ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

GADIUM

Gamaliel PérezApuntes11 de Octubre de 2019

891 Palabras (4 Páginas)268 Visitas

Página 1 de 4

GAUDIUM

La vida de cada una de las personas a veces pareciera que fuesen universos expandiéndose poco a poco, conforme vamos generando lazos; o simplemente libros diferentes que entrelazan sus historias entre sí en puntos diferentes, y a pesar de que casi nadie de detiene a pensar un poco en ello, yo siempre lo he hecho desde pequeño; supongo que tengo el tiempo…

No hace mucho tiempo mi vida se entrelazó un poco con una persona que se volvió muy importante prácticamente desde el día en que la conocí, debido a que ese simple hecho mi vida cambió mucho…

Dijo una vez de forma muy interesante: “Gama... descríbete quiero saber qué piensas de ti”; en el momento escribí muchas cosas, pero unas pablaras clave salieron de entre mis ideas; soy la ONU:

A veces mi bloqueo no lo arregla nadie. Ni siquiera la OTAN. No procede del exterior, sino que fue decretado por un tal YO, ejerciendo de presidente de Sí Mismo, supuestamente en beneficio de su unidad nacional.

Soy algo así como Corea del Norte, sin ir uniformado o desfilando en procesión de autónoma lobotomizado. No. Tampoco hay para tanto. Es una cerrazón subjetiva y emocional. No es que amanece a mis vecinos con romperles los cristales o sus bolas peludas de una patada si no me dejan vivir en paz. Quizás he puesto a ese Estado como ejemplo exagerado, pero tú ya lo entiendes, hablo de momentos transitorios donde me convierto en una piedra que únicamente transmite opacidad. En mis ojos, la luz de más de un prójimo ha salido rebotada. Es evidente que en algunos momentos yo he sido Corea. En el fondo, he deseado ser intervenido y derrocado.

Pero insisto. No me dejes. Es puntual. Te pondré otros ejemplos y verás que yo soy la ONU.

Cuando llega la noche, únicamente en ese momento soy Jamaica. Sonrió entre campanas de “humo” y pienso que todo está bien. Aunque no lo esté en lo absoluto.

Otras veces soy un cubo elaborando conceptos sagaces como Alemania. Ideas claras. Con sus lados y aristas, Elucubraciones geométricas. Teorías como cubos, perfectamente ordenadas. Momentos en los que acabaría con el caos y la inpietud a golpe de pistola.

Ah, y en otras ocasiones he sido como China, He plagiado vilmente melodías, gestos, personalidades, aunque luego ha aparecido mi pequeña Francia y se ha rebelado de tal manera ante tamañas inmoralidades que he sometido a mí mismo a un juicio popular, me he requisado todo bien usurpado, me he encerrado en la Bastilla.

Po cierto, como China, también me he sentido viejo, milenario.

He sido Australia de mí mismo. Algunas veces me he convertido en la más patética antiimagen. He personificado todo lo contrario de mis ideas y mis sueños. Me he visto trajeado frete a un monitor insípido, he intentado tragarme con embudo los sueños de otro humano, pero sus ambiciones caían por la comisura de mis labios y no había que hacer excepto largarme a dar la vuelta al mundo, como mínimo a mi mundo. Nada más y nada menos que a recuperar mi planetario. Creo que ese viaje era importante.

He sido mis Antípodas: he odiado donde debería haber querido y he ignorado donde deberá haber perdonado. Y al revés, para mi desgracia, también he obrado.

A veces soy una jungla de ideas. Un Amazonas donde todos los animales salvajes de mi mente-ecosistema, lo has oído bien, todos los bichos buenos y todos los malos, croan, gruñen, ululan, chapotean, estrujan, babosean, acarician, pican, comen, cogen, cazan, desgarran, devoran, vigilan, nadan, amamantan, He sido tan cario-pinto como provisto de color. Un tan yo tan complejo como la selva. He sido, en definitiva, la puta vida en su estado más salvaje y creativo.

Sin embargo, en otros momentos tengo el cerebro tan seco y tristemente vacío como una nuez podrida y un polvorón navideño de almendra desnudo de embalaje. Nuez podrida y polvorón abandonados a su suerte en una duna que hierve en el desierto del Sahara

A pleno sol.

Pero entonces sucede un milagro en el desierto, en mi desierto. Así como una lluvia con la llegada de la fría y negra noche abisal. Como te decía todo vacío en mí también es transitorio por las cuestiones que sean no puedo permitirme pasar demasiados días viviendo en mi pequeña duda en ninguna circunstancia: ni en el segador sol diurno, ni a la intemperie iluminada por el firmamento repleto de estrellas cuyo calor no nos llega y cuya luz no parece helada. Las insolaciones van caras, se tornan de delirio, y la hipotermia nocturna existencial sucede, vaya si sucede. Aunque el proceso sea lento la soledad te empapa los huesos con su escarcha.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb) pdf (57 Kb) docx (9 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com