Aclaramiento Mucosilar
Enviado por YURBYPULGAR • 11 de Octubre de 2014 • 3.494 Palabras (14 Páginas) • 403 Visitas
Aclaramiento Mucociliar
► La contaminación, el tabaco y muchos de los problemas que afectan a las vías respiratorias altas, incluyendo infecciones de los senos paranasales (sinusitis) y alergias, producen un mal funcionamiento de los cilios nasales.
► Los cilios son unas proyecciones minúsculas (como pelosidades), mucho más pequeños que la punta de un alfiler y que se encuentran por miles en la mucosa de las vías respiratorias (cada célula de la mucosa de la nariz y bronquios posee unos 25-30 cilios, cada uno de una longitud de 5-7 µm). Estos a manera de remos golpean en condiciones normales a una frecuencia de 16 veces por segundo siendo su función la de barrer de la nariz las bacterias y partículas de hasta 0,5 mm de diámetro, arrastrándolas hacia la faringe a una velocidad media de 5 mm/min (3-25 mm/min) para que en un plazo de tan solo unos 10-15 minutos sean eliminadas de la nariz y deglutidas. Por tanto los cilios (responsables del aclaramiento mucociliar), resultan ser un mecanismo de defensa crucial contra las infecciones de la nariz, senos y bronquios.
El moco está formado por dos capas, una muy liquida (sol) en la que se encuentra inmerso la casi totalidad del cilio y otra capa más espesa (gel) que arrastra las partículas e impurezas y que es desplazada por el extremo distal de los cilios.
► El mal funcionamiento de este sistema de limpieza impide que el moco se renueve, favoreciendo el acumulo de secreciones e infecciones. La irrigación nasal pulsátil, a diferencia de otros rociadores, no solamente descongestiona mediante la eliminación momentánea de las secreciones, sino que además su uso continuado ayuda a restablecer el movimiento ciliar normal. De esta forma se consigue que este importante sistema de defensa natural pueda trabajar eficazmente, previniendo las infecciones y otras afecciones de las vías respiratorias altas.
Las fosas nasales, senos paranasales, oído medio, trompas
de Eustaquio, rinofaringe, parte de la laringe, tráquea y
bronquios, hasta los bronquiolos terminales, están
cubiertos por un epitelio pseudoestratificado ciliado. Cada
célula posee entre 50 y 200 cilios, sobre los que se dispone
una capa de secreción.
Los cilios del epitelio respiratorio son proyecciones
delgadas, largas y móviles -con motilidad intrínseca- que
surgen de la superficie luminal de la célula. Miden de 4 a 6
micras de longitud y 0.3 de diámetro, aunque son más
cortos en los bronquios terminales. Deben batir en un
medio líquido o mueren.
Los cilios respiratorios baten constantemente a una
frecuencia media de 1000 batidas/minuto y mueven los
materiales de su superficie a una velocidad variable de
entre 3 y 25 milímetros/minuto, dependiendo de la
localización y de las condiciones ambientales.
La finalidad de la batida ciliar en la vía aérea es el
transporte de moco y del material sobre él depositado hacia la faringe, desde las fosas nasales y el árbol
traqueobronquial, para de esta manera ser deglutido y así
eliminado.
Moco: El moco es un fluido complejo y
heterogéneo constituido en su mayor parte por agua. El
resto lo forman glicoproteínas (también llamadas mucinas
o mucoproteínas), lípidos, inmunoglobulinas, enzimas
proteolíticas, DNA, actina y electrolitos. El volumen
normal de secreción de moco en las vías aéreas oscila entre 0.1 a 0.3 mililitro por kilo de peso y día. Se origina
principalmente de las células caliciformes y de las
glándulas serosas y seromucosas de la submucosa Otras
células epiteliales y la trasudación desde la sangre
contribuyen también, aunque en menor proporción, a la
formación de la secreción respiratoria. Además de la implicación directa del moco en el transporte
mucociliar, en la mucosa nasal cumple otras funciones:
- atrapamiento de las sustancias inhaladas
- protección del epitelio frente a las bajas temperaturas y la
baja humedad
- reacción química con gases inhalados y aerosoles
- y reacción con los virus atrapados, dado que las
glicoproteínas contienen ácido siálico y este atrapa a las
hemaglutininas de los virus influenzae A y B. El moco posee una naturaleza heterogénea, que se
constituye en dos capas distintas. En 1934 Lucas y Douglas
dedujeron que debían existir dos capas distintas de
secreciones: una lámina superficial y viscosa de moco o
capa de gel y una capa subyacente de líquido periciliar
seroso o capa de sol, de 6-8 micras de espesor. La capa
superficial o de gel actuaría como una banda
transportadora que se mueve a lo largo de los extremos de
los cilios. Esta capa atrapa las partículas inhaladas y resulta tan
adherente que estas partículas quedan adheridas a ella con
un mínimo contacto. Tiende a formar una capa contínua,
aunque en muchas áreas es discontínua. Procede de la
secreción de las células caliciformes y las glándulas
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