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Las Cochinadas


Enviado por   •  20 de Abril de 2014  •  3.607 Palabras (15 Páginas)  •  351 Visitas

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El libro de: “LAS COCHINADAS”

Juan Tonda y Julieta Fierro

Divulgación de la ciencia de las cosas que nunca nos explicaron, ¡pero que todos hacemos!

Este es un libro que a pocos les ha de gustar a primera vista, ya que es un libro que dice las cosas como son, directamente, por su nombre, hace honor a su titulo.

En el libro de las cochinadas vienen todas esas cosas que uno hace, y la sociedad en la que vivimos lo marca como no adecuada, indecente, no propia para el lugar y hasta vulgar.

Cochinada es lo que todos los seres humanos hacemos. Todos hacemos pipi, popo, tenemos gases, eructos, mocos, sudamos, vomitamos, escupimos, tenemos mal aliento, lagañas, barros y espinillas independientemente de la clase social, raza, genero, etcétera.

Este libro en un principio me pareció algo asqueroso, ya que las imágenes eran algo grotescas pero al ir leyéndolo me pareció entretenido y divertido aunque en algunas partes de la lectura me sonroje por el contenido.

Los mexicanos en nuestra gran idiosincrasia entendemos por cochinadas algo asqueroso, grotesco y desagradable, pero aunque en el libro lo manejan de una forma muy sincera entiendo que es algo natural y que todos los seres vivos realizamos, o bueno, la mayoría.

A mí en lo personal me gusto este libro, no voy a negar que hubo ocasiones en las que si dije “¡qué asco!”, pero la verdad es que es un libro que me encanto, y capto toda mi atención como pocos lo han hecho, ya que te dice cosas que ni te imaginas que pasen en tu cuerpo y que nunca las platicas pues es un tema del cual no quieres ni hablar. También el libro nos habla de la historia de donde vienen los utensilios que usamos para llevar a cabo nuestras necesidades cómodamente.

Algo que me llamo mucho la atención fue lo de la historia del excusado, ya que como lo menciona en el libro antes se acostumbraba hacer del baño en el campo y los que hacíamos lo enterrábamos en el suelo con una pala, hoy en día siguen pasando estas cosas, por ejemplo me ha tocado ver, que es lo más desagradable, como todavía las personas muy pobres de campo hacen sus necesidades al aire libre, lo sé, porque las he visto y porque mis padres me cuentan.

Bueno, continuando con la historia de este grandioso instrumento, en el libro dice que fueron los egipcios los primeros que construyeron unas especies de sillas con un agujero en medio de unos 15 cm. de diámetro, después le siguieron los cretenses que no se podían quedar atrás.

A este primer tipo de excusados se les conoce con el nombre de letrinas, esto me pareció muy curioso, ya que eran hoyos profundos en la tierra con una silla para poder apoyar las pompas, donde dejaban que se juntara todo el desecho que arrojábamos y después de un tiempo se tapaban dichos hoyos; lo que me pareció algo muy divertido es como en Roma los escusados eran grupales para poder platicar con el vecino.

Otro dato curioso que me llamo mi atención fue el de cómo se limpiaban antes después de hacer sus necesidades, ya que eran unas varas de madera con trapos amarrados en la punta que luego se remojaban en agua.

De ahí siguieron las bacinicas, y con esto pasó algo muy chistoso y desagradable a la vez, ya que la suciedad de las bacinicas se arrojaba desde las ventanas a la calle, sin percatarse que con ello se estuviera provocando enfermedades e infecciones, sin dejar de lado el desagradable olor.

Pero no fue sino hasta 1775 que un relojero da la primer patente del excusado actual. Pero en la lectura en la parte de la historia del excusado hay una palabra que jamás en mi vida había oído y es la de bidet, que se usaba para que se lavaran todas sus partes nobles las personas.

Estos y muchos más temas se tratan en el libro de una manera en la cual no te aburres porque es una lectura que es interesante desde el primer capitulo.

Leyendo el libro me pude enterar de por qué se dice que los frijoles, las alubias, el brócoli, cebolla, refrescos con gas y otras comidas provocan los pedos ya contienen metano, y más en el caso del fríjol; el hacer del baño también depende de lo que se come, por ejemplo, si se come tacos al pastor nos dice que lo más seguro es que nuestra popo salga de un color anaranjado, ósea todo depende del pigmento de la comida que ingerimos.

El libro también toca el tema del sudor de la gente, de las diferentes formas de sudar ya que aunque todos lo hacemos, no siempre es igual, porque hay gente a la cual no le huele el sudor, esto se debe a que es lampiño y hay gente que tiene un olor muy penetrante debido a que tiene mucho bello axilar esto hace a que sude mucho y huela muy mal. No solo sudamos de las axilas, también de otras partes del cuerpo como los pezones.

Los adolescentes, producen más grasa que los niños; es por ello que su olor es más fuerte y es el tiempo en el que les da más flojera bañarse.

El sudor cumple una función muy importante que es mantener nuestro cuerpo frió, así como eliminar el nitrógeno que nos sobra, actúa como refrigerante.

El sudor lo producen las glándulas sudoríparas que se encuentran en la piel, en la capa llamada dermis.

El mejor remedio para acabar con el mal olor es bañarse frecuentemente; el jabón mata las bacterias.

Se dice que los reyes católicos, Fernando e Isabel, que patrocinaron el viaje de Cristóbal Colon, se bañaron sólo unas cuantas veces a lo largo de toda su vida.

En particular se cuenta que la reina Isabel se baño ¡sólo dos veces en su vida!

Sobre la pipi habla de las diferentes formas de hacer del baño las mujeres: necesitan sentarse para poder hacer del baño o de aguilita si es que la tasa esta sucia; sin embargo para los hombres es más fácil pues pueden hacer parados ya que solo se sacan su pene y orinan en unas tazas llamadas mingitorios, en la calle, detrás de un árbol, en la esquina, en unas barras comunitarias en donde más de 2 hombres orinan juntos o en donde quieran.

También leí los diferentes usos que le dan o que le daban a este líquido amarillento.

Por ejemplo:

 Los romanos, empleaban la orina para blanquear sus túnicas y sus dientes.

 Los españoles, en la época medieval, también se limpiaban los dientes con orina para evitar su caída.

 Los indios norteamericanos, los esquimales y algunas tribus en Siberia, empleaban la orina para cubrir las pieles de los animales que cazaban.

 En la América colonial la usaban para limpiar ventanas.

 En Siberia del este se recogían la orina en grandes barriles para luego bañarse en ella. La capa superior que se formaba en los barriles se usaba como repelente de mosquitos.

 También entre los esquimales se usaba para lavarse el pelo.

 En México se consideraba un remedio para la caspa.

 Se ha usado para quitar manchas de tinta o para hacer tintes para tatuajes mezclada con polvo de carbón.

 Hoy en día se practica la costumbre de beber la propia orina.

 En China antigua se creía que la orina tenía propiedades afrodisíacas.

 En Siberia, decían que curaba la infertilidad.

 Hoy se acostumbra a beber la orina para purificarse.

 Mahatma Gandhi se bebía su orina todas las mañanas.

Respecto a los mocos nos dice que son los mejores amigos del cuerpo ya que impiden que el polvo, los virus, las bacterias y los insectos, entre otros, se metan a nuestro organismo y nos causen enfermedades.

El color característico de los mocos, verde amarillento, depende de unas sustancias llamadas mucopolisacáridos (hechas a base de azúcar y aminoácidos), Así como el tipo de bacterias con las cuales se mezclan.

Pero lo más chistoso es que nos dicen como sacarse los mocos; lo cual debe de ser con mucho cuidado introduciendo el dedo meñique en uno de los orificios de la nariz, entonces, con la uña del dedo ejercemos presión contra la pared de las fosas nasales. Así empezara a salir un gran moco verde que inicialmente se quedara colgando en el orificio nasal o se quedara en la punta del dedo.

El tema del vomito se me hizo muy asqueroso aunque se dice que es algo muy natural, ya que es parte del organismo cuando algo no nos cae bien, generalmente por una comida descompuesta, una infección intestinal, por mareo o movimientos bruscos o cuando hemos bebido demasiado alcohol, nuestro cuerpo dice: ¡ya basta!, y hay que arrojar por la boca y la nariz ese liquido pastoso y de color rojizo que nos esta haciendo daño.

Se cuenta que entre los romanos era común que tuvieran un cuarto especial, llamado vomitorio, que utilizaban cuando comían en exceso. La solución era sencilla, se atracaban de grandes manjares, vomitaban auxiliados con una pluma o el dedo introducido en el fondo de la garganta y volvían a comer.

Sin embargo en los bebés, el vomito es más natural. Muchas mamás colocan un pequeño trapo encima del hombro mientras cargan al bebé. Le dan palmaditas para que saque el aire o eructe, y en ocasiones vomitan toda la leche. También en las mujeres embarazadas los cambios hormonales pueden provocar el vomito.

Si se come una torta de jamón con algún ingrediente descompuesto, este llega al estomago y se empieza a disolver con el acido clorhídrico. Cuando el estomago detecta que tiene bacterias que nos afectan, envía una señal a una zona del cerebro, que le dice al estomago que es hora de vomitar. Entonces, los músculos del diafragma ejercen una presión hacia abajo, apachurrando el estomago con los intestinos, se cierra por la contracción del esfínter, el esófago se relaja y se produce el vomito por la boca y la nariz.

Pero si nos provocamos el vomito podemos causarnos una enfermedad mortal, llamada bulimia.

Existen algunos remedios para no vomitar, entre los que pueden mencionarse son el jengibre, las bebidas gaseosas, el pan tostado o las galletas secas. Aunque lo mas desagradable es vomitar, por más desagradable que sea.

Otro tema que también trata el libro y que realmente me intereso ya que estoy en la pubertad; es el de los barros y espinillas ya que a veces despierto con algunas imperfecciones y la verdad no tengo idea de porque me salen, pero bueno dice que nuestro organismo produce enormes cantidades de hormonas que suelen alterar el funcionamiento de las glándulas sebáceas (estas glándulas segregan una delgada capa de grasa, el sebo, que se encarga de mantener la piel lisa y suave). Y cuando ocurre esto, un exceso de sebo bloquea las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos (por donde sale el pelo), por lo que las oportunistas bacterias empiezan alimentarse de los ácidos grasos que quedan atrapados en los conductos... y un enorme grano hace su aparición.

Ahora entiendo y yo pensando que es porque me encanta el chocolate.

Posteriormente, nuestro cuerpo se da cuenta de la “emergencia” que tenemos en la cara y envía una instrucción a los leucocitos o glóbulos blancos para que combatan la infección, y a otros soldados del sistema inmune, llamados fagocitos y que tienen la función de comerse a las bacterias. Entonces, en el grano se forma una mezcla de sebo, aceite, células muertas, bacterias y fagocitos, mejor conocida como pus.

Lo primero que se nos ocurre es exprimirnos el barro o la espinilla, pero, ¡oh desgracia!,

¡Es lo peor que podemos hacer!, porque dañaremos los alrededores del grano y no permitiremos que los fagocitos acaben con él.

Así que la mejor recomendación es no exprimirse los granos, sino dejarlos madurar y lavarse con agua y jabón, pero no muy frecuentemente porque se reseca la piel y eso produce un exceso de aceite que las bacterias agradecerán cumplidamente.

Para los adolescentes debería ser un orgullo tener barros; eso los distingue de sus padres, que se morirían de ganas de portar un símbolo tan evidente de juventud.

Un tema común para todos nosotros son las lagañas, estas se forman por la resequedad de los ojos cuando estamos dormidos, dado que tenemos los ojos cerrados. En general, los lagrimales se encargan de mantener húmedos los ojos y combatir las infecciones con lágrimas. Sin embargo, cuando están resecos, se producen pequeñas infecciones causadas por bacterias o virus, y entonces el ojo segrega pus de color amarillo verdoso que cuando se seca produce las lagañas. Nos podemos lavar la cara con agua y con jabón para quitarlas o, si son abundantes, podemos ponernos té de manzanilla en los ojos.

Algo muy desagradable; pero que muchas personas padecemos es el Mal aliento o halitosis y es que ocasiones, cuando nos acercamos mucho a alguna persona, sobre todo si es mayor, nos damos cuenta de que despide un aliento fétido y desagradable que nos lleva a alejarnos rápida y discretamente. Si se trata de un amigo o conocido, es mejor decirle que tiene mal aliento, porque la gente no suele percibir su propio mal aliento.

El mal aliento lo provocan, en general, bacterias que se producen por la descomposición de alimentos dentro de la boca, ya sea entre los dientes o debajo de estos. Entre las personas mayores es más frecuente el mal aliento quizás porque con la edad se separan los dientes y es más fácil que ahí se acumule la comida.

También los alimentos muy condimentados con ajo y la cebolla provocan mal aliento, así como el tabaco y el alcohol. En ocasiones, si tenemos anginas o amígdalas, la comida puede quedar empaquetada en pequeños orificios. Los dientes destruidos y las caries originan mal aliento. Y finalmente, la halitosis puede provenir del tracto digestivo y el estomago.

Si el problema no es severo, la mejor solución es lavarse los dientes y la lengua por todas partes tres veces al día, limpiarse los espacios que hay entre los dientes con hilo dental y hacer gárgaras con algún líquido bactericida.

Desde mi punto de vista el libro si me gusta pero para mí es muy explicito, me refiero a que habla muy abiertamente de todo y una que otra palabra marcada como vulgar, me refiero a eso de cagada y bueno de todo lo demás no me quejo, al contrario agradezco a quien hizo este libro porque en realidad es de mucha ayuda para todos esos procesos químicos de nuestro cuerpo

Realmente ahora veo como todo se relaciona con la química y física y veo más coherentes mis materias que antes no me gustaban.

Por ejemplo, ahora se que como las abejas, nosotros también producimos cera. Al final del canal auditivo externo se encuentran pequeños pelitos y alrededor de 4,000 glándulas que producen cera. Su función: impedir que los gérmenes, mugre e insectos lleguen al oído interno y nos causen una infección. Por cierto, la infección del oído es una de las más dolorosas.

La cera, al igual que los barros, posee aceite de las glándulas sudoríparas, ácidos grasos, bacteria y proteínas. Lo curioso del caso es que la cera puede ser sólida o liquida dependiendo de la raza. Por supuesto que el remedio para combatirla es lavarse y limpiarse bien las orejas.

Sin embargo, en ocasiones notamos que no podemos escuchar bien. Una de las razones puede ser que tengamos un tapón de cera, del tamaño de una canica, dentro de los oídos. Entonces tendremos que visitar al otorrinolaringólogo, quien con una cucharita en especial, llamada cureta, nos sacara las bolas de cera de los oídos, ahora podremos escuchar muy bien

También la mugre negra como plastilina que huele a queso camembert es un tema asqueroso, pero todos tenemos esa mugre que se acumula entre los dedos de los pies, se produce por una combinación del sudor de las plantas de los pies, células de piel muerta y pequeñas fibras de lana u algodón de nuestros calcetines, así como polvo. Pese a ello, nos produce un enorme placer hurgar entre los dedos de los pies y sacar con los dedos de la mano los hilillos de plastilina negra apestosa. Cuando terminamos sentimos que ahora si tenemos más ventilación entre los dedos de los pies.

Pero lo que más asco me da de todo lo que los seres humanos producimos son los desagradables gargajos y escupitajos y es que cuando algo nos molesta en la garganta lo más adecuado es sacarlo, aunque también nos lo podemos tragar y posteriormente nuestro organismo lo pueda procesar y sacar por otras vías. Sin embargo, no es recomendable.

La forma mas común de hacerlo es aspirar fuertemente y tratando de que los mocos queden en la parte superior de la garganta o faringe. Hay que recordar que la boca y la nariz están comunicadas. Así que lo que nos molesta por la nariz puede salir por la boca. El chiste es no tragárselo para que no pase al estómago por el esófago. De esta forma un moco o una flema pueden quedar en la garganta y una vez mezclado con la saliva se puede sacar expirando fuertemente.

Hoy en día a nadie le gusta ver como una persona echa un gargajo o escupitajo. Pero podemos sacar mocos y flemas de esta manera. Escuchar el sonido que produce una persona antes de arrojar un gargajo nos puede producir nauseas. Sin embargo, en el pasado las cosas eran diferentes.

A finales del siglo XIX, el rey Jaime II, de Inglaterra, prohibió terminantemente fumar. Entonces los adictos al trabajo optaron por mezclarlo e inhalarlo. El problema fundamental era que no se podían tragar los restos del tabaco, así que se volvió común escupirlos mezclados con saliva. Fue así como nacieron unas pequeñas vasijas, llamadas escupideras, que perduran hasta nuestros días, sobre todo en las cantinas. En el siglo XIX, las escupideras eran comunes en casi cualquier lugar público, incluso en las oficinas gubernamentales. Se volvieron algo así como los escusados para escupir o las bacinicas de los gargajos.

Estas y muchas cosas más que maneja el libro como los beneficios de la orina, los diferentes nombres que se les dan a los excusados de hombres y mujeres, como tienen que usar casi un pañal los astronautas para poder hacer del baño cuando están en el espacio, los alimentos que provocan mas gases en las persona y que realmente un gas (pedo) si es flameable por sus componentes, me llamaron mucho la atención y me sirvieron para ser un poco menos ignorante.

¡Si, hay que reconocerlo, todos somos cochinos y asquerosos, pero el chiste es que nadie se da cuenta, porque tratamos de asearnos y lavarnos muy bien¡

Conocer las cochinadas es muy importante para evitar enfermedades y vivir más a gusto con nuestros seres queridos.

La parte mas divertida, entretenida y que me encanto fue “curiosidades cochinas”, pues en ellas nos dicen que, Joseph Pujol, mejor conocido como Le Pétomane, hacia un espectáculo en el Moulin Rouge, en el que, con pedos, producia todo tipo de sonidos y melodías.

Y que decir de las yogas de la India que entrenan para limpiarse después de hacer popo; con agua que succiona el esfínter como una aspiradora y, posteriormente, relajan los músculos para desalojar el agua sucia. Se trata de yogas ecológicos que no consumen papel de baño.

Y quien hubiera dicho que las vacas producen a través de su excremento el 15% del gas metano que se encuentra en la atmósfera. Hay que tener cuidado de no prender un cerillo al entrar a un establo pues podríamos volar.

Por otro lado entre los aztecas existía una diosa de la caca: Tlazolteotl, quien además era diosa de la fertilidad y del amor.

Además, entre nuestros antepasados, cuando se referirían al oro lo llamaban la caca divina, lo que demuestra el gran valor que le daban.

También se dice que Adolfo Hitler, tomaba gran cantidad de pastillas antipedos, cuyos efectos tóxicos secundarios probablemente hayan contribuido a agudizar su locura.

Los potrillos, los conejos y las ratas, reconocen a su mamá oliendo su excremento.

Las llamas, como los humanos, casi siempre se dirigen al mismo lugar para hacer sus necesidades, y si esta ocupado, esperan pacientemente.

Este libro tiene de todo hasta dichos y textos como los siguientes:

 Tanto pedo para cagar aguado

 Entre dos peñas feroces, un fraile daba voces.

 Que pedo te gorgorea

 Caca eres y en caca te convertirás

 Cago luego existo.

Y hasta unos cuantos versos o coplas, por ejemplo:

En este mundo matraca

Todos hacemos caca.

Caga el buey, caga la vaca

Y hasta la muchacha más guapa

Se echa sus bolas de caca

El libro de las cochinadas es tal vez un libro “prohibido” que a algunos nos dará vergüenza leer; Sin embargo, disfrute de todas las cochinadas descritas en este libro, por la simple y sencilla razón de que sabemos que todos somos cochinos, aunque algunos no lo aceptemos. Todos hacemos cochinadas y éstas forman parte de nosotros. Dejar de hacer cochinadas resultaría imposible a menos que alguien quiera demostrar lo contrario. La cultura cochina también forma parte de nuestra vida cotidiana y la ciencia de las cochinadas nos permitirá ser muy cochinos pero a la vez muy saludables.

En conclusión es un grandioso libro, que me deja mucho que aprender y que es muy digerible para todos nosotros, ya que trae ilustraciones y letra grande lo cual hace que la lectura no sea tan tediosa y llegue a ser divertida.

Desde mi punto de vista el libro si me gusta aunque es muy explicito, me refiero a que habla muy abiertamente de todo y una que otra palabra marcada como vulgar, me refiero a eso de cagada y bueno de todo lo demás no me quejo, al contrario agradezco a quien hizo este libro porque en realidad es de mucha ayuda para todos esos procesos químicos de nuestro cuerpo, que a veces no entendemos porque ocurren.

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