Fúgate

Fúgate

Marta Aponte es una autora puertorriqueña que plasma la cultura boricua y su  jerga dentro de  personajes heterogéneos y bastante disfuncionales. Las mismas son tan posibles a través de sus personajes como reales, en la vida de un puertorriqueño. Con todos esos elementos, nos provee pistas que, como lectores, debemos sujetar hasta el final para poder hallarle cordura al rompecabezas que se crea. Revive a un gato  que Edgar Allan Poe utilizó en El gato negro. En el cuento, el gato es quien revela con su ronroneo el crimen del protagonista. En Fúgate, el gato avisa con sus huellas ensangrentadas que hay un muerto en el segundo piso o con su aúllo que Luis estaba a punto de asesinar a la verdadera Lisa. El gato es testigo de las barbaridades de Luis y sin él no se hubiese podido haber resuelto el crimen.

En un primer plano, Fúgate es una novela policiaca, pero conlleva muchos otros temas a través de sus personajes. Aunque todos reencarnan una realidad cotidiana puertorriqueña, de Lisa, por convertirse en el amor platónico del narrador, es de quien más sabemos. Ella representa mucho más que la belleza femenina. Representa a la humildad, a la mujer trabajadora, a la madre sacrificada, la que perdió un hijo, a

la muerte, y el estancamiento social. De la fuerza que ella ha demostrado ante lo anterior,  surge admiración y se va enamorando Gabriel Matos. Nosotros como lectores nos podemos sentir identificados con muchas de las características o realidades en Fúgate. El narrador, al igual que nosotros, puede sentir la necesidad de fugarse, aunque no se puede escapar de la realidad.

Luis Muñiz muestra dos caras en Fúgate: el carácter de un exsargento militar y un bandido  vulgar confesando sus crímenes sin piedad. Justificados según Luis, como un cerdo, según el protagonista. Luis encarna el fanatismo religioso a través de sus crímenes y actitudes machistas. Utiliza referencias bíblicas cuando menciona a Jezabel (criticada por su idolatría y manipulación) y a Salomé (quien es asociada al distanciamiento de Dios). Es secundado por Germana, quien se mostró hostil, y resultó siendo su cómplice.

El protagonista de Fúgate, Gabriel Matos,  narra en primera persona. Con una personalidad comparable con la de Juan Pablo (El Túnel) se muestra solitario, con cierto desequilibrio mental producto por experiencias anteriores. Ésto facilita que se enamore por medio de una foto de Lisa. Incluso, los defectos de la investigación facilitan ese proceso. La confusión y desconfianza a raíz del status quo  de la sociedad puertorriqueña lo ayudan a llevar a cabo investigaciones, aunque creen una relación compleja entre la locura y  la razón.  Cuando  Lisa “resucita” simbólicamente,  a la vez,  el narrador logra ser libre de sí mismo, de la asfixia (referencias constantes a los peces en el fondo de la pecera) que le causaba el medio ambiente con su violencia y su falta de coherencia. El narrador vive una metamorfosis gracias a la Lisa tangible que forma parte de su vida, que lo rescata de su soledad.

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