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Ixodoidea

Raul7715 de Agosto de 2011

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Ixodoidea

Les contaré, porque es tan difícil la vida de garrapata. Y quién mejor para hacerlo que yo la garrapata huarachuda. Bueno te diré que mi nombre real no es garrapata sino Ixodoidea, está un poco raro y complicado de pronunciar, pero algún científico de esos que no tienen mucho que hacer se le ocurrió colocarme ese trabalenguas y pues así me llamo, aunque lo más padre es que regularmente todos me llaman “Garrapata”. Se me olvidaba, algo que te quería decir desde el comienzo, porque la mayoría de la gente piensa que somos insectos y no tengo seis patas ni vuelo como esas cosas. Yo soy de la familia de los arácnidos, lo que quiere decir que somos parientes lejanos de las arañas; tenemos ocho patitas y no podemos volar.

Aclarado el primer punto, puedo seguir con mi historia. Provengo de una familia muy numerosa pues aunque las garrapatas pueden tener entre 4000 y 5000 mil huevecillos, mi mamá (Sra. Garra-patitux QPDE) fue muy buena para tener hijos y según mi papá (Sr. Garra-Me’sto) fuimos 4120 hermanos, es una lástima que no pueda decirles el número exacto que soy entre todos los que nacimos. Como también es una tristeza que cuando nací al poco rato mamá haya muerto, pero es un ciclo de la vida tan completo como complejo.

Yo personalmente recuerdo mi vida desde que fui ninfa, algunos de mis carnalitos dicen que se acuerdan desde que eran larvas, pero yo creo que están locos o solamente inventan esas cosas, porque después de que mi mamita puso los huevos donde luego nosotros nacimos, tuvimos que pasar por un estado de larva para después llegar al de ninfa y de ahí finalmente a garrapatas adultas.

Lo que no he contado hasta esta parte, es que nosotras las garrapatas no tenemos ojos. Eso no quiere decir, que sea complicado buscar a nuestras presas, pues por medio de aromas (ácido butírico) podemos saber cuándo una presa esta cerca y entonces si dejarnos caer sobre el mamífero (dado que sólo los mamíferos y aves producen ésta sustancia química que es exudada por medio de piel y órganos sexuales) que sea. A mi particularmente me encante pegarme a caballos, son tan grandotes y tienen tanta sangre que difícilmente pueden darse cuenta de nuestra existencia, no como los humanos que en cuanto se fijan que estamos comiendo un poquito de su sangre enloquecen hasta que buscan la forma de quitarnos, o las ratas que pueden pasar hasta un tercio de su tiempo buscándonos para quitarnos, que animales tan insoportables no nos dejan vivir tranquilas.

Hasta aquí he dicho cosas, que no pueden ser tan malas, pero debo de comenzar con las quejas pues si un humano te encuentra en su cuerpo, mascota o ganado solo puedes esperar la muerte. Además existen acaricidas que con tan solo ser rociadas de este producto morimos en promedio en un 99%. Tenemos que pasar a veces hasta un año y medio sin comer a la espera de una presa, que si bien es cierto cuando nos logramos colocar, aumentamos de 3 a 4 veces nuestro tamaño y hasta 100 veces nuestro peso, es lo mínimo que podemos hacer después de esperar tanto tiempo.

Los humanos dicen que somos causantes de muchas enfermedades que son transmitidas por gérmenes patógenos encontrados en nuestra boca, pero eso es mentira pues solamente en raras ocasiones sucede esto. Lo más común es una manchita roja en forma de anillo señal de que estuvimos allí por algunos días hasta que nos llenamos y nos dejamos caer. Eso no tienen nada de malo, pero no hay forma de hacer entender esto a los humanos, y por si fuera esto poco es mentira que podamos saltar de presa a presa, la única forma de podernos pegar es el contacto directo, es por eso que decidí firmemente hacer saber a los humanos que no somos tan malas como se nos cree, aunque no hagamos ningún bien a nadie (algunos nos llaman parásitos) nuestro mal se resume en obtener un poquito de sangre (de 1 a 3 ml durante toda su vida) para poder sobrevivir.

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