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INJERTADOS


Enviado por   •  7 de Mayo de 2014  •  18.760 Palabras (76 Páginas)  •  217 Visitas

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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN: La Segunda Edición 1

INTRODUCCIÓN: La Primera Edición (Revisada) 9

1 El Misterio del Evangelio 13

2 Hijos de Abraham 23

3 La Casa de José 35

4 José y Sus Hermanos 43

5 Los hijos de José 55

6 El Éxodo 63

7 Israel el Rebaño 77

8 Voces en los Truenos 89

9 Sucá Caída de David 105

10 Israel Gentil 115

11 El Propósito Eterno de Dios 125

EPÍLOGO: Viaje hacia Jerusalén 137

PRIMER APÉNDICE: La Soreg 141

SEGUNDO APÉNDICE: Estábamos Adentro de una Sinagoga 145

TERCER APÉNDICE: Orar Como Gentil 157

Bibliografía 173

Apostillas 175

LA SEGUNDA EDICIÓN

Creyentes Gentiles Tienen un

Lugar Dentro de Israel--¿Sí o no?

Creyentes judíos tienen una posición dentro de Israel. Esa fue la premisa audaz de este libro cuando First Fruits of Zion [Primicias de Sion] lo publicó bajo el título El Misterio del Evangelio: Judíos, Gentiles, y el Propósito Eterno de Dios. En retrospectiva, pienso que ese mensaje sencillo volvió borroso una línea importante de distinción entre judíos y gentiles, una línea cual los apóstoles mantenían. En esta breve introducción de la segunda edición de este libro, espero esclarecer lo que quiero decir cuando digo que los gentiles tienen un lugar dentro de Israel.

Este es un libro para los gentiles mesiánicos. Este libro tenía el intento original de dirigirse a una fisura dentro del movimiento judío mesiánico. En el año 2001, vi una congregación judía mesiánica local partirse y dividirse por una enseñanza nueva llamada “Teología de Dos-Casas.” Escrudiñé un montón de literatura—libros, artículos, argumentos—generado por aquellos quienes estaban proponiendo y los que estaban oponiendo a esta teología nueva. En resumen, la clase de Teología de Dos-Casas que encontré enseñaba que la mayoría de los creyentes gentiles de América del Norte eran descendientes de las diez tribus perdidas de Israel a causa de la dispersión genética de aquellas tribus al paso de los siglos. La conclusión fue que los creyentes gentiles tienen tanto derecho como los judíos de llamarse “Israel.”

Para eso, yo era escritor independiente con First Fruits of Zion. Le di una llamada a Boaz Michael y le pregunté que si deberíamos de estar respondiendo tocante ese tema.

Él sugirió que yo escribiera un libro referente a ello. En vez de retar directamente a la teoría de tribus-perdidas, yo quería demostrarles a nuestros lectores que un creyente gentil tenia estatus dentro de Israel mediante Mesías. En el evangelio (pablo escribió epístolas) de Pablo inclusiva de gentiles causó un disturbio en la era apostólica. Yo sentí que sería más sano para los creyentes gentiles dentro del movimiento mesiánico encontrar su sentido de identidad en el Mesías que en una presunta conexión genética con las tribus perdidas. El resultado fue El Misterio del Evangelio, un examen de la teología de Pablo tocante a la participación gentil dentro Israel. El libro no fue una obra académica, ni fue un argumento sistemático. Aunque a veces los temas discutidos eran matizados y especializados, intenté escribir un libro cual podría ser leído y gozado por el lector normal.

Cinco años después de su publicación, hemos decidido volver a publicar el libro. El nuevo impreso me ha permitido la oportunidad de hacer cambios. Mientras revisaba el manuscrito original, me empecé a preocupar de que mi mensaje frecuentemente repetido, “creyentes gentiles tienen un lugar dentro de Israel,” fácilmente podría ser malinterpretado como algo cual yo no pretendía.

ISRAEL-SEGÚN-LA-CARNE

“Israel” pueda que se refiera a varias cosas diferentes. Es el nombre cual Dios le dio a Jacob y otro nombre para el patriarca bíblico Jacob. Puede referirse a los descendientes de Jacob, los “hijos de Israel” quienes Moisés guió a través del desierto y hasta la tierra prometida. Puede referirse a esa tierra prometida—la tierra de Israel. Puede referirse al reino unido de las tribus bajo la administración del Rey Saúl, Rey David, y Rey Salomón, o pueda que se refiera sólo a las diez tribus norteñas que se separaron de la monarquía de David. Pueda que se refiera al pueblo judío que retornó del exilio, o pueda que se refiera a todos los que practican la religión judía: el judaísmo.

¿A cuál Israel entre estos me estoy refiriendo cuando declaro que los gentiles tienen un lugar dentro de Israel?

La dificultad ocurre porque fallé en hacer una distinción clara entre lo que debería de haber puesto, una distinción entre los términos de “Israel legal” y “Reino de Israel.” Pablo hace explicita la distinción. Por ejemplo, cuando les escribe a los corintios—una comunidad compuesta de ambos creyentes judíos y gentiles—él dice, “Considera a Israel-según-la-carne. ¿No son aquellos quienes comen de los sacrificios parte de la confraternidad del altar?” (1 Corintios 10:18, traducción es mía).

En este verso, Pablo se refiere a Israel como ser un grupo diferente que de la asamblea en Corintios. Él habla como si los corintios estuvieran afuera de este grupo. Él también agrega una calificación al término Israel: él le llama “Israel-según-la-carne.”

En 1 corintios 10:18, Israel-según-la-carne es compuesta de aquellos individuos quienes pueden comer de los sacrificios sagrados. El día de pablo, ese grupo consistía sólo de aquellos quienes eran legales de acuerdo a ley judía. Pablo estaba definiendo a Israel-según-la-carne como aquellos quienes eran nacidos judíos o habían recibido una conversión legal al judaísmo: “ambos judíos y conversos al judaísmo.” 1

¿Por qué Pablo sintió la necesidad de agregar la palabra calificativa “según-la-carne’ al describir aquellos quienes eran judíos legales? ¿Por qué no decir nada más Israel?

La

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