ENDODONCIA EN GENERAL

1° Reporte de lectura: Endodoncia                       

La endodoncia es una ciencia, integrada en el conjunto de las ciencias de la salud, que tiene como finalidad conocer la pulpa dental humana, sus tejidos perirradiculares. Su estudio y práctica engloba las ciencias básicas y clínicas incluyendo la biología de la pulpa normal y la etiología, diagnóstico, prevención y tratamiento de las patologías y lesiones de la pulpa y alteraciones perirradiculares asociadas. Por tanto, tiene un papel esencial en la preservación de las estructuras dentarias y, en consecuencia, en la función y equilibrio del aparato estomatognático.

La pulpa dental humana es un tejido conectivo laxo ricamente vascularizado e inervado, constituida por un 75% de agua y un 25% de materia orgánica: células y matriz extracelular que tiene fibras y sustancia fundamental. Ésta se extiende desde la parte superior del diente, llamada pulpa cameral, hasta la parte inferior de las de las raíces llamadas canales o conductos radiculares, por tanto, es anatómicamente dividida en una pulpa coronaria y una radicular, conectándose con el tejido periapical mediante una gran variedad de formas de agujeros apicales en la raíz. Las funciones principales de la pulpa son: formativa, nutritiva, sensorial y de defensa.

Las razones por las que se realiza un tratamiento de conductos son:                    1) Cuando hay una caries penetrante o no penetrante que agredió tanto a la pulpa dentaria. 2) Cuando hay un trauma severo. 3) En caso de abscesos alveolares, granulomas periapicales o quistes periapicales. 4) Por razones protésicas cuando se trata de un diente pilar, ya sea de un puente o prótesis removible. En los cuales destacan como diagnóstico la pulpitis irreversible y la necrosis pulpar.

Hay una gran cantidad de tratamientos que se llevan a cabo para los diferentes diagnósticos. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que la endodoncia es el último recurso que debe utilizarse, ya que debemos dar a nuestros pacientes una educación basada en la prevención. Además de que no siempre es alguna patología pulpar la que obliga al odontólogo a realizar el tratamiento de conductos, hay ocasiones en que la pulpa se inflame de forma reversible y no sea necesario este tratamiento, sino simplemente colocar una protección pulpar a la pieza dental, para promover la formación de dentina de reparación y así la inflamación ceda.

Hoy en día, un especialista en esta rama debe estar bien preparado para diagnosticar adecuadamente las patologías que se le presenten y saber tratarlas con audacia.

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