Desterritorización

DESTERRITORIZACIÓN

Norberto Valdéz - JUN2018

Hace tiempo quería encontrar un caso que me permita ejemplificar esta idea de la "desterritorización", y aparece el caso de los jugadores de fútbol de la Selección Argentina que se niegan a cumplir con un contrato firmado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para presentarse en Israel a jugar un partido amistoso, días antes del inicio del Mundial de Fútbol RUSIA 2018.

Los jugadores argentinos convocados a integrar la Selección participan en equipos europeos, mayoritariamente, y son de primerísimo nivel en el fútbol internacional. Tienen mucha más vinculación con sus equipos contratantes que con su país natal. Por lo tanto, evaluaron los riegos de participar en encuentros organizados por la asociación del fútbol de su país de origen, y en este caso decidieron no jugar en Israel, desobedeciendo los contratos que la entidad patrocinante había contraído. Como consecuencia, Israel busca aplicar sanciones, ya sea a la AFA o directamente al país, o sea a la Argentina.

No estamos poniendo el foco de la atención en el conflicto geopolítico, sino en el desapego que los jugadores manifiestan a las instituciones madre; en este caso, la AFA y sus dirigentes. En un segundo nivel de análisis, también hay un desacato a las autoridades gubernamentales argentinas.

Hablamos de "desterritorización" cuando el individuo deja de mantener vínculos con sus semejantes o con las instituciones radicadas en el territorio en el cual ha nacido.

La desterritorización se da en muchísimas situaciones en las que se desempeña una persona en la sociedad.

En la presentación de “Qué Entendemos Por Cultura”, quedó dicho que el individuo (todo ser vivo) tiene vínculos con el territorio en el que nace por razones naturales; esto es, la locación física, la obtención de alimentos y sustento vital, los afectos parentales y por razones de economía energética. A medida que la sociedad de complejiza, las vías de sustentabilidad se van independizando de la proximidad al territorio: comemos alimentos cuyo origen está a miles de kilómetros y en otra estación climática. La tecnología y la división del trabajo permiten desarrollar la vida sin haber producido jamás alimento alguno. La tipología de la actividad laboral también ofrece la posibilidad de desempeñarse en espacios diferentes al del sitio donde ese trabajo está destinado: el teletrabajo es una realidad creciente. Aquí hallamos el punto en el cual el hombre deja atrás su “animalidad” (*).

Podemos citar muchos más casos en los cuales la actividad del ser humano se desarrolla en un espacio y el producido se aplica en otro, distante.

También se da con el individuo sin salir

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