Autoficcion

LA PRIMERA QUE ACEPTÓ

Tenía mucho miedo, pero me atreví y le dije a mi novia que si quería perderla conmigo. Ella se emocionó, en su cara se notó que tenía dudas de si lo que le proponía era cierto o no, me miro de arriba hacia abajo pero igual acepto, luego salió corriendo, hacia algún lado, hacia su casa, creo. Estaba sonrojado, no sé ni cómo se lo dije y mucho menos cómo reaccionar ante su respuesta, ¡es la primera que acepta!

Llevábamos juntos algunos meses, pero creo que lo que más me impulsó fue la presión generada por los comentarios de mis amigos, era algo que toda una vez habíamos planteado, pero ninguno lo había hecho, y yo, bueno, yo quería ser el primero.

Al terminar clases salí apresurado rumbo a mí casa, llegué, saludé a mi madre y me fui a mí habitación, me recosté en la cama y mi mente comenzó a imaginar tantas cosas que comencé a masturbarme, no podía dejar de pensar en ella y en todo lo que podría pasar.

De repente mi padre se acercó a la puerta y gritó

- ¡APLAUDE HIJO!, ¡APLAUDE! - Me sobresalte y pare, pensé en abrirle, pero solo escuchaba carcajadas alejándose, intentó continuar en lo mío, pero no pude. Encendí el televisor y casualmente estaban pasando un especial sobre asesinatos, decidí verlo para relajarme un poco, y observar todo ese proceso de un crimen casi perfecto. Tiempo después recibí una llamada de ella, contesté, pero con el pánico más horrible de mi vida:

- ¡HO-HO-HOLAAA!

-Hola, ¿Estás listo para hacer lo que me dijiste hoy?

- Si, creo... ¿Y tú?

-Lo he estado pensando...- Dijo ella y suspiro.

Entre en un pequeño colapso mental, me altere y solo pensaba cosas como: "Estoy muy feo", "Ya no quiere", "Me va a terminar", "Cree que tengo un micropene”, no sé, fueron tantas cosas que me dejaron en shock. Por unos segundos solo había silencio, ninguno emitía algún tipo sonido, hasta que ella dijo:

-He pensado en donde sucederá y no tengo ni la más mínima idea.

Otra vez era yo, más calmado y seguro de que por fin pasaría, pero ella tenía la razón, ¿Dónde lo haríamos?, en ese preciso momento recordé algo:

- Estoy casi seguro de que mis padres viajaran el fin de semana.

-Bueno, me parece perfecto. Nos vemos la noche del sábado en tu casa. - respondió ella y colgó.

Jueves y viernes transcurrieron normal, no hice nada más que pensar en todo lo que podía hacer y en los errores que debía evitar cometer, pero solo esperaba la noche del sábado. Llegó el día, sábado en la mañana mis padres me despiertan para despedirse y darme algunas indicaciones: "Tú tía vendrá hoy a cuidarte un rato"," Encima del comedor te dejamos dinero”, “nos texteamos constantemente", por último el beso en la frente y un "te amamos" de la boca de ambos, pero no me concentre en ellos, estaba más pendiente en imaginar una sola cosa, en imaginar cómo sería hoy en la noche, espere a que se subieran al auto y se alejaran.

No pensé en nada, ni siquiera me bañé, solo tomé el dinero, las llaves y salí corriendo hacia la tienda, compré algo de comida, algunos productos de limpieza por si algo, condones y un postre. Volví a mí casa dejé las cosas en mi habitación para que al llegar mi tía no las viera. Esa señora llegó unas horas después, en verdad, se demoró más en venir que en quedarse a "cuidarme", se fue y no espere ningún segundo para comenzar a arreglar las cosas, me bañé, me afeite y creo que me arregle como no lo hacía hace varios años, me puse ropa muy casual y me tiré en el sofá preparando el diálogo con el que la recibiría, y también en como calmar los nervios.

...