ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ociones.


Enviado por   •  22 de Abril de 2015  •  Síntesis  •  5.948 Palabras (24 Páginas)  •  177 Visitas

Página 1 de 24

ociones.

Cuando se establece el contacto emotivo se produce, en realidad, una especie de contagio mimético, cuya consecuencia, al principio, no es la simpatía sino la participación. A pesar de que el andar y la palabra le dan, en el transcurso del tercer año, mil ocasiones para diversificar sus relaciones con el medio, su persona permanece enmarcada en las circunstancias habituales de su vida, sin llegar a sentirse desligado de ellas. Las palabras que se intercambian vienen hacia él, se dirigen a los demás, y el sentimiento constante de su propia presencia contrasta con la variabilidad de sus interlocutores. El niño conversa consigo mismo, se dice gracias, se repite las órdenes de los demás, se hace reproches, o por el contrario, hace recaer sobre otro niño más pequeño, o sobre algún juguete, aquellos reproches que él mismo había merecido, se felicita, representa sucesivamente los diferentes personajes de un diálogo consigo mismo.

Hacia los tres años, desaparece este confucionismo y la persona entra en periodo

en que su necesidad de afirmar y de conquistar su autonomía va a lanzarlo a una serie de conflictos. Para el niño solo cuentan las relaciones entre las personas, y se da cuenta de que si ha regalado su juguete debe renunciar a definitivamente a él, así como adquiere un derecho indiscutible sobre el obsequio recibido. Se siente frustrado si se entrega un objeto suyo a otro sin su consentimiento. Se plantea el problema de la apropiación y a menudo llega a la conclusión de que la fuerza constituye una ley: si domina, puede tomar.

Más adelante, entra en un periodo en el que su necesidad de afirmar y de conquistar su autonomía lo hace lanzarse a una serie de conflictos con una actitud completamente negativa, la cual le hace enfrentarse a las demás personas con el único objetivo de probar su independencia y su propia existencia.

El niño no puede agradarse a si mismo si no tiene la sensación de poder agradar a los demás. La edad de la gracia es también le de la timidez, el gesto arabesco puede ser también el gesto inhibido, vergonzoso y fracasado.

De tres a seis años, el apego a las personas es una necesidad inevitable para la persona del niño. Si le priva de ello, será victima de atrofias psíquicas.

El periodo que va de los siete a los doce o catorce años parece servir pobremente al desarrollo de la persona. La acción y las curiosidades del niño se dirigen hacia el mundo exterior donde trascurre su aprendizaje de pequeño practicante.

Su adaptación al medio parece haberse

aproximado a la del adulto. La crisis de la pubertad comienza por una oposición, que apunta no tanto a las personas como, a través de ellas, a hábitos de vida tan rutinarios, a relaciones tan arraigadas que, hasta entonces, el niño no parecía ni darse cuenta de su existencia.

La persona parece entonces superarse a sí misma. En las distintas relaciones de sociedad que había aceptado y en las que parecía haberse diluido, busca ahora una significación, una justificación.

La sucesión de las edades es a de los progresos, cada momento de la infancia es un momento de la suma que prosigue día tras día. Las edades del niño y las de la infancia no son más que una sola y única cosa. Esas evoluciones de edad en edad no son improvisadas por cada individuo. Son la razón misma de la infancia, que tiende a la realización del adulto como ejemplar de la especia. Están inscritas en su momento, en el desarrollo que debe llevar a ese fin sin duda las incitaciones del medio son indispensables para que se manifiesten y cuando más se eleve el nivel de la función, tanto más sufrirá sus determinaciones.

LECTURA: “El cuerpo, un lugar en el mundo”.

Ma. Teresa Franconetti.

La educación procura hacer de los individuos miembros aptos para la sociedad en la que viven, capacitándolos en las especializaciones necesarias e incorporándolos a una determinada concepción del mundo.

Los requerimientos sociales para la inducción en el sistema productivo son tales que el individuo no necesita desarrollar

sus capacidades potenciales más que parcialmente. Su capacitación se limita a la adquisición de conocimientos prácticos y profesionales en algún campo, siendo eficiente en alguna especialización.

En las ultimas décadas al surgimiento y desarrollo de variados intentos de darle un nuevo lugar al cuerpo a través de técnicas de conocimiento del ser humano que parten de la percepción temporal. Son intentos de desarrollo integral en los aspectos afectivos, motores perceptuales y conceptuales del individuo. Intentos de recuperarlo de la alineación, de enriquecerlo a partir de la toma de conciencia de su historia particular; su forma de sentir, de expresarse, de relacionarse con los otros, de ser creativo. No sólo es un cambio de enfoque sobre el hombre, al considerarlo una unidad, sino que, consecuentemente con esta concepción, la manera de abordar un trabajo corporal se modifica. Desde siempre la gimnasia educa al cuerpo para lograr resultados, deportivos o artísticos determinados.

“Para cambiarla visión de sí mismo, de los otros y de las cosas es necesario encontrar la capacidad de sentir el propio cuerpo, observar y mantener la conciencia del movimiento en forma simultánea”.

G. Alexander.

La danza, es la expresión artística corporal, que también ha sufrido cambios en el sentido de ir involucrando al ser humano integralmente en el movimiento, con sus particularidades, su especial manera de expresar una idea, una emoción. Integrar la técnica a las vivencias individuales.

La posibilidad de que el niño realice sus experiencias motrices con los otros y en el espacio con mayor eficacia, será dada a partir de la seguridad que reciba de su madre, o de quien ocupe ese lugar, del respeto y contención de que ella sea capaz. El origen del yo, del sentimiento de identidad y del sentido de realidad son aspectos íntimamente ligados.

El conocimiento es en y a través del cuerpo. El aprendizaje desde lo inmediato hacia la mediatez en el espacio y el tiempo va ligado indisolublemente a sucesivas transformaciones de la imagen de sí.

La expresión corporal rescata y desarrolla la capacidad humana de recibir impresiones del mundo interno y externo y de manifestarse respondiendo a las mismas por medio del lenguaje corporal. No es limitable a ninguna etapa en particular del desarrollo humano; en cada una de ellas colabora haciéndolo más armónico y pleno. Por supuesto la expresión corporal se adapta a las necesidades del individuo. Los grandes temas

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (36.4 Kb)  
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com