Diablonumm

La historia trata de un niño que se llamaba Robert, y el estaba arto de soñar siempre las mismas cosas, tanto que ya ignoraba lo que pasaba en sus sueños, y de todos modos sabía que solo era eso , sueños, especialmente en un pez gigante que siempre se lo comía y un tobogán que no tenía final, hasta que una día soñó algo diferente, con “el diablo de los números”, el era bajito de estatura , con bigotes y ojos brillantes.

Cuando Robert lo vio y supo que era el diablo de los números, no le creyó pero recordó qué solo estaba en un sueño, también lo difícil que sería hablar con el ya que el odiaba las matemáticas.

Robert estaba muy confundido, pero el Diablo de los números le ofreció enseñarle matemáticas de manera fácil, al principio Robert no quería pero después dijo que si.

Lo primero que el diablo le enseño a Robert fue el origen de los números a partir del 1 y la importancia del cero y lo difícil que había sido para los romanos no usar el cero,

1+1=2

1+1+1=3

1+1+1+1=4

1+1+1+1+1=5

1+1+1+1+1+1=6

…

le enseño las fracciones dividiendo un chicle en varias partes y se dio cuenta que a estos se les llama números reales que son infinitos, le dio ejemplos con números romanos.

I=1

II=2

III=3

IV=4

V=5

X=10

Le enseño los saltos de los números, que eran las potencias o que la raíz cuadrada era como un Rábano, o sea que se hacia al revés.

El diablo de los números siguió enseñándole en las noches como es que los números crecen en cantidades enormes como las liebres,

Le enseño unos triángulos en los que podías acomodar los números cómo quisieras.

Durante 11 noches le enseño las cosas que Robert había aprendido en la escuela, pero que con el diablo de los números podía ser tan raro y loco como seria en un sueño, todas las noches se encontraban en un lugar diferente, descubrían secretos que tienen los números y cada noche Robert aprendía más.

Así el diablo de los números le enseño a Robert muchas cosas que él nunca imagino entender, al final Robert y el diablo fueron invitados a cenar al infierno de los números, en la cena Robert conoció muchos matemáticos importantes y cuando llego la hora de irse Robert le agradeció al diablo de los números por hacerle ver lo fácil que eran las matemáticas.

Al otro día Robert participo muy bien en clase

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