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CRUP

wimoraurSíntesis17 de Noviembre de 2014

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¡CRUP! | |

Un niño aparentemente sano o con una simple rinitis, a las pocas horas de estar dormido presenta una tos irritativa y su respiración se acelera... ¡Repentinamente se despierta! ¡Se sienta en la cama asustado y con dificultad respiratoria! La carita está congestionada y demuestra ansiedad. Su tos tiene un sonido profundo parecido a la tos del perro y al hablar con su mamá se nota ronquera. La inspiración se hace ruidosa por el "estridor" laríngeo.

Esta es la presentación en escena nocturna del CRUP...

Introducción

“Crup” es un término utilizado para indicar una Obstrucción de las Vías Aéreas Superiores a nivel de la laringe, y que tiene como resultado una tos con un sonido grave e inusual similar al ladrido, disfonía o afonía, estridor inspiratorio y dificultad para respirar de grado variable debido principalmente a inflamación laríngea subglótica, aunque a veces afecta a todo el árbol bronquial.

Lo principal del cuadro corresponde a la LARINGITIS que puede tener dos causas:

1.- "Laringitis espasmódica" o "Crup espasmódico" de origen generalmente alérgico, puede ser una reacción de hipersensibilidad a una infección previa, `por lo general al virus parainfluenza El inicio es repentino, de noche y encontrándose el niño previamente bien. El niño presentará tos más ruda y metálica ("tos de perro"), estridor y, en ocasiones, sensación de agobio y puede "marcar" las costillas al respirar. También asocian ronquera. Por la mañana mejora o desaparecen los síntomas pero puede repetirse en otras ocasiones.

Es una laringitis estridulosa que

resulta de un simple estado inflamatorio de la mucosa laringotraqueal sin edema, sobre la cual la presencia de espasmos, de contracturas laríngeas nocturnas provocan los accesos de tos y el estridor.

2.- Laringitis subglótica o Crup viral ( laringotraqueitis o laringotraqueobronquitis obstructiva o estridulosa) de etiología vírica. Es una laringitis aguda edematosa de la mucosa subglótica que produce una molestia respiratoria en razón de estrechez de laringe a ese nivel. La hipersecreción de la mucosa y la disminución de la movilidad de las cuerdas vocales agravan la reducción del calibre de la laringe.

Un niño presenta durante varios días un cuadro catarral leve (mucosidad nasal, tos escasa, quizás algo de fiebre). De manera progresiva, en unas horas, y típicamente por la noche, la tos comienza a cambiar, haciéndose más ruda y metálica ("tos de perro") y el niño puede presentar estridor, sensación de agobio y, en ocasiones, "marca" las costillas al respirar. Asimismo los niños presentan disfonía (están roncos), ya que en la laringe se encuentran las cuerdas vocales.

Esta es una de las causas más frecuentes de obstrucción de la vía aérea y su agente etiológico más común es el virus parainfluenza tipo 1 y 2, aunque en ocasiones interviene el virus respiratorio sincitial, los virus de la influenza A y B, los rinovirus y los adenovirus. En brotes epidémicos, los virus influenza y parainfluenza tipo 1 son los más frecuentes.

A causa del estrechamiento de las vías respiratorias se escucha una tos metálica y seca, que parece tos de perro o los sonidos que emiten

las focas. La voz del niño se torna ronca y le cuesta trabajo respirar. es posible verlo agitado y con tendencia a llorar, acciones que dificultan todavía más la respiración. Presenta fiebre habitualmente moderada.

El crup vírico suele durar cinco a seis días y durante este período pueden alternarse períodos de mejoría y agravamiento en varias ocasiones. Además los síntomas suelen empeorar por la noche.

Responsables de la obstrucción son el edema y la inflamación de la región infraglótica, es decir, en la laringe por debajo de la glotis.

Epidemiología: Ocurre en los niños entre 6 meses y 3 años de edad, con un máximo a los dos años, siendo más frecuente en los varones. Y se presenta en otoño o en el inicio del invierno.

En el crup espasmódico el inicio es más repentino, también de noche y encontrándose el niño previamente bien. El niño presentará tos más ruda y metálica ("tos de perro"), y en ocasiones, sensación de agobio y puede "marcar" las costillas al respirar. También asocian ronquera. Esta forma de presentación puede repetirse varias veces en el mismo niño y es una entidad similar a la laringotraqueítis viral, pero sin la fase prodrómica de infección viral y el cuadro febril. Los niños afectados suelen tener antecedentes de atopia, igual que sus familiares; pueden desarrollar sibilancias y signos de hiperreactividad bronquial después del cuadro obstructivo de la vía respiratoria alta.

Clínica

En el crup espasmódico el niño se despierta de noche con tos perruna, disfonía y estridor inspiratorio. La sintomatología es evidente durante algunas

horas y en la gran mayoría de los casos los síntomas mejoran o desaparecen por la mañana. Este cuadro puede ser recurrente

En el crup vírico la clínica es generalmente bifásica , con un periodo inicial de síntomas catarrales de 2-3 días de duración, apareciendo de forma gradual o más o menos brusca, la tríada típica del crup: tos perruna,

disfonía o afonía y estridor de tipo inspiratorio que no se modifica con la posición; la fiebre es variable y no hay signos de toxicidad. Si se produce afectación bronquial significativa además de los signos clínicos anteriores pueden apreciarse sibilancias. El cuadro es habitualmente autolimitado durando generalmente de 3 a 5 días con un período de convalecencia de 2 a 3 días. La forma más frecuente de presentación es como laringotraqueitis de carácter leve. Sin embargo, algunos niños pueden presentar un distréss respiratorio moderado a severo .

* El cuadro típico se presenta de forma rápida y progresiva, por la noche, en un niño entre 6 meses y 6 años de edad.

* Suele existir un pródromo catarral de 4 - 5 días y, en ocasiones, febrícula acompañante. La clínica habitual es tos ronca y afonía, desarrollando a continuación, de forma lenta o aguda, un estridor inspiratorio y dificultad respiratoria.

* En la exploración, pueden ser evidentes los signos de obstrucción alta de la vía aérea, con tiraje supraesternal, intercostal y subcostal. Además, si el cuadro es grave, podremos encontrar en la auscultación hipoventilación global y alteraciones del color y de la conciencia.

Los signos clínicos de obstrucción laríngea

deben evaluarse según la siguiente escala:

Grado I:

Disfonía (tos y voz), estridor inspiratorio leve e intermitente, que se acentúa con el esfuerzo.

Grado II:

Disfonía (tos y voz), estridor inspiratorio continuo, tiraje leve (retracción supraesternal o intercostal o subcostal)

Grado III:

Disfonía (tos y voz), estridor inspiratorio y espiratorio, tiraje intenso, signos de hipoxemia (palidez inquietud, sudoración, polipnea), disminución del murmullo pulmonar.

Grado IV: Fase de Agotarniento.

Disfonía, estridor, tiraje intenso; palidez somnolencia cianosis; aparente disminución de la dificultad respiratoria

Tratamiento

El niño y la familia deben ser abordados con calma, pues la angustia y la agitación no hacen más que aumentar la sensación de asfixia del niño.

* Lo primero es tranquilizar al niño, con canciones, lectura o jugando con él. Lo peor que pueden hacer los padres es molestar o excitar al niño al prender luces fuertes o tratar de tomar la temperatura, lo que puede provocar que el crup empeore. El niño se siente más cómodo en una posición vertical y se beneficia al tranquilizarlo con calma.

* Tranquilizar a la familia con indicaciones prácticas sobre que hacer en su domicilio.

* Proporcionar al niño líquidos tibios para fluidificar las secreciones adherentes. .Las bebidas tibias (tal como el jugo de manzana tibio o la limonada tibia) pueden relajar las cuerdas vocales y aflojar el moco pegajoso.

* Evitar la exposición al humo del tabaco (que tiende a agravar los síntomas). El humo del tabaco ambiental (HTA) en un domicilio

siempre agrava los síntomas de obstrucción respiratoria y también puede llegar a ser causa desencadenante por hiperreactividad de las vías respiratorias.

* Cambios frecuentes de posición mientras el niño esté acostado. La mayoría de los niños pueden sentirse mejor al sentarlos en posición vertical y abrir una ventana, pero algunos necesitan permanecer en un baño con la ducha abierta y el aire lleno de vapor para humedecer las vías respiratorias.

* Propiciar la inhalación de aire húmedo y tibio. La atmósfera debe ser humidificada: Algunas hojas de eucaliptus en una cacerola de agua hirviendo es un medio tradicional. Es conveniente probar uno de los métodos siguientes:

Colocar suavemente una toalla húmeda y tibia sobre la nariz y la boca del niño, de modo que el aire entre y salga con facilidad. (No aconsejable si el niño presenta dificultad respiratoria)

Poner en nebulizador agua tibia y acercar al niño a la fuente de nebulización y hacer que respire profundamente por la boca.

Hacer que el niño se siente en el baño e inhale vapor de agua caliente haciendo correr el agua bien caliente de la lluvia durante al menos diez minutos. Con las ventanas bien cerradas el vapor de agua no se disipa. Repetir este procedimiento con la frecuencia necesaria (Puede hacerse la prueba de salir al aire libre si

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