Te Han Derrotado

El control de la contaminación atmosférica, para obtener una atmósfera dentro de los estándares de calidad implica el control y la corrección de la contaminación, tanto la que se origina en zonas pequeñas, donde se hallen pequeñas industrias, o zonas más grandes, y que por lo tanto, tengan mayores fuentes emisoras de contaminación. Los métodos utilizados para este fin, son los que se denominan Estrategia para el control de la contaminación atmosférica, normalmente no es el diseño del equipo depurador lo que implica mayor dificultad en alcanzar este fin, si no la adecuada planificación de las etapas previas al diseño que son:

1) Fijación del límite de emisión.

2) Identificación de todas las fuentes de emisión.

3) Métodos de depuración intrínsecos.

4) Definición del problema control.

5) Selección del sistema de control: métodos de depuración extrínsecos.

1. ESTRATEGIAS PARA EL CONTROL DE LA CONTAMINACIÓN.

El conocimiento sobre la causa del problema de contaminación y de los medios para corregirlos desde luego es necesario para una resolución satisfactoria; sin embargo, a menos que el contaminante actúe, ya sea de forma voluntaria o por la fuerza, nada cambiará. Hay muchos ejemplos de problemas de contaminación en las cuales se conocen muy bien la causa y el remedio, pero no se ha actuado en consecuencia. ¿Cuál es la razón de ello, y que se puede hacer al respecto? Estas cuestiones, y en particular los aspectos económicos y jurídicos que implican ocuparse de ellas, ha sido examinadas en detalle por MacNeil (1971) y se analizan en las siguientes dos secciones.

1.1 ASPECTOS ECONÓMICOS.

El sistema económico de los países capitalistas, y en menor medida, el de los socialistas controlados por el estado, ha mostrado una eficiencia notable para la producción de bienes de consumo de todo tipo a precios tales que se establece un equilibrio entre la oferta y la demanda. Ninguno de estos sistemas económicos ha tenido el mismo éxito en el suministro de bienes públicos, como aire y agua limpios. Puesto que ningún individuo, o grupo identificable de ellos, es dueño de estos recursos, nadie se ha hecho cargo de la responsabilidad de conservar tal calidad. Una persona o industria que contamina el aire o agua reduce la calidad de ese recurso para todos los habitantes del área. Todos sufren las consecuencias de las actividades o la negligencia del contaminador, aunque no siempre en forma equitativa.

Los costos de la contaminación generalmente han sido externos respectos al contaminador. Es decir,

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