Ozono.

Los mayores causantes del fenómeno de la capa de ozono es causado principalmente por los países desarrollados, pero las consecuencias lamentablemente son a nivel global y perjudican a todos los países.

En el contexto de las relaciones internacionales de tipo ambiental, se suscribió el Convenio de Viena para la protección de la Capa de Ozono, el cual fue complementado con el Protocolo de Montreal sobre sustancias que agotan la Capa de Ozono. Este conjunto normativo obliga a los países a limitar, congelar y eliminar el consumo de las sustancias que agotan la Capa de Ozono, en plazos diferenciados de acuerdo a la nocividad y certezas científicas de cada sustancia en particular.

El planeta ha tenido un severo adelgazamiento desde los últimos 30 años, de acuerdo a los estudios en la materia, los habitantes de zonas ubicadas bajo el agujero de la capa de ozono reciben mayor cantidad de rayos ultravioleta, los que predisponen al cáncer de la piel y a diversas patologías oculares (personas y animales), entre otras consecuencias.

Los esfuerzos por limitar los gases agotadores de la capa de ozono deben continuar, y a eso apunta el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, que se celebra cada 16 de septiembre.

Desde que el mexicano Mario Molina y el estadounidense F. Rowland alertaron sobre el papel de los CFCs en la desaparición del ozono estratosférico, la preocupación por los efectos dañinos de las radiaciones ultravioletas en la salud humana impulsó la realización de campañas ecológicas en todo el mundo. Por sus investigaciones sobre la materia, ambos científicos fueron distinguidos con el premio Nóbel de Química 1995.

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