Mercurialismo

La Organización Mundial de la Salud confirmó que el mercurio presente en la amalgama dental es la fuente no industrial más importante de emisión de vapor de mercurio, exponiendo a la población afectada a niveles de mercurio que superan con creces los establecidos para los alimentos y para el aire. Según un informe presentado a la Comisión OSPAR, en el Reino Unido, el vertido de mercurio en el alcantarillado, la atmósfera o la tierra procedente de la amalgama dental asciende a 7,41 toneladas al año, mientras que otras 11,5 toneladas se reciclan o se eliminan con la corriente de desechos médicos.(1)

La exposición al mercurio puede ser particularmente peligrosa para mujeres embarazadas y niños durante los primeros años de vida debido a que el cerebro del niño sigue en desarrollo y absorbe nutrientes fácilmente. Diversos estudios toxicológicos han demostrado que el mercurio se acumula en la placenta y una fracción puede alcanzar al feto. La exposición al mercurio antes del nacimiento y durante la infancia puede causar retraso mental, parálisis cerebral, sordera y ceguera; incluso en dosis pequeñas el mercurio puede afectar el desarrollo del niño, causando déficit de atención y problemas de aprendizaje (1) (2)

En los adultos la intoxicación por mercurio puede afectar adversamente la fertilidad y la regulación de presión arterial, además de causar perdida de la memoria, temblores, perdida de la visión y entumecimiento de los dedos de manos y pies. La exposición al mercurio también puede producir enfermedad cardiaca. (3)

Dentro de la exposición a la que se someten los profesionales en odontología por el uso y manipulación de las amalgamas dentales de mercurio, datos de la Unión Europea calculan que cada persona tiene en promedio 2.5 g de mercurio en sus bocas, lo que representa 1.225 toneladas de mercurio en toda la población. Mientras que en USA y Canadá se ha estimado que 225 millones de personas tienen amalgamas de mercurio. Sin duda, la cremación en los próximos años representará una fuente importante de emisión de mercurio a la atmósfera; además, al remover las amalgamas de mercurio, la mayoría de los residuos van al sistema de aguas residuales, contaminando el agua para consumo; datos del Reino Unido indican que 7.41 toneladas de mercurio proveniente de amalgamas dentales que son liberadas al ambiente (3). Las amalgamas dentales que se utilizan en odontología están compuestas por un 70% de plata, 25% estaño, menos de 5% de cobre, menos de 1% de zinc y menos del 3% de mercurio; una vez finalizado el proceso de amalgamación, su composición queda con un 50% de mercurio (5), (6),

En Colombia la presencia del mercurio se debe principalmente a su uso en la industria y a las actividades de minería artesanal del oro con condiciones de trabajo muy precarias desde la perspectiva de la seguridad e higiene laboral. La recuperación del oro artesanal se basa en la molienda del material rocoso seguido de la formación de una amalgama con mercurio, que por tener un peso específico. (7)

En relación con los valores de referencia para Colombia, se utilizan los recomendados por el Instituto Nacional de Salud. Estos valores en población no expuesta expresados como mercurio total, son: Sangre: ≤20 µg/L (según el Centro Toxicológico de Quebec, CTQ). Orina: ≤ 50 µg/L (según el Centro Toxicológico de Quebec, CTQ). Cabello: ≤ 5 µg/g (Según la Organización Mundial de la Salud). (7)

Toxicocinética del mercurio

De acuerdo con sus propiedades químicas y las diferentes formas de interacciones biológicas, el mercurio, tiene una toxicocinética específica: el mercurio elemental es soluble en lípido, altamente difusible a través de las biomembranas y bio-oxidado intracelularmente a Hg inorgánico, el cual, es soluble en agua y menos difusible a través de las biomembranas; el mercurio orgánico es soluble en lípidos y rápidamente degradable en el organismo. (5) (8)

El mercurio ingresa al organismo por tres vías: respiratoria, digestiva y cutánea; siendo la vía inhalatoria la más importante para el mercurio elemental alcanzado niveles en sangre del 80% del volumen inhalado. Los vapores de mercurio elemental son depositados en el tracto respiratorio, dada su alta presión de vapor penetrando al árbol bronquial. Al ser oxidado en los eritrocitos a iones de mercurio se distribuye y traspasa la barrera hematoencefálica, se acumula en altas concentraciones en los nervios periféricos y cerebro;

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