Etimilogia

ETIOLOGÍA DE LA DELINCrt.NCtA

1. Cíiifrífí(í(!can*a y ^

rimción,—£2. Clasificación etc cansas. —5$. Mó'Wryi m». nérica de ficción de las cansas 4c lá dcH Algunas regularidades etiofAgicas        Oa*t-

sación adecuada; b) Concurrcncia can\al;        IfcYvyte

causal; d) Combinación causal; e) itefcctívft <¿vw*at;* f) Importancia circunstancial; g) Cónsicfoció'k ble; h) Intensidad variable; i) Reitcracié>i c-áWsét;

Ca usa-cfccto-ca usa.

20, Gcnci'aHdades.—l ,a palabra etiología vtefté del ^éí^- go atnov, causa» y Xoyos, tratado* o sea el estudio de \&s sas. La palabra delincuencia viene del latín dclitoquenti* se refiere al conjunto de delitos. El delito es un acto de docta, específico, que daña a alguien y viola las normas mínimas de convivencia humana que están garantizadas por ios preceptos contenidos en las leyes penales, al describir los tipos de conducta que la ley reprueba y castiga. A su ve?, la palabra causa es usada para significar lo que se considera tomo fundamento u origen de algo. De lo dicho resulta que h etiología de la delincuencia es el estudio de la totalidad de causas o factores que originan el conjunto de delito tomo hecho colectivo; aunque sólo podemos hablar propiamente del estudio de las causas de la conducid humdHd> y ufcs* pués del tipo de ésta que, al violar normas garantizadas penal wente, toma el nombre de crimen o delito» en los adulta.

Va hemos visto con anterioridad anuo se desenvuelva

los individuos, en qué forma reciben, las solicitaciones del medio ambiente, la importancia de la influencia temprana y cuáles son las características generales de la delincuencia. Ahora nos ocuparemos de su etiología comenzando por exa minar los factores causales en su más alta generalidad, pero debemos prevenir al lector contra la tendencia a considerar que ciertas causas producen fatalmente ciertos efectos en los componentes de una sociedad, ya que intervienen, además de la intención del sujeto, constelaciones causales diferentes en cada caso, que modifican los resultados a tal grado que todos los factores que tengan relación con la delincuencia, la tendrán también con la no delincuencia, siempre desembocando a través de la voluntad, o de la acción mecánica. Es por ello que la etiología de la criminalidad es muy amplía y complicada, tanto como la vida misma, porque comprende las peculiaridades de ella que actúan en todo momento sobre el conglomerado y sobre cada sujeto. Por esto debemos tender a una sistematización en el estudio, pues de otra manera nos perderíamos en la selva de factores que envuel- ven la vida entera de cada colectividad, y, en otro grado, de todo individuo.

£1 rnedio natural en que se produce la criminalidad o delincuencia es la vida social. Por ello su estudio pertenece a la Sociología Criminal. Posiblemente no existan regularidades exclusivas de la delincuencia y sus causas, sino sean las mismas de la sociedad en general, con manifestaciones en el fenómeno que nos ocupa. Pudiera ser también que los hechos delictivos presentaran uniformidades particulares (sin una manifestación social general), pero eso debe ser objeto de investigaciones especiales.

Según Edmundo Goblot,1 “Toda relación constante es una ley,,., y..., debe ser necesaria, pues lo contingente no es constante”, pero el tantas veces citado Diccionario de Sociología (del Fondo de Cultura Económica), dice que la ley sociológica es la "formulación de relaciones causales científicamente establecidas y de secuencias y continuidad can-

1941 U1,a°: Vorabl,la,iu Filosófico, Editorial “El Ateneo",

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Iji rtftriapi m mimmi* objethumeute* qye V» it ^l^an ton tan dòmi «Mre que no Kit uno i|ui) A gg^ m tratàndone de h< rman« ytW unìntfKnoi: ^g»|ae mi wnhrirfiiVr no sempre \*tì«n uniforme aiMutenaenm. L» wiacknn parecen ser debidas a U he fg^rmL a la fndn, a la due social, a la actividad, a In in* gpeacini de factores que todos reàcptm por igual t aun a jgsl^a fv solo parecen afectar a un individuo en particular.

bn no» afuma en nuestro criterio de que no evi** un Ig^bno cn lo social. pnev sì las propias leves naturales pa> non n* cnmplàie con plena exactitud, con cuánta mavor igli ha sodale^ snjetas a una enorme complicación jü los nn ságadore i en materia »dal a! hablar de le* «* ncàaUfìcas, sólo podemos hacerlo en el sentido estad?** ámfne permita tomar tm alto por ciento de loa casos como iipbnM c—ñdrnndo las ranas de variabilidad compren édn dentro de los limites determinados por el cálculo de hámaóiioerrar probable de ajaste. para establecer una ywloaiñmani central en contra de dos lonas de máxima nridilirtnt

D hflmhte realiza actos habituales en su vida vegetativa, peno etnica otras que resoltan imprrdktibles porque « drpen¿tr exclusivamente de sn voluntad o de la de otros * por orno, tienen la apariencia de no obedecer a leves coirai* m ritmos determinados. En virtud de esto úhimo ton ifirtanlo algunos autores que no existen leves sotidÓ*

gicas propiamente dichas. Sin desconocer la dificultad de descubrir las verdaderas leyes sociales, y ante el hecho de que sólo hayan podido ser formuladas unas cuantas, veremos lo expuesto por algunos eminentes sociólogos.

Gastón Richard2 sostiene que los grupos humanos se localizan en el espacio y se someten a las leyes del medio físico; están compuestos de organismos y caen bajo la acción de las leyes biológicas; también obedecen a las psicológicas y se perturban por las enfermedades mentales. No toma en cuenta lo que corresponde a la higiene, a la política y a la legislación, por considerarse dependiente de la voluntad (?), pues parecería que ninguna ley las rige. Posada dice3 que “Esta ciencia (la Sociología) es inútil e ilegítima si los hechos sociales no tienes leyes propias”, y explica que la ley sociológica tiene que ser, por razón de la naturaleza de lo social, profundamente diferente de la ley mecánica, pues "lo social es obra, en la realidad, de un proceso causal, un dominio de fuerzas, se dice, una manifestación de energías que actúan según causas determinables, consistiendo el conocimiento sociológico en analizar los hechos sociales, descubrir su naturaleza y definir su evolución o génesis, señalar su causa o causas, formular su ley”. Volviendo a Richard encontramos que: “Los hechos sociales, económicos, políticos, educativos, obedecen a tendencias que una vez formadas se hacen incoercibles” y por lo tanto, “las leyes sociales son leyes tendenciales, manifestadas, sea por la regularidad comprobada de la estadística, sea por los procesos históricos”.

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