DIVIRGENTE

Las pruebas no tienen por qué cambiar nuestras decisiones.

Divergente

Estamos en un mundo en donde ser distintos y no seguir un patrón hace que nos volvamos unos sínicos hacia las otras personas. Por mucho tiempo, se ha elegido ser parte de un sistema que nos maneja a su antojo, pero porque seguirlo aceptando.

La saga de Veronica Roth es muy interesante ya que en la trilogía se maneja una interesante utopía. A diferencia de los juegos del hambre y de crepúsculo, Beatrice en esta novela crece en un mundo donde dividirlo por facciones resulta interesante para una dictadura. La visión negativa sobre el hombre, cuya naturaleza no es precisamente ética, sino que tiende a la maldad. Un asunto que podría dar mucho de sí, y que en el libro no se le da demasiada importancia.

El libro es un entrenamiento alargado para los Juegos del Hambre. Además de que la estética que podemos percibir es muy similar, al igual que la atmósfera típica de los relatos apocalípticos. De nuevo, los protagonistas son jóvenes adolescentes, especialmente la chica, Beatrice, nacida en el grupo de los Abnegados, pero que decide meterse en Osadía. A los 16 años, todos los chicos tienen que someterse a una prueba psicológica con la que establecen a qué facción son más proclives. Y es aquí donde empiezan los problemas para Beatrice, porque ella no da características de una concreta, lo cual, la convierte en Divergente, alguien muy peligroso para el Sistema dictatorial que dirige la sociedad. ¿En donde habremos visto antes esto?

A lo que voy con este comentario es que como mal llamada por Canclini “La industria” del cine, se va volviendo muy tediosa y mucho más similar, hemos tenido películas muy buenas en taquilla y simplemente volteamos a ver las más populares, pero esperen, ¿cuantas películas mexicanas aparecen en Cartelera?. Otra cuestión que me ha mortificado ha sido el de ver películas con ideas contra una dictadura y que las patrocine “Televisa”, que nos querrá decir esto.

...