Bacon_Tabals

Las ‘tablas de investigación’ y las ‘instancias prerrogativas’

La teoría de los ‘ídolos’ representaba apenas una parte de la Gran Instauración –la ‘parte destructiva’, como la llamó Bacon; la ‘parte constructiva’ empezaba con la formulación de un nuevo método de investigación de la naturaleza, que permitía un correcto conocimiento de los fenómenos. A partir de hechos concretos, obtenidos por la experimentación, se asciende a las formas generales, que constituyen sus leyes y causas. Este procedimiento se denomina el método inductivo.

La teoría de la inducción, tal como se expone en el Novum Organum, distingue inicialmente la experiencia vaga y la experiencia escriturada. La primera comprende el conjunto de nociones acumuladas por el investigador cuando, puesto de sobreaviso por un motivo cualquiera, observa metódicamente y hace experimentos. Ése es el más importante y el punto de partida para la constitución de las tablas de investigación, núcleo de todo el método baconiano.

La primera tabla es la de la presencia o afirmación. En ella se colocan las instancias de un fenómeno que están de acuerdo con presentar las mismas características. Si el problema investigado es, por ejemplo, el calor, es necesario estudiar todos los casos en que él se presenta, como la luz del sol, las labaredas del fuego, la temperatura de la sangre humana, y así por delante.

Para Bacon, la verificación de las ocurrencias positivas de un fenómeno no es todavía suficiente para formar su perfecto conocimiento. Es importante verificar también aquellos casos en que el fenómeno no ocurre. Así se construye la segunda tabla, la tabla de las ausencias o de la negación. Así, en relación con el calor, es necesario conocer y atender a los fenómenos como el de los rayos de la luna, o el de la sangre fría de animales muertos.

La tercera tabla es la de graduaciones o comparaciones, que consiste en la anotación de los diferentes grados de variación que ocurren en el fenómeno en cuestión para que se descubran las posibles correlaciones entre las modificaciones.

Bacon enumeró varios procedimientos experimentales con la intención de abarcar el mayor número posible de observaciones inductivas: variación (un cuerpo cae con cierta velocidad; si su peso es doblado, ¿caerá con doble velocidad?); prolongamiento (el imán atrae al hierro; ¿pequeñas partículas de hierro en solución acuosa también serán atraídas?); transferencia (la lluvia hace que las plantas crezcan; ¿que influencia tendrá el acto de regar que imitase la lluvia?); inversión (si el calor se propaga por un movimiento ascendente, ¿el frío se propaga por movimiento descendiente?); compulsión (ciertas causas producen determinados efectos; si se aumentan o disminuyen las causas, ¿cesarán los efectos?); unión (el hielo y el salitre, separadamente, enfrían los líquidos; ¿que sucederá si son unidos?); cambio de condiciones (una cierta combustión, producida en recipiente cerrado, ¿se repetirá de la misma forma al ocurrir al aire libre?).

Una vez obtenidos los datos a través de la anotación exhaustiva de las tablas y de los procedimientos complementarios, el investigador había cumplido con lo que Bacon llama ‘la primera vindimia’. A seguir, debe recurrir a técnicas auxiliares y Bacon formuló una serie de ellas, pero dejó incompleto su proyecto. Mostró sólo el funcionamiento de las instancias prerrogativas, dejando de lado las demás.

Las instancias prerrogativas son factores que, por su singularidad, fuerzan la investigación hacia un cierto sentido. De las 27 instancias descritas en el Novum Organum (casi todo el libro II se ocupa de ellas), las más importantes son:

a) las solitarias – cuerpos iguales en todo pueden diferir en relación con una única característica;

b) las migrantes – es el caso en que la naturaleza

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