Agentes biológicos y cambios terrestres

Agentes biológicos y cambios terrestres

La tierra como sistema dinámico está sujeta a cambios como consecuencia de causas naturales producidas por dos grandes tipos de agentes geológicos.

Los primeros son de origen externo y se denominan agentes exógenos. Dentro de este grupo tenemos a los agentes biológicos, hidrológicos y atmosféricos, los cuales actúan sobre la superficie a través de los procesos de la meteorización, erosión, transporte y sedimentación cuyo conjunto constituye la Geodinámica externa. Este tipo de agentes tiene su origen en la energía solar.

El otro grupo de agentes causantes de cambios terrestres son de origen interno o endógenos, por ejemplo, los movimientos sísmicos, terremotos, volcanes o el movimiento de las placas tectónicas. Estos agentes constituyen la geodinámica interna, teniendo su origen en la energía acumulada en el interior del planeta.  

El resultado de los procesos exógenos y endógenos son los cambios que sufre el relieve terrestre.

Las agentes biológicos son aquellos agentes exógenos que forman parte de la biosfera y que son de gran importancia por la acción destructora y creadora que tienen sobre la geosfera de la vida. Entre estos tenemos a las plantas, a los animales y al hombre.

Plantas

Con estos seres se tienen varios casos. Por ejemplo, los líquenes y los hongos contribuyen a la descomposición química de las rocas. Las bacterias aumentan el poder disolvente del agua y, juntamente con los hongos, conducen a la descomposición de los organismos muertos, preparando el humus o mantillo.

Las raíces de las plantas profundizan las grietas de las rocas, en otros casos evitan la erosión y desertificación.

Las plantas verdes suministran el oxígeno atmosférico indispensable para la vida de la fauna.

Animales: Por ejemplo, los animales marinos contribuyen a formar sedimentos, formaciones coralinas y arrecifes. En los fondos oceánicos existen depósitos inmensos de caparazones y otras estructuras, protectoras de organismos planctónicos y bentónicos. Estas forman fangos, de donde se forman rocas silíceas, calizas, fosfatos, etc.

En el medio terrestre las lombrices de tierra y ciertas aves, como las ictiófagas, que acumulan grandes depósitos de guano que se utiliza como abono de óptima calidad contribuyen a mejorar el suelo laborable.

El hombre: Es uno de los agentes que origina cambios en la superficie terrestre. Unas veces trata él de provocarlos, otras veces los controla o los modifica. Su capacidad para adaptarse al medio ambiente natural proviene de su habilidad de crearse el ambiente artificial que le conviene, por lo que le encontramos tanto en la zona tropical como en las regiones polares.

A su vez aprovecha hábilmente los materiales del suelo que le son útiles y del subsuelo extrae  los que le sirve para desarrollar grandes industrias.

Sin embargo, la contaminación generada por los procesos de urbanismo e industrialización va introduciendo cambios peligrosos que desajustan el medio natural en que vive, por ejemplo el efecto invernadero, la destrucción de la capa de ozono y la lluvia ácida por mencionar algunos. Cabe destacar que otras medidas conservacionistas, como la reforestación son también acciones capaces de producir cambios.

LÖcsh, Jorge: Mi planeta Tierra. Editorial Salesiana. Venezuela. 2009.

Requeijo, Daniel: Ciencias de la Tierra. Editorial Biosfera. Venezuela. 2009.

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