que llevan a la conclusión de que el delincuente juvenil es una persona con un gran conjunto de deficiencias, y una de ellas es que comete delitos. Entre tales factores se puede citar, sin ánimo exhaustivo, los siguientes: impulsivo, se deja llevar por sus instintos; afán de protagonismo, siempre buscan llamar la atención de la sociedad con sus actitudes negativas; fracaso escolar, dejan de lado los estudios por estar en la vida del pandillaje , perdiendo el tiempo mayormente en las calles; consumidor de drogas, mayormente entran en este vicio, incitados por los integrantes de mayor tiempo en la pandilla; baja autoestima, por los diversos problemas que acontecen su día a día; agresivos, en la mayoría de los casos se da por la falta de unión de su familia , además de pertenecer a la clase baja , lo que ocasiona que no tengan una educación adecuada para formar su carácter y personalidad; presenta una falta de adaptación social, ya que llevan consigo resentimientos hacia esta; y reflejan una actitud de frustración, ya que se encuentran sin objetivos en la vida, por la falta de apoyo de sus familias y la misma sociedad. [2]

En la escuela, el joven que se une a una pandilla muchas veces muestra señales de su nueva afiliación. Puede usar ropa de la pandilla, o faltarle el respeto a la maestra y a los demás. El nuevo miembro de la pandilla puede intimidar o pelearse con otros estudiantes para reforzar su reputación de “bravo”. Puede elegir una víctima en particular y acosarlo constantemente.

Para establecer una reputación de estar dispuesto a participar en la violencia, se puede convertir en el matón de la escuela. Eventualmente, el nuevo miembro de la pandilla le pegará a su víctima. Pero, antes de hacerlo, anunciará sus intenciones de hacerlo a sus amigos y otros estudiantes, para que puedan ir a apoyarlo y contarle a todo mundo lo fuerte que es. La noticia de estas acciones se difunde rápidamente en la cultura de las pandillas callejeras. El nuevo miembro está estableciendo “respeto” para sí mismo, y para la pandilla. Si no se interviene a tiempo, estas acciones pueden crear un ambiente de temor en la escuela, en su cercanía y dentro de la comunidad.

Cuando está en su casa, es posible que la rebeldía del miembro de pandilla no se manifieste como violencia. Esto depende de la relación que tenga con sus padres y con otros familiares. Sin embargo, si la familia intenta interferir con la participación del niño en la pandilla, fijando límites y aumentando la supervisión, se pueden producir repetidas confrontaciones. Si hay fuertes lazos familiares, muchos miembros masculinos de pandillas siguen manteniendo un grado de respeto por sus madres. A veces las madres pueden tener un profundo impacto sobre una hija o hijo que está involucrado en una pandilla. Aunque el joven resista la influencia familiar, un padre no se debe dar por vencido y continuar dando apoyo familiar. Pero los familiares deben tratar de entender la diferencia entre el apoyo familiar, la negación y la aceptación. [1]

3.3.1. Categorías tipológicas de pandilleros menores de edad

a) Pandilleros con anormalidad patológica.- Los pandilleros por psicopatías vienen ha hacer los que padecen de incapacidad de sentir o manifestar simpatía o alguna clase de calor humano para con el prójimo, en virtud de la cual se le utiliza y manipula en beneficio del propio interés, y de la habilidad para manifestarse con falsa sinceridad en orden a hacer creer a sus víctimas que es inocente o que está profundamente arrepentido, y todo ello, para seguir manipulando y mintiendo.

Consecuencia de ello, es que el menor es incapaz de adaptarse a su contexto y actuar como tal, porque el trastorno de la personalidad que sufre, le impide inhibirse respecto de conductas o comportamientos contrarios a las normas.

El menor psicópata tiende a perpetrar actos antisociales según la orientación nuclear de la propia psicopatía, siendo de destacar en este sentido los actos que expresan frialdad y crueldad por parte del sujeto.

Menores pandilleros por neurosis: la neurosis consiste en una grave perturbación del psiquismo de carácter sobrevenido y que se manifiesta en desórdenes de la conducta, pudiendo ser su origen muy diverso como fracasos, frustraciones, abandono o pérdida de seres muy queridos, etc.

Criminológicamente, el neurótico trata de hacer desaparecer la situación de angustia que sufre cometiendo delitos con el fin de obtener un castigo que le permita liberarse del sentimiento de culpabilidad que sobre él pesa, y esto es también válido para el menor neurótico, aunque sean muchos menos que los adultos. [4]

Menores delincuentes por autoreferencias subliminadas de la realidad: aquí se incluyen los menores que, por la confluencia de predisposiciones psicobilógicas llegan a mezclar fantasía y juego de una forma tan intensa que empiezan a vivir fuera de la realidad. Es precisamente ese estado anómalo el que puede conducirlos a cometer actos antisociales.

b) Pandilleros con rasgos de anormalidad no patológica.- los menores pandilleros, con trastorno antisocial de la personalidad, vienen a ser, cuyas conductas principales son la hiperactividad, excitabilidad, ausencia de sentimiento de culpa, culpabilidad con los animales y las personas, fracaso escolar, y son poco o nada comunicativos.

Una de las principales causa de este trastorno es la ausencia o la figura distorsionada de la madre, aunque tampoco ha de infravalorarse la disfuncionalidad del rol paterno, pues según algunos trabajos, el crecer sin padre acarrea al niño nocivas consecuencias que afectan al campo de la delincuencia.

En muchos casos se trata de menores que viven en la calle, en situación de permanente abandono, porque nos encontramos con menores que, a su edad, acumulan graves frustraciones, rencores y cólera contra la sociedad; y que tienen un mismo denominador común: el desamor, la falta de comprensión y de cariño, así como de atención y cuidado de sus padres.

En definitiva, son jóvenes con una desviada socialización primaria que acaba por abocarles a la delincuencia.

Menores pandilleros con reacción de huida, en este caso se trata normalmente de menores que han sufrido maltrato en el hogar y por ello abandonan el mismo. Son menores psicológicamente débiles, y que en lugar de responder a la agresión, eligen la huida sin plazos, y casi siempre sin rumbo.

Ese alejamiento les hace propicios al reclutamiento por parte de los responsables de la delincuencia organizada, que les escogen para llevar a cabo actuaciones simples pero de gran riesgo como el transporte de drogas en su propio cuerpo. [4]

c) Pandilleros estadísticamente normales.- Son aquellos afectados por situaciones disfuncionales que no perturban de manera especialmente anormal, ni la conciencia, ni la capacidad espontánea de decisión ni la emotividad o afectividad. Esta sería la categoría que englobaría a la mayor parte de los menores delincuentes, entre los que podemos incluir, sin ánimo exhaustivo, los siguientes:

- Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano, etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiológicas que producen la preadolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio.

- Los que cometen pequeños hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmación personal frente a compañeros, creyendo suscitar en ellos admiración.

- Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer, siendo incapaces de resistir a sus estímulos seductores.

- Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas. [4]

3.3.2. Teorías psicológicas sobre el pandillaje

Estas teorías se centran de forma predominante en los aspectos personales del delincuente, considerando como causas de su desviación, tales factores como el desequilibrio afectivo del joven, la antipatía, el sentimiento de culpa o de aislamiento, así como las deficiencias de inteligencia y otros rasgos individuales.

Desde la perspectiva de las teorías del aprendizaje y del conductivismo, la delincuencia se considera, en cuanto a forma de conducta social desviado, como un resultado anómalo del proceso de acondicionamiento a que la sociedad somete a sus miembros, y por medio del cual se desarrolla en los individuos una estructura de personalidad determinada.

Así, durante la infancia los padres van asociando aprobaciones y premios para reforzar y desarrollar las reacciones que esperan promover en el niño, y castigos o recriminaciones para inhibir las conductas reprobables. Mediante este proceso de acondicionamiento del niño a las costumbres sociales, el individuo es capaz de renunciar a ciertos deseos e impulsos, ya que la ejecución o satisfacción de los mismos va aliado a sentimientos angustiosos que se desprenden del acondicionamiento adversivo impuesto en la niñez.

Estas sensaciones de aguda malestar actúan como una poderosa resistencia psicológica que se opone a la realización de aquellos impulsos prohibidos, y constituyen la base de la conciencia moral.

Según ello, la persona, que, a causa de su incapacidad de acondicionamiento, no puede dar respuestas morales y sociales (previamente establecidas), tendrá más probabilidades de convertirse en un delincuente.

Comprobando esta teoría: Un adolescente en quién todos sus instintos agresivos (o no permitidos) han sido reprimidos y, por tanto, no se convertirá en un delincuente, sino en un individuo con otro tipo de síntomas neurológicos debido a su represión inconsistente. O bien, nos encontraremos con un sujeto que “no hace nada si no a cambio de algo”, lo cual se asemeja a una variable familiar de la delincuencia, el chantaje a los padres, que el adolescente intenta en muchos momentos con el propósito de conseguir lo que le interesa a cambio de dar su adaptación a ciertas normas sociales a educativos. [3]

3.4. Espacio de interacción

3.4.1. Imagen externa

a) Vestimenta.- Alguna vestimenta común en las pandillas, como el uso pantalones tres cuartos y medias hasta las rodillas, se ha convertido en un estilo popular para muchos jóvenes de todo el país. Muchos de estos jóvenes no son miembros de una pandilla. Cuando una persona que no pertenece a una pandilla se viste con ropa de pandilla, los verdaderos miembros de pandillas pueden creer que esa persona es parte de una pandilla, y eso la puede poner en peligro.

Otras pandillas prefieren pantalones anchos o “caídos”, o gorros de béisbol puestos en ángulo. Algunos usan marcas específicas de zapatos, pantalones, camisetas o ropa de deportes profesionales. La pandilla puede elegir una universidad o equipo profesional de algún deporte, porque el logotipo, la combinación de colores del uniforme, o las iniciales del equipo tienen un significado específico. El uso de este tipo de ropa “normal” puede ocultar de los padres, maestros y la policía que sean miembros de pandilla.

Otro ejemplo del estilo de vestimenta de las pandillas son las camisas escocesas Pendleton, que se pueden usar sueltas o afuera de los pantalones. Las camisas Pendleton se han convertido en un tipo de uniforme de pandilla. Una pandilla puede llegar a elegir

un color de camisa Pendleton en particular. También pueden escribir o bordar graffiti, símbolos, mensajes o los nombres de pandillas en las camisetas, sudaderas, chaquetas, pantalones y gorros de béisbol. Otros artículos que los identifican pueden ser hebillas de fajos con las iniciales de la pandilla, llaveros, chaquetas de equipos de deportes y pañuelos rojos o azules que se llaman “trapos”. El color de la ropa depende del tipo de pandilla que sea. Los pantalones de color caqui con una camiseta blanca se consideran un uniforme neutro. Algunas pandillas dejaron de usar sus colores de identificación para engañar a los agentes de la ley.

No todos los miembros de una pandilla visten o actúan de manera obvia, así que no se los puede reconocer inmediatamente por su vestimenta. Cualquier persona puede usar ropa del estilo de las pandillas. Por lo tanto, no se debe usar la vestimenta del mismo

estilo de una pandilla como la única prueba de membresía. [5]

b) Señales de mano.- Las antiguos tríadas chinos usaban señales de mano para demostrar su membresía. Actualmente, las señales de mano se pueden usar como un saludo a otro miembro de la misma pandilla, como una manera de desafiar a una pandilla rival o para intimidar a personas que no pertenecen a una pandilla. Las señales de mano varían, dependiendo del tipo de pandilla que las use.

En general, forman letras del alfabeto o números con sus dedos y manos. Los miembros de las pandillas hacen señales de mano a otros ciudadanos, a la policía y a otros miembros de pandillas. A veces, esto se llama “tirar una señal”. A veces se cuenta una historia usando señales de mano; algunas pandillas a esto le dicen “apilar”. [10]

c) Joyas.- Las joyas que usan las pandillas pueden ser caras o baratas. Ciertas pandillas usan joyas llamativas, como cadenas de oro muy pesadas en forma de cuerda, aretes, y grandes anillos de oro o diamantes. Algunas joyas pueden tener diseños únicos en forma de anillos, collares o pulseras. Los diseños pueden ser números o símbolos asociados con una pandilla en particular. Por ejemplo, las pandillas hispanas del norte de California y los Latin Kings de Chicago usan la estrella de cinco puntas. Las máscaras con una cara feliz y una triste se usan para indicar el estilo de vida de las pandillas – “sonríe ahora, llora después”. Algunos miembros de pandillas también pueden usar símbolos religiosos, como cruces. Los símbolos religiosos no tienen nada que ver con la vida pandillera, pero pueden simplemente reflejar una creencia en una religión en particular. [4]

d) Armas.- Las armas que usan las pandillas pueden incluir bates de béisbol afilados, pedazos de tubería con cinta adhesiva en las puntas, pulseras con puntas, productos químicos lacrimógenos, navajas, revólveres, una escopeta recortada y armas de fuego automáticas, como ametralladoras Uzi, rifles AK-47, pistolas o revólveres semiau-tomáticos de 9 mm. Los miembros de pandillas también han usado bombas caseras y cócteles Molotov. En algunos casos los miembros de pandillas han sido arrestados con granadas de mano. También pueden usar armas fabricadas con sustancias no metálicas, como navajas de plástico. Éstas pueden pasar fácilmente por un detector de metales. Las armas también se pueden ocultar, como una navaja en una lapicera o en un tubo de lápiz labial, o en el conducto de aire acondicionado de un carro. Los revólveres se han ocultado en cámaras de video, en los medidores de presión de aire de las llantas de carros, comunicadores y hasta en los teléfonos celulares. [4]

e) Tatuajes.- Los tatuajes pueden ser señal de asociación con una pandilla o del origen geográfico de la pandilla. Los tatuajes pueden ser burdos o elaborados, y se pueden colocar en cualquier parte del cuerpo. Pueden ser números como 666 (la marca de la bestia), 14, 13 ó 88 (la octava letra del alfabeto, H). Para los supremacistas blancos,

88 se refiere a HH, o “Heil Hitler”. Los tatuajes también pueden indicar el nombre de la pandilla, usando letras del alfabeto para abreviarlo. También, las letras del alfabeto se pueden usar para indicar la filosofía de una pandilla en particular. Por ejemplo, SWP puede significar “Supreme White Power” (Poder Blanco Absoluto) o “Salvadorians With Pride” (Salvadoreños Orgullosos). El tatuaje puede ser de un personaje de una tira cómica, como un buldog o un criminal famoso. Los tatuajes de pandillas han incluido dibujos de animales salvajes como panteras o tigres, o animales míticos como los dragones. Otros tatuajes de pandillas pueden ser una corona con cinco puntas o una estrella con cinco puntas.

Estos símbolos normalmente no significan nada para una persona que no pertenece a una pandilla. Sin embargo, para los miembros de pandillas son un código que identifica la pandilla y su afiliación, y también identifica las pandillas rivales. Y, es una manera de afirmar su membresía. Algunos de los miembros de pandillas usan sus cuerpos como un lienzo más para dibujar su graffiti. [10]

f) Mutilaciones en el cuerpo.- Algunos miembros de pandillas se hacen cicatrices en el cuerpo a propósito, en lugar de ponerse tatuajes. Algunos hasta se queman las manos, brazos y piernas con cigarros para demostrar que son miembros de una pandilla. Las cicatrices de las quemaduras pueden formar patrones específicos, como tres puntas o cinco puntas. El acto de quemarse demuestra que la persona está comprometida con su pandilla. A veces un miembro de una pandilla puede quemarse el símbolo de la pandilla con hierro candente en alguna parte de su espalda o sus brazos. Otros pueden usar un cuchillo o una hoja de afeitar para hacer diseños o dibujos en sus cuerpos. Éstos después forman grandes cicatrices. Las variaciones genéricas de tatuajes de pandillas, o las mutilaciones del cuerpo, no son por sí solos pruebas de membresía en una pandilla.

Estas señales genéricas se pueden usar en combinación con otros tatuajes, marcas o quemaduras específicas de una pandilla para ayudar a determinar las membresía. [5]

g) Graffiti.- Las pandillas usan graffiti para identificarse, e identificar su territorio. Usan graffiti para marcar su territorio, declarar su lealtad a la pandilla, difundir la reputación o el poder de la pandilla, declarar su presencia, desafiar a rivales y anunciar las alianzas entre pandillas. El graffiti también se usa para intimidar a las personas que viven en una zona controlada por una pandilla. El graffiti también se puede usar para comunicar mensajes y demostrar alianzas o conflictos entre pandillas. El graffiti puede difundir el nombre de una pandilla, el sobrenombre de uno de los miembros, una declaración de lealtad, una conmemoración de un miembro asesinado, amenazas, desafíos o advertencias a pandillas rivales; o una descripción de actos criminales en los que participó la pandilla.

También se pueden encontrar graffiti de pandillas en las paredes, bardas y casillas de correo de los barrios. También puede aparecer en la vestimenta, zapatos deportivos, carpetas, vasos de plástico, fotos y en las paredes de su cuarto. El graffiti se puede disimular para mantenerlo oculto de los padres. El graffiti vendría a ser el equivalente del periódico en la cultura pandillera. El color del graffiti también puede ser un indicio del tipo de pandilla que opera en una zona. . La mayoría del graffiti de las pandillas se escribe con pintura negra, pero en general los miembros de pandillas que escriben los graffiti con cualquier color de pintura que tengan disponible. En la cultura de las pandillas, no se deja nunca un insulto sin contestar. Una manera de insultar o faltarle el respeto a una pandilla es tachándole su graffiti.

También se puede usar el graffiti por otras razones. Si aparecen ciertos símbolos o palabras en el graffiti de pandillas de cabeza rapada, puede ser prueba de un delito de odio. El graffiti de odio tiene la intención de causar miedo e intimidación a todo un grupo minoritario, aunque el ataque de graffiti se dirija a una sola víctima. Además, los “plaqueros” pueden usar el graffiti para ganar fama y notoriedad. Los “plaqueros” eligen nombres, refranes y gráficos para tratar de crear una identidad y hacerse conocer. Su delito más común es el vandalismo y a menudo atacan lugares muy visibles, como vehículos de transporte público, carteleras, bancas, paredes y señales de las carreteras.

El graffiti de las pandillas hispanas muchas veces se escribe en letras inglesas antiguas, y tiene tendencia a ser muy estilizado. Algunas pandillas asiáticas, en particular las

pandillas laosianas y camboyanas, usan un estilo de bloque para escribir graffiti. El graffiti de las pandillas afronortamericanas y blancas tienen tendencia a ser parecidas, ya que usan un estilo muy simple de escritura, si bien el graffiti de los cabeza rapada puede incluir símbolos racistas y lenguaje gráficamente violento. El color del graffiti puede indicar afiliación con una pandilla. Los Crips usan azul y los Bloods usan rojo. El graffiti también puede adoptar las características de una pandilla en particular, como un símbolo único o el uso de números o letras.

Las pandillas destrozan propiedad pública y privada a propósito para elevar su reputación. El graffiti causa preocupación no sólo por los daños a la propiedad sino también por la violencia que desata. Algunos adultos creen que no se tienen que preocupar tanto por el graffiti que haya en su barrio. Creen que el graffiti es de una banda de “plaqueros”, en vez de una señal de la presencia de una pandilla. No obstante, la presencia de cualquier tipo de graffiti puede indicar que hay una pandilla presente y puede ser una valiosa fuente de información para los agentes de la ley y los miembros de la comunidad. El graffiti es una actividad pandillera, ya sea que fuera escrito por miembros de una pandilla callejera, por “plaqueros” o por “pandilleros plaqueros”.

Cuando un barrio está marcado con el graffiti de una pandilla, ese graffiti indica su dominio sobre el territorio, y toda la zona y sus habitantes pueden ser posibles blancos de violencia, porque las pandillas rivales a veces identifican a todos dentro del barrio como parte de la pandilla, y por lo tanto los consideran como una posible amenaza. Cualquier persona en la calle o en su hogar puede convertirse en un blanco de los ataques de pandillas rivales desde sus carros. [5]

3.5. Códigos

a) “Lenguaje y valoración”.- En el caso jóvenes pandilleros, existe un sistema de recompensas, sanciones y obligaciones alrededor de quienes sí cooperan juntos y de quienes optan por no cooperar. Sistema de valoraciones cuya huella está registrada en la jerga de estos jóvenes.

En la jerga de los jóvenes pandilleros, la palabra “sano” sirve para referirse a aquel chico que no participa de las típicas actividades de una pandilla. Y si es que alguna vez lo hubiera hecho, consideran que lo hizo por compromiso, sin ninguna convicción, y al término de su actuación no le quedaron ganas de volver a hacerlo. Podemos decir que con esa palabra estarían siendo etiquetados aquellos jóvenes que, a pesar de vivir en los mismos barrios pobres y peligrosos, sus apuestas de vida se mantienen dentro de lo socialmente aceptado.

Aquellos jóvenes considerados sanos reciben ese adjetivo calificativo principalmente en función de la mezcla de satisfactores elegidos por ellos: no hacen cosas que la ciudadanía reprueba. Esto no quiere decir que las relaciones con estos jóvenes sean difíciles o inexistentes. Existen vínculos entre los jóvenes considerados sanos y los miembros de la pandilla, pero estos vínculos son débiles con respecto a la importancia y frecuencia de los intercambios. Teóricamente se puede afirmar que entre las partes no hay mayores obligaciones y se podría decir que el nivel afectivo es bajo.

“Solo” es el término con el que los miembros de una pandilla sancionan a aquel vecino que está totalmente desvinculado con ellos y que no demuestra ningún interés por vincularse. Es fácil deducir que los jóvenes considerados “solos” no reciben el mismo trato que los jóvenes considerados “sanos”, ya que, se trata de vecinos que con sus actos parecen decirles que no los necesitan, que tienen otros intereses, que a ellos no les importa ni sus vidas ni sus destinos. Mientras la sociedad considera a los jóvenes “solos” como “tranquilos” por ser lo opuesto a sus peligrosos vecinos, ellos los consideran “sobrados”, es decir autosuficientes y hasta “soberbios”, ya que ni siquiera les hablan. [11]

b) “Participación y reconocimiento”.- En el lenguaje de los pandilleros no existe ninguna palabra del tipo “jefe”. Se puede afirmar que dentro de estos grupos de jóvenes se vive una especie de ilusión de igualdad y solidaridad. No hay palabras para señalar personas de carne y hueso. Solo palabras para expresar el ideal y su opuesto.

La palabra “parador” expresa la categoría ideal del compañero, lo que todos debieran ser. La palabra viene de “estar parado”, “detenido”. De “parar” o “detener” al barrio rival. En los combates callejeros los jóvenes que siempre están adelante son señalados por el resto de esa manera. Se trata de los compañeros que en esas circunstancias representan el máximo de seguridad posible. De ellos se espera que no corran (pase lo que pase, esté quien esté al frente), que no permitan que capturen a algún miembro del grupo, que recojan del suelo a los caídos antes que llegue la turba contraria. Así se denomina a los que más se ajustan a la norma ideal de reciprocidad.

Dentro de la jerga de estos jóvenes, la palabra aflojar es el antónimo de la palabra parar. “Aflojador” o “aflojón” es la palabra que designa a aquellos en los que no se puede confiar en una situación de peligro. Aquellos que nunca están ni remotamente cerca de la primera línea o aquellos que desaparecen rápidamente de la escena cuando las cosas parecen complicarse.

Hay que tener en cuenta que parador es una palabra que el colectivo utiliza para recompensar al compañero. Nadie utiliza esa palabra para referirse a sí mismo. Tampoco se dice frente a frente. Es un tributo que sirve para recompensar a un ausente ante terceros. Es usual escuchar que alguien diga de un compañero que no está presente algo así como: “ese pata es paradorazo”. Pero nunca le va a decir “tú eres un parador”, a menos que se trate de un sarcasmo. Lo que sí vamos a escuchar es: “aquí todos paramos”, con la intención de decir que todos son iguales, que en ese barrio todos se involucran de la misma manera. También es posible escuchar “allá todos paran” cuando se habla de otro barrio, enemigo o amigo, como una especie de reconocimiento al valor ajeno. Algo así como: “yo lo pensaría dos veces antes de ir hacia allá”.

Una de las recompensas que pueden encontrar los participantes de estas actividades es el reconocimiento. El guerreo es aquel momento especial en donde se reafirma la existencia social que se obtiene al ser parte de una red de intercambios. Quien no participa no es aplaudido, no es valorado socialmente por sus pares.

Así como el ingreso al grupo consiste un largo y emocionante proceso de vinculaciones y compromisos, se puede afirmar que la salida es otro largo proceso en el cual la intensidad y la frecuencia de los intercambios va disminuyendo hasta lograr cierta “independencia” frente al grupo. En la jerga de la cárcel plantarse significa abandonar las actividades delictivas. Palabra que nos hace pensar en algún jugador de cartas que decide ya no seguir arriesgando. En el caso específico de la jerga de estos jóvenes, y desde la perspectiva de las recompensas colaterales, se puede decir que esta palabra (plantarse) les sirve para señalar aquel momento en el que finalmente la prudencia le ganó a la fascinación. [7]

c) “El guerreo y sus recompensas”.- Desde su jerga, estos jóvenes denominan guerreo o guerreada al acercamiento de dos masas de individuos provistos de objetos punzo cortantes, piedras y palos, con el objetivo de capturar a algún miembro de la masa contraria. Los que se encuentran delante de ambas masas se miran las caras, esquivan las piedras y tratan de atrapar a algún contendor. Pero, al mismo tiempo, impiden que alguno de los suyos sea absorbido.

Los grupos se llegan a acercar bastante, a veces, a escasos dos o tres metros de distancia, pero nunca el enfrentamiento es cuerpo a cuerpo. Muy raras veces sucede eso y, cuando sucede, la confusión es generalizada, por muy breves instantes el pánico se funde con la ira, todos tratan de salvar su propio pellejo e inmediatamente los involucrados intentan volver a distanciarse. Lo hacen corriendo desesperadamente en pequeños grupos que se buscan y se van sumando hasta recomponer el colectivo.

“Apadrinar” es la palabra con la que estos jóvenes designan la intervención de un tercero que tiene como misión restablecer el equilibrio en una relación que en opinión de los involucrados ha tomado matices de abuso. Acción que la mayoría de veces termina generando un nuevo desequilibrio mediante un nuevo abuso. Con este término se describe la acción de un tercero “justiciero”. El padrinazgo puede ser entendido como una forma institucionalizada de transmitir de una generación a otra los conocimientos y las soluciones desarrolladas entre agentes socializados de la misma manera, que han abrazado elementos identitarios comunes y que han tomado decisiones parecidas. Importa poco el origen del conflicto en el que se hayan involucrado sus compañeros de grupo, lo que realmente importa es respaldar al compañero frente a una situación de peligro. En el futuro se va a esperar la misma reacción por parte del resto del grupo. Estas peleas se convierten en momentos en los que se puede trabajar con el cuerpo y experimentar sensaciones que difícilmente se encuentran en otros momentos de la vida cotidiana: esquivar piedras, sentir dolor o causarle daño a un otro desconocido. Además, se encuentra la posibilidad de sentirse poderoso gracias al respaldo de un colectivo dispuesto a todo: los participantes pueden sentir poder, más allá de la edad, de los atributos físicos o de la condición económica.

Hay que agregar que los “guerreos” ofrecen la posibilidad de conseguir prestigio y escapar del anonimato. Lo primero que hace un niño recién iniciado en estas luchas colectivas, cuando finalmente logra estar en primera fila (gracias al entrenamiento constante y la consecuente habilidad para manejar el miedo) es gritar su nombre junto con el nombre de su barrio o pandilla frente a los contrincantes. Es una de sus pocas maneras de “existir” frente a un otro enemigo o frente a los otros que se consideran significativos. Una de las pocas maneras de ser considerado alguien “importante” por los amigos del barrio.

Finalmente, podemos agregar también a nuestra lista, la posibilidad de construir colectivamente una especie de institucionalización incipiente. Al participar de violentos enfrentamientos colectivos, estos jóvenes pueden construir de manera imaginaria un pasado glorioso en el que han luchado otros hombres que crecieron en el mismo lugar y que ven el mundo de la misma manera. [8]

Capitulo IV

Rehabilitación y opciones que se le presenta a un pandillero

La rehabilitación es un proceso muy importante y dependerá mucho de la institución que la brinde, como también del joven pandillero. Aquí se busca habilitar o restituir al joven a su anterior estado, para que pueda integrarse como una persona de bien a la sociedad.

4.1. Apoyo institucional

4.1.1. Instituciones estatales y particulares:

Hasta la década pasada, en nuestro país la justicia penal juvenil se centraba en la reclusión de los jóvenes infractores en reformatorios o centros cerrados donde se les privaba de su libertad. "Al salir de estos centros, los chicos (a los que no se les había educado, ni hecho ver sus errores) en muchas ocasiones reincidían. Otras veces, al ser detenidos, “arreglaban” con los policías y volvían a lo mismo. Ambos mecanismos llevaban al círculo de la violencia",

Por eso, desde hace tres años, Schmitz implementó en el Perú el proyecto juvenil Justicia Restaurativa, a fin de reinsertar a los chicos infractores a la sociedad mediante un trabajo de prevención y formación educativa en un centro de rehabilitación abierto. En coordinación con el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y la Municipalidad de El Agustino, entre otras instituciones, han atendido a más de 600 chicos en tres años. De ellos, menos del 8% ha reincidido. Y eso gracias, también, al trabajo de José Ignacio Mantecón (más conocido como el padre 'Chiqui'), quien desde hace 12 años trabaja con pandilleros de la zona, con los que logró formar la Asociación Martín Luther King.

"El gran problema de la sociedad es que ve a los jóvenes como problema, no como posibilidad. Hay que trabajar con ellos, meterse en su mundo, entenderlos", recomienda el padre 'Chiqui'. Sin embargo, el dilema surge al salir de los centros de rehabilitación, de los reformatorios o las cárceles. ¿Qué hacer? "Muchos de ellos vuelven a su lugar, no encuentran opciones de desarrollo, y vuelven a lo mismo. Es lo único que les queda".

Y es que sin oportunidades reales para reinsertarse en la sociedad, de nada sirve haber pasado por un reformatorio, centro de rehabilitación o cárcel. Al final, siempre se volverá al infierno de las calles, donde lo único que queda es soportar la delincuencia y sobrevivir en un inframundo donde impera la peor de las leyes: la de la selva.

También el Poder Judicial cuenta con nueve centros juveniles cerrados a nivel nacional, con una población aproximada de 1200 adolescentes internos, de los cuales el 37% se ubican en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima (ex “Maranguita”). “resocialización” por “las vías del buen encauzamiento”. Esto, sin embargo, implica algunos problemas. Por un lado, dicha “resocialización” no siempre funciona, y aunque funcionara la pregunta es ¿éste asunto obedece a un problema individual o también a una estructura social más compleja? Si se tratase de un problema patológico de desadaptación individual “las vías del buen encauzamiento” podrían hacer que dicho individuo se reintegre readaptado a la sociedad.

El problema es que el individuo se reintegra a un espacio que tiene condiciones diferentes al modelo de readaptación: ¿el individuo es readaptado para vivir en un contexto como el que vive, violento, inseguro? ¿Se le readapta para vivir en qué lugar?

Por otro lado, la figura del reformatorio o de la cárcel peruana imita discursivamente el modelo correccional y de resocialización, pero en la práctica siguen siendo espacios de suplicio, en donde difícilmente se aprenden las labores del “buen encauzamiento”. Del mismo modo, para muchos “internos”, el reformatorio o la cárcel resultan ser el lugar de aprendizaje de nuevas técnicas de delincuencia o transgresión, conocimiento y contacto con nuevas redes de criminales. Es decir, en lugar de “resocializar” en el sentido del “buen encauzamiento”, el modelo carcelario local “socializa” en el modelo de la transgresión, es un espacio de aprendizaje y adaptación a lógicas criminales. Si bien es una caricatura, la analogía entre Maranguita y el pre-grado, San Jorge y la Maestría, Lurigancho y el Doctorado, permite ilustrar la idea.

El tema reside en que es importante pensar los mecanismos de “readaptación” de los individuos en correlación con sistemas de organización social de los espacios culturales en el que los sujetos viven. Reinsertar a un sujeto “resocializado” en el modelo ideal en un espacio en el que la violencia, la criminalidad y la inseguridad resultan ser elementos centrales de la vida cotidiana no solo deja desprotegido al propio individuo, sino que olvida que la vida social implica siempre un contexto práctico. Asimismo, pretender el modelo “resocializador” en un espacio penitenciario que resulta, más bien, campo de suplicio resulta contraproducente y permite a los individuos conocer en lugar de mecanismos para alejarse de la criminalidad, nuevos mecanismos de la violencia y de la transgresión. El campo social y sus redes, la vida individual y el espacio penitenciario no pueden pensarse por separado si es que se pretende comprender las lógicas criminales y delincuentes. [12]

Otro de los lugares es la “Fundación Tierra de Hombres”, que funciona en El Agustino desde hace tres años. Sirve de refugio para los menores de 18 años que hayan cometido alguna infracción y tengan la voluntad de rehabilitarse.

La parroquia de Manchay también cuenta con un centro de rehabilitación de jóvenes pandilleros a los cuales viene ayudando desde hace muchos años y ha tenido buenos resultados.

CEDRO, organización peruana privada sin fines de lucro ayuda también en el pandillaje, fundamentalmente en el tema de las drogas. Nace en 1986 gracias a una iniciativa de peruanos y peruanas de diversas profesiones y quehaceres. La institución innova, desde su inicio, ya que su aproximación no se circunscribe a la prevención del uso de sustancias psicoactivas, si no que tiene como objetivo fundamental crear conciencia sobre la cadena producción-tráfico-consumo, a través de estrategias directas y de comunicación masiva.

Tres grandes ejes animan el trabajo de CEDRO: 1) El respeto por la iniciativa comunitaria que se plasma en redes de actuación, desde la propia realidad, incluyendo la socio cultural. 2) La inclusión de los sectores más diversos, con un manejo creativo de las diferencias y 3) la producción de conocimiento a través de investigaciones y de la sistematización de la experiencia en campo.

La institución mantiene un intercambio fluido a nivel nacional e internacional, con actores y agentes varios de países y entidades, lo que a su vez potencia las acciones y políticas en el campo de las drogas, dentro de un panorama de respeto a los derechos humanos, a la ecología y a la libertad individual, sin perder de vista un mundo globalizado e interdependiente. Ello permite que CEDRO fomente, entre las diversas poblaciones, un liderazgo democrático que mantiene un diálogo permanente y a la vez renovado Abuso de Drogas (CEDRO), organización peruana privada sin fines de lucro, nace en 1986 gracias a una iniciativa de peruanos y peruanas de diversas profesiones y quehaceres. La institución innova, desde su inicio, ya que su aproximación no se circunscribe a la prevención del uso de sustancias psicoactivas, si no que tiene como objetivo fundamental crear conciencia sobre la cadena producción-tráfico-consumo, a través de estrategias directas y de comunicación masiva. [12]

PROMUDEH, Coordina programas para aumentar la competencia personal y social de los niños y jóvenes en habilidades para enfrentar la vida, a través de actividades productivas, las cuales evitaran desocupación. También forma parte del directorio de contradrogas.

INABIF, realiza acciones orientadas a la rehabilitación y reeducacion de niños y adolescentes en circunstancias difíciles propiciando su reinserción familiar y social. brinda atención integral básica, terapéutica y actualmente esta formulando un plan de mejora de calidad para la capacitación productiva de la población juvenil.

Asociación Martín Luther King.- Ante la ausencia de protección familiar, el escaso apoyo escolar, la falta de alternativas para utilizar adecuadamente el tiempo libre y las dificultades para encontrar un empleo digno que sufren estos niños, adolescentes y jóvenes, la sociedad, en sus diferentes ámbitos, tiene que asumir el papel de agente subsidiario para protegerlos, encaminarlos y atender sus necesidades afectivas, materiales y sociales. Una respuesta a tiempo y adecuada significa rescatar a un inmenso contingente de jóvenes para la vida productiva y social del país. En la tarea de rehabilitación e inclusión, hay que tener en cuenta que los programas educativos, recreativos, de empleo, de acompañamiento personal, etcétera deben ser adaptados a la especial situación personal y social de estos jóvenes. En el caso de la educación desescolarizada, ha constituido un gran acierto adaptar el sistema del IRFA a la realidad concreta de los alumnos. Se ha pasado de un sistema radiofónico a un sistema presencial con profesores voluntarios que atienden tareas pedagógicas, y además también se ocupan - y muy especialmente - del acompañamiento personal y la reconstrucción de los hábitos de estudio. En el aspecto recreacional deportivo, no basta con dar una pelota para que los jóvenes jueguen o apoyar su participación en campeonatos. Es preciso entender el deporte como un aspecto importante en la formación personal y social de los niños, adolescentes y jóvenes. Por eso el fracaso, pienso yo, de las losas deportivas que han proliferado a lo largo y ancho del país. No han significado nada, o casi nada, en la creación de hábitos sanos para nuestra juventud. En muchos casos, se han convertido en un negocio, en un lugar donde únicamente juegan los más fuertes; y en muchas otros casos, en un espacio de encuentro para consumir drogas y alcohol. Por eso, las losas frecuentemente son consideradas zonas peligrosas.

El proyecto ya está aprobado, se cuenta con el local y estamos dando los pasos para que se haga realidad lo más pronto posible.

Para los jóvenes con problemas, es una fuente de esperanza saber que, tanto en la Asociación MLK como en la parroquia, hay personas dispuestas a escucharlos y tratar de ayudarlos a abandonar su adicción. Son muchos los jóvenes y sus familias que acuden para ser atendidos en sus angustias. Creo que, en gran cantidad de veces, ellos encuentran esa luz al final del túnel. La Asociación MLK, y las otras que surgieron siguiendo su ejemplo, nacieron para atender el problema de las pandillas. Una vez enfrentado y en parte solucionado este problema, la Asociación MLK, desde sus diferentes líneas de acción, se ha abierto a todo tipo de niños, adolescentes y jóvenes. Esto les ha quitado el sambenito de ex pandilleros a los miembros de la asociación. Ahora bien, siempre hay y habrá una especial consideración con los muchachos que tienen problemas, que reciben una atención especializada. Algo que se debe tener en cuenta es que sólo se puede ayudar a las personas que quieren ser ayudadas. La Asociación MLK es un referente en el distrito. [12]

Defensoría del Pueblo

• Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social

• Instituto Peruano del Deporte

• Interbank (Carlos y Gabriela)

• DeporLima

• Club San Martín de Porras

• Federación Peruana de Fútbol

• Lancaster

• Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).

Todos han realizado una gran labor y en algún momento han puesto su granito de arena para estar presentes junto a este sector marginado de la población juvenil del Perú. Y todos lo han hecho sin pedir nada a cambio.

Otra lección que se puede sacar es que la existencia de las pandillas juveniles violentas no es una cuestión que se pueda atacar sólo desde la represión. [12]

4.2. Integración personal, familiar y social

Luego de que el joven logre su rehabilitación en algún centro, dependerá de él fundamentalmente, para lograr su rehabilitación completa, ya que es él quien decida finalmente, no volver a realizar actividades negativas, en este caso el integrarse a una pandilla nuevamente. Deberá tomar conciencia sobre la nueva oportunidad que se le brinda para mejorar su vida.

A su vez la familia deberá de brindarle su apoyo y hacerle saber que es un miembro importante en la estabilidad de su familia.

La sociedad también debe de contribuir en la reinserción del joven, evitando discriminarlo por su condición de expandillero, y más bien alentándole y brindándole nuevas oportunidades para su vida. [6]

4.3. Opciones funcionales y disfuncionales

Opciones funcionales:

4.3.1. La edad:

Generalmente los jóvenes integran una pandilla hasta promediar un máximo de 25 años. Por ello decimos que la pandilla es una etapa de socialización por la que algunos adolescentes y jóvenes de sectores populares optan y a través de la cual entran en contacto y conocen a diferentes actores sociales. A medida que el pandillero aumenta en edad, las vivencias que estos tienen con el grupo resultan menos significativas y empieza a despertar en ellos otros intereses, y por ende buscar nuevas experiencias en otros espacios. El lugar que deja el pandillero saliente es ocupado por un nuevo precoz adolescente deseoso de integrar el mundo pandillero. De esta manera, la pandilla del barrio se perpetúa en el tiempo, y son las diferentes generaciones de jóvenes pandilleros que se encargan de darle vida.

4.3.2. La paternidad:

El ser padres, en su mayoría de veces de manera imprevista, produce un fuerte impacto en la vida de los pandilleros. El estar próximo a constituir una nueva familia genera en el joven temor y a la vez expectativas; ya no son los jóvenes sin responsabilidades sino ahora son los encargados de criar un niño. En su mayoría de los casos esto motiva que los pandilleros dejen definitivamente el grupo con el objetivo de "darle a su hijo un futuro mejor."

4.3.3. El trabajo y el estudio:

Al avanzar en edad los pandilleros ven más urgente satisfacer sus necesidades diarias, y si no optan por la delincuencia, se dedican entonces más seriamente al trabajo a tiempo completos. Como la mayoría de ellos no ha concluido la secundaria, procuran terminarla de forma acelerada para luego estudiar algo técnico y de esa manera desempeñarse laboralmente con un oficio. Otros inician un negocio propio o trabajan en el negocio de la familia.

4.3.4. Nuevos espacios y redes:

Los pandilleros pueden tomar contacto con personas e instituciones ajenas al mundo pandillero, los cuales son un factor que influencia en el alejamiento de este. Los casos más comunes son: las iglesias que a través de su grupo de jóvenes ayudan al pandillero y pueden terminar involucrándolo en su organización eclesial. Y el ejército, que ante su mayoría de edad los pandilleros deciden –por presión familiar o propia voluntad realizar el servicio militar.

Opciones disfuncionales:

4.3.5. La delincuencia organizada:

Los pandilleros tienen contactos, aunque esporádicos, con grupos de delincuentes y asaltantes. Por ende, algunos de los pandilleros –por decisión personal o por invitación de algunos de estos delincuentes optan por involucrarse totalmente con una banda criminal y adoptar su estilo de vida. [9]

4.4. Recomendaciones para prevenir el problema del pandillaje

a) Sector familia

La familia es la más importante organización, pilar de la sociedad en que los padres de familia tienen que ser verdaderos arquitectos en la educación de sus hijos adolescentes inculcando los valores éticos y morales como son: la verdad, la honestidad, el respeto, la disciplina, la responsabilidad, etc.

De ellos dependerá que sus hijos no opten por alternativas negativas como el pandillaje, las drogas, el alcoholismo y los malos amigos.

b) Sector educación

-Se debe de realizar programas educacionales que enseñen destrezas para resolver conflictos.

-Programas estudio y textos escolares no sexistas.

-Intervenciones a nivel cognitivo (control de la ira, autocontrol cognitivo, razonamiento moral y desarrollo de empatia personal).

-Mejor ambiente escolar (manejo de alumnos en las aulas, políticas y reglas escolares, seguridad escolar y menos intimidación).

-Programas educacionales técnicos, que reducen las tasas de deserción escolar y mejoran las oportunidades para entrar en el mercado laboral.

-Mayor cooperación con clínicas de salud, policial y departamentos de servicio social.

-Programas de mediación entre compañeros.

-Crear centros de estudios ocupacionales gratuitos que garanticen en un buen trabajo.

-Dotar campos deportivos para la recreación de los jóvenes.

-Tratar de erradicar el analfabetismo.

-Organizar seminarios, charlas, conferencias y todo tipo de eventos culturales frecuentes.

-Que, se programen en los colegios talleres vivénciales con adolescentes infractores que han pasado por un procese de reincersion social en un centro juvenil de Diagnostico y Rehabilitación, y que de esta manera trasmitan sus experiencias a otros adolescentes.

c) Sector salud

-Mejor identificación de victimas en lugares de asistencia medica.

-Mejor registro de victimas de violencia.

-Programas para reducir el uso de drogas y alcohol.

-Programas de orientación sobre los peligros que taren un estilo de vida violento.

-Aquellos jóvenes identificados como integrantes de las pandillas deben ser tratadazos por profesionales especialistas con el objetivo de reeducarlos.

d) Sector justicia

-Leyes o regulaciones que limiten la venta de alcohol durante ciertas horas.

-Capacitación al sistema judicial sobre temas de delincuencia juvenil y pandillaje.

-Minimizar al máximo el encarcelamiento o medidas de internamiento en régimen cerrado de los menores, limitándolos a circunstancias excepcionales.

-Flexibilizar diversificar la reacción penal con medidas flexibles que se puedan ajustar y acondicionar periódicamente a las circunstancias del menor.

e) Sector policial

-Debe orientarse a la policía a la solución de problemas con los grupos de pandillas.

-Brindar mayor cooperación con otras agencias.

-Programas para recuperar las armas de manos de la población civil.

-Realizar redadas y operativos para capturar a los jóvenes pandilleros y llevarlos a sus filas.

-Profesionalizar especializar a la policía en materia de menores.

-Prevención de conductas anomicas, a través de programas educativos y culturales dedicados a los niños.

- Que se programen en los colegios talleres en donde se invite a los oficiales de la policía, jueces y fiscales de familia, en las cuales se expliquen las sanciones penales que recibirá un pandillero, si llegara a cometer una infracción penal.

f) Sector servicios sociales:

-Implementar programas en desarrollo social, en el caso de adolescentes infractores que se encuentren bajo un régimen de de prestación de servicios a la comunidad y que de estos mismos programas le generen ingresos económicos.

g) Sector medio de comunicación:

-Campañas de comunicación para cambiar las normas sobre la violencia.

-Reducción en la programación violenta, especialmente en la programación de los niños.

-Programas de capacitación para los medios de comunicación. [11]

INTRODUCCION

El pandillaje es unos de los principales problemas que afecta a nuestra juventud, prácticamente las pandillas se presentan en grupos, por lo general son muchachos que pasan de la niñez a la adolescencia y todos con un mismo objetivo en común: alentar a su equipo o en defensa de su barrio. Por lo general las pandillas están formadas por chicos de bajo recursos económicos o que tienen problemas familiares, estos adolescentes pasan a formar parte de las pandillas pensando que sus amigos podrán escucharlos y comprenderlos, que es algo que no encuentran en sus padres.

Una pandilla es una agrupación de adolescentes y jóvenes que se enfrentan a problemas comunes y comparten los mismos intereses. Estos grupos demuestran violencia, robo, inseguridad ciudadana. Estas pandillas provienen de hogares en crisis o destruidos, de padres separados y también por falta de comunicación tanto padres e hijos, también tienen carencia afectiva dentro del hogar, por lo cual se identifican con las pandillas, en las que encuentran amistad ,el respeto y el trato igualatorio, participación, apoyo y una mala formación en valores y habilidades sociales.

Las pandillas satisfacen tres necesidades básicas del joven, según el psicólogo social Federico Tong: La necesidad de pertenencia, de formar parte de un grupo o comunidad; la necesidad de seguridad en una ciudad que los arremete y margina, y finalmente la necesidad de reconocimiento social. “Las pandillas responden a esa necesidad de ser protagonistas, ser alguien en una sociedad de anónimos”.

Este trabajo de investigación fue realizado con el propósito de conocer más las problemáticas sociales que tenemos en nuestro país. En el presente trabajo nos hemos informado acerca de nuestra juventud con problemas de pandillas que abunda en los sectores urbano marginales para poder comprenderlos y si esta en nuestras manos mostrarles el camino del bien.

También esta enfocado en los adolescentes en edad escolar de las zonas rurales, ya que como veremos a continuación hay factores que inducen a estos adolescentes a tener este comportamiento tan mezquino, agresivo y rebelde.

Veremos en el siguiente trabajo las características, jerarquías, comportamiento, modo de vida y sobre todo culminación de la vida pandillera.

También nos informaremos de dónde provinieron o el origen de las pandillas y en nuestro país como se originó este problema social.

Nuestro objetivo es informar a la personas que conocemos, para que no caigan en esto del pandillaje, ya que como hemos visto no solo en los sectores urbanos marginales, sino en todas las zonas se da este problema.

Hoy en día la sociedad busca erradicar a esta lacra, como ellos lo llaman lamentablemente; aun no contamos con el suficiente apoyo del congreso en cuanto leyes que nos permitan reformar a aquellos adolescentes que por problemas diversos recurren a este estilo de vida que por lo general termina en tragedia o en una vida delincuencial mas avezada.

Para esta monografía elegimos el tema de pandillaje, por que es un problema que presenciamos a diario tanto en los medios de comunicación , como también en los lugares donde vivimos, ya que el pandillaje se ha acrecentado enormemente en nuestro país, producto tal vez de los cambios sociales y culturales, y la crisis económica que afronta nuestro país. Es lamentable para nosotros, presenciar como muchos jóvenes vienen reemplazando a su familia por las pandillas juveniles, en las cuales practican relaciones de hermandad y confianza que no encuentran en sus hogares.

A esto se suman la crisis de valores e identidad que se genera en la sociedad, entonces los jóvenes pandilleros, se identifican en los últimos años con nuevas identidades y valores que ellos creen correctos, y las defienden con actitudes violentas, que afectan no solo a ellos mismos, sino, a toda nuestra sociedad.

Conclusiones

- El pandillaje se origina principalmente por la marginación social, por los descontentos que creaba el sistema político, repercutando así en la economía, obligando a los jóvenes a emigrar a otro país, lo que causo un rechazo por parte de éste, lo que generó una conducta de resentimiento y frustración, que se reflejo en sus actos violentos hacia la sociedad.

- Las pandillas se producen en las zonas más pobres y marginadas de nuestra capital y por ende esta ligada a la delincuencia infantil. Los chicos que conforman las pandillas no tienen una buena educación y apoyo de sus padres y buscan en los amigos lo que no encuentran en casa y es así como se forman la mayor parte de las pandillas.

- Dentro de esta coyuntura: “donde el sistema económico es agobiante, hay conflictos familiares, la televisión nos proporciona programas que nos convierten en consumidores de violencia, la agresividad de la vida cotidiana; alimentadas además, por la necesidad de un espacio para el protagonismo y reconocimiento social; sirven como base para que los jóvenes se organicen informalmente en las llamadas “pandillas juveniles”.

- La conducta de los jóvenes pandilleros, puede ser a causa de diversos factores, pero el más influyente desde nuestro punto de vista viene a ser la falta de amor en el hogar, la atención que ellos requieren en esa etapa de sus vidas, que es muy difícil de sobrellevar. Por una parte el gobierno debería involucrarse mas es este asunto, trabajando para poder erradicar este problema que afecta a todo nuestro país, en mayor porcentaje nuestra capital.

BIBLIOGRAFIA.

1. Aparicio, J.E. (1985). “Delincuencia Juvenil Urbana: Investigación, diagnostico y tratamiento”. Ed. Humanitas. Buenos Aires.

2. Dirección técnica de Demografía y estudios Sociales; Flecha azul. (1997).Ed. Ceapaz, Perú.

3. Eysenk. R (1976).”Delincuencia y Personalidad”. Ed. Novena. Colombia.

4. Lederman, D. (2001). “Crimen y violencia en América Latina”. Ed. S.A. Colombia.

5. Shoften, M. (1999). “La Violencia en América Latina y El Caribe”. Ed. División de desarrollo Social. New York.

6. Raques, R.A. (1990). “Delincuencia Juvenil”. Ed. Oveja Negra. Colombia.

7. Rodríguez, E. (1998). “Violencia y Seguridad Ciudadana”. Ed. Pluma dorada. Uruguay.

8. Robles, Y. (2008). “Pandillaje en Lima”. Ed.Humanitas. Lima. Perú

9. Sánchez, L.A. (1980) “El juego de la vida: Ser delincuente en Lima”. Ed. La Pluma dorada. Venezuela.

10. Telles, R. (1990). “La Violencia Juvenil en Lima”. Ed. Radda Barnen. Perú.

11. Torres, R.F. (2007) “La delincuencia Juvenil en el Perú: Problemas y Soluciones”. Ed.Fecad. Perú.

12. UNICEF -Oficina regional para América Latina y el Cribe. (1980) “Violencia en la Infancia y la Adolescencia” .Ed.Unicef .

Anexos

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