Josslin

En un tiempo muy lejano…en una ya muy lejana ciudad, existía un reino llamado Luxor, en aquel lugar vivía Joyssilin una campesina que era feliz en su jardín encantado…cierto día mientras cuidaba FRUFRUFRILLAS silvestres ve por el cielo surcar una figura amenazante, asustada decide ocultarse entre el follaje de los árboles, pero su curiosidad le hace seguir observando en vez de huir…ve como aquella sombra que surca el cielo comienza lentamente a descender no muy lejos de su jardín encantado, que por ser encantado casi parecía un verdadero bosque, con muchas frufrufrillas alrededor, que por cierto eran la comida favorita de Joyssilin, especialmente cuando las combinaba con crema de KRACOLITOS, finalmente ve como aquella figura se vuelve ya visible, podía observar con exactitud los detalles de aquella fabulosa criatura. Un dragón enorme se había posado en las afueras de su jardín de un color azul intenso, algunas escamas casi doradas que a ratos recorrían contornos de su escamada piel creando tonalidades casi irreales, sus alas enormes, prominentes le hacían ver imponente al surcar el cielo. Más en la tierra, no parecía tan feroz –pensó Joyssilin- se acerco a él cautelosamente, casi sin hacer ruido, su mano poco a poco trato de acercarse a sus escamas, sin embargo al estar a punto de tocarla, cuando solo milímetros la separaban del torso del fabuloso animal, una Frufrufrilla que había guardado en su bolsillo para comerla luego se deslizo hasta tocar el suelo, al caer hizo un ligero sonido, sin embargo, fue más que suficiente para alertar al dragón.

En un abrir y cerrar de ojos el dragón alado (por que también los habían acuáticos y de tierra) se reincorporo y su rostro quedo frente a frente a Joyssilin, permitiendo que en sus enormes pupilas se reflejara el rostro sorprendido y asustado de aquella jovencita, esta humilde campesina que solo por su curiosidad había llegado a encontrarse en ese momento frente a frente al dragón. Las historias de dragones vinieron a la cabeza de Joyssilin. Pensaba que seria devorada por este enorme dragón, y que jamás volvería a comer las ricas frufrufrillas que tanto le gustaban, casi al punto de llorar, observa impávida como las fauces del enorme dragón se abrían para engullirla. En ese preciso instante, un sonido quebranto la tensión del momento, era el sonar de un DIM (DIM es el instrumento utilizado por los dueños de castillos para llamar a sus protectores los dragones) he de contarles que a cada dueño de castillo al nacer se le otorga un guardián dragón que le acompañara en su travesía de descubrir el GRIMM que es su piedra de valor. El dragón reacciona y olvidando a la muchacha extiende sus enormes alas y emprende el vuelo hacia donde había oído el sonido de su amo, Joyssilin sin saber que hacer corre a su huerto a contarle a todos lo que había sucedido.

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