ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Macrosociologia


Enviado por   •  12 de Marzo de 2014  •  2.580 Palabras (11 Páginas)  •  874 Visitas

Página 1 de 11

macrosociologia

Rama de la sociología que toma como objeto de estudio los grandes conjuntos sociales, considerados unidades con un elevado grado de autonomía (país, civilización, sistema económico, etc.).

PRINCIPIOS DE LA MACROSOCIOLOGÍA

Más que triplicada a lo largo del siglo XX y cuando menos duplicada a lo largo del presente siglo, la población mundial pone a ruda prueba los lazos sociales establecidos entre los hombres. Tanto a escala mundial como a escala nacional o local, la sociedad gana en complejidad y en opacidad. El arte de gobernar los Estados, las empresas y los aparatos, las masas inmensas y los grupos restringidos, está débilmente esclarecido por las ciencias sociales todavía balbucientes. Torpe para administrar la rutina de lo cotidiano y los desórdenes de la superficie, este arte se hace todavía más titubeante cuando trata de operar más profundo o de apuntar más lejos.

Ya se trate de transformar a la sociedad o simplemente de mejorar su funcionamiento ordinario, es necesaria una macrosociología explicitando la naturaleza y el devenir de los objetos sociales voluminosos, comenzando por los más abarcadores y los más apremiantes. De una macrosociología, es decir, de una ciencia social atenta a las cadenas de interdependencia que unen a los hombres, a los enormes ensamblajes en donde estas relaciones sociales se aglomeran, a las estructuras perennes formadas por la conjugación de tales ensamblajes, a las presiones conservadoras y a las tensiones innovadoras que se manifiestan en todos los pliegues de ese cableado social.

Hablando con propiedad, esta sociología-por-millones-de-hombres debe ser una macrosociología histórica. En efecto, dicha sociología debe desbordar de las ciencias políticas, las cuales prestan más atención a los aspectos geopolíticos de los objetos voluminosos que a veces estudian que a sus aspectos económicos y culturales. Desbordar, asimismo, las ciencias económicas fascinadas por un mercado que se mundializa, pero poco atentas a la profundidad de campo histórico de los objetos que dichas ciencias consideran, y a las adherencias de estos objetos al mundo extra económico, lleno de cultura y en donde la política se despliega. Debe suplir a las ciencias culturales cuyos objetos son infinitamente variados, pero raramente considerados en el nivel donde la cultura de una sociedad se hace en entero visible, sin entregarse prematuramente al sólo examen de las civilizaciones que aparentan varias sociedades. Debe abrazar de un sólo movimiento lo que las ciencias económicas, políticas y culturales disocian casi siempre, y que las sociologías rara vez saben ensamblar en totalidades coherentes en buena escala. Debe también hacer fondo en la historia, más que en la actualidad; cuanto más que las permanencias y los dinamismos de larga duración tienen ventaja sobre los acontecimientos y las coyunturas, siempre que se trata de hacer inteligible el devenir de las sociedades y de los pueblos, así como a los sistemas mundiales que los ensamblan.

Todavía hay que justificar esas afirmaciones y todas las otras proposiciones teóricas o metodológicas que deben completarlas para hacer operacional esta macrosociología. Es a lo que van a consagrarse los textos presentados aquí a continuación, algunos de los cuales resumen las amplias investigaciones que en otras partes he detallado; otros esbozan a grandes rasgos las exploraciones de igual importancia, a la cuales no he tenido la oportunidad de consagrar el tiempo que merecerían. Profundizadas o simplemente jalonadas, estas pesquisas presentan un mismo rigor teórico, el cual garantiza su coherencia, cuando no su pertinencia; como toda ciencia, la macrosociología histórica debe progresar sobre la base de continuos rebasamientos de sus anteriores logros.

La macrosociología se quiere ciencia de la totalidad social. Su objeto central es el sistema mundial de las formaciones sociales en interacción efectiva, estando claro que, a diferencia del tiempo actual en donde un sistema mundial único ocupa todo el planeta, la Tierra pudo portar simultáneamente, en el curso de los siglos precedentes, varios sistemas mundiales ignorándose unos a otros. El sistema mundial constituye la sociedad, es decir, la conjunción de relaciones de todo tipo entre los hombres, en todas partes en donde hay hombres efectivamente enlazados entre sí. Al principio, esta afirmación tiene valor de axioma, pero en el transcurso de la investigación se convierte en verdad comprobada.

Abarcando la totalidad social tanto en su estado actual como en su sedimentación histórica, la macrosociología problematiza todas las referencias empíricas. Los territorios le importan porque manifiestan las propiedades espaciales de las estructuras sociales existentes, al término (siempre provisional) de un proceso de territorialización ampliamente desarrollado en y contra la referencia natural. Mutatis mutandis, ocurre los mismo con los atributos de la sociedad, ya se trate de los pueblos y de los lenguajes, de las ciudades o de los campos, de las iglesias y de las empresas o de todas las otras concretizaciones sociales. La macrosociología cuestiona las evidencias empíricas y rechaza las descripciones estáticas, se quiere ciencia del devenir social.

De tal forma, la delimitación de los objetos discernibles en el seno de un mismo sistema mundial no procede de la observación de las referencias empíricas, sino de la evaluación de los dinamismos estructurales, de los cuales estas concreciones son los índices. Así, por ejemplo, las fronteras no especifican a los Estados, sino el estudio de la estatización -es decir, de la edificación de los diversos tipos de Estado- hace inteligible la existencia eventual y la naturaleza exacta de las fronteras entre Estados. Es solamente por comodidad metodológica que un segundo axioma invita a considerar como sociedades distintas en el seno de un mismo sistema mundial, los conjuntos de relaciones sociales inscritos en los dominios regidos por Estados distintos. En efecto, dicho axioma permite añadir a las observaciones fundadas en base al comparativismo histórico, otras indicaciones sacadas del comparativismo "internacional". La tipología de las formaciones sociales que se elabora de tal manera permite finalmente identificar las condiciones bajo las cuales los Estados se convierten en los principales delimitadores, de diversas escalas, que especifican otros muchos objetos sociales, bajo el control o a contracorriente de los Estados. Todos los objetos que, como los Estados, están ligados a un espacio, a una temporalidad y a una escala

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (17.1 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com