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DIDO

LA REINA DE CARTAGO

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Presentado por: María Trujillo

Curso 8C

Colegio Refous

Dido

Mi nombre es Dido y soy la reina de Tiro, mi padre era el rey Muto tengo dos hermanos menores Pigmalión y la pequeña Anna mi infancia fue llena de amor por parte de mis padres siempre fuimos una familia unida no hay muchos detalles que comentar de ella.

Mi primer esposo era Siqueo quien tuvo un trágico final, de él quiero hablarles.

Siqueo era el sacerdote del templo de Melqart en Tiro era un buen hombre y tenía escondidas grandiosas riquezas. Era un día como cualquiera y yo me disponía a dormir, mi nodriza me acaba de peinar y vestir, estaba muy cansada y caí profunda sobre la cama, en medio de la noche me desperté sudando, exaltada y corta de respiración tenía un mal presentimiento, había visto a Siqueo, sabía que algo andaba mal así que decidí ir al templo. La noche era clara y nos detuvimos en la puerta del palacio, estaba desierto entonces fuimos a la parte trasera y vimos una luz oscilante, mi nodriza me advirtió que me detuviera podría haber alguien peligroso, pero no le hice caso mis órdenes tienen que ser cumplidas.

En cuanto me asomé a la ventana mi corazón dejo de latir por un instante, mire a mi nodriza y me eche a llorar. Sujetos a un clavo por las muñecas caían los despojos de Siqueo supe que era el por su barba su cabello y sobre todo la nobleza que aún quedaba en su rostro, lo habían desollado vivo. Dando la espalda a Siqueo estaba Pigmalión lleno de ira, daos prisa dijo Pigmalión no tenemos toda la noche busquemos el tesoro donde nos dijo este cerdo que estaría.

Yo apenas podía hablar pero estaba consciente de que el resto de mi familia corría peligro y con el dolor en el alma volví al palacio y ordené traer al príncipe del senado, después de la muerte de mi padre él había sido lo más cercano a uno que había tenido, le conté de mi preocupación y me dijo que tenía pocas opciones, además que él tenía información Pigmalión estaba planeando una revolución contra mí y que tenía aliados para efectuarla, él no quería que el reino siguiera como estaba, pacífico, no había mayores problemas simplemente quería guerra pero yo no iba a responder a eso así que planee una huida.

A la primera persona a la que le comente fue al senador quien me dijo que contara con él con su hijo Acus, me sentí aliviada por un momento sin olvidar lo que le había a mi esposo pero tenía que tenía que continuar y este era el plan, contrataría un actor que se hiciera pasar por un mercader griego que había llegado a Tiro porque quería hacer unos buenos negocios por una nueva ruta comercial de esta manera invitaría a mi hermano, lo mantendría ocupado toda la noche y no podría buscar el tesoro de mi esposo, cuando Pigmalión cayera dormido después de haber bebido vino hasta no poder más me llevaría a mi hermana Anna a mi nodriza y todos aquellos que estuvieran dispuestos a acompañar a la reina, ordené guardar todos mis vestidos y joyas menos la copa de oro de mi padre, quería brindar con ella en el banquete; cayó la noche y mi nodriza me hacía unas hermosas trenzas alrededor de mi rubia y larga cabellera me vestí con una túnica de lino morada y sinceramente  sabía que lucía fabulosa, salí a recibir a mis invitados pero solo me importaba  unió mi hermano me senté y el actor comenzó a hablar después de una bienvenida llena de detalles hecha por mí, mi hermano ya había comenzado a fastidiarlo pero poco a poco se fue quedando dormido como lo supuse estaba todo listo y yo tenía un as bajo la manga, me ausentaría del banquete por un rato e iría al palacio de Melqart por todas las riquezas de mi esposo al fin de al cabo yo era la única que sabía dónde estaban, tenía claro que mi esposo no le había dicho la verdad a mi hermano de donde estaba las riquezas antes de matarlo, todo salió de acuerdo a lo esperado volví cuanto antes al banquete, brinde con la copa de oro de mi padre y dije que estaba cansada que iría a dormir.

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