La Sonatina

La Sonatina

Siendo Rubén Darío el precursor y creador del modernismo en literatura hispanoamericana, es su poema “La Sonatina”, uno de los más representativos de este movimiento, poseyendo esa gracia y estética tan característica. Sin olvidar también su estructurada forma y rima (versos alejandrinos, organizado en sextinas y sigue el esquema de rima AABCCB), poniendo siempre más atención a esta que al fondo y lo que se busca contar.

La introducción del poema comienza con la descripción del estado de ánimo la princesa, contando también su entorno y todo lo que la rodea, cumpliendo así una de las principales características desde el principio: exceso de imágenes visuales, sinestesias y símbolos y adjetivaciones modernistas (cisne, halcón encantado, bufón escarlata, color azul). Este poeta logra por tanto, sumergir al lector en la imaginación del ambiente del poema y de la historia desde el principio del poema.

Sin embargo, no son solo las sinestesias, símbolos y lenguaje estilístico lo que convierte a este poema en uno de los más representativos del modernismo, pues en el “nudo” de la obra se presentan los deseos de la princesa, lo cual constituye el tema principal y los secundarios. El más grande deseo de esta “princesa de los labios de rosa”, es el de la libertad, que en este caso, se presenta a través de la imaginación. Sin escaparse este tema, por lo tanto, de la fantasía, la princesa se imagina a los príncipes, un beso de amor y quiere volar como las golondrinas o las mariposas. Esto se debe a que estos poetas, adoptan, frente a un mundo positivista e industrializado, una postura poética evasiva; como ya se ha dicho antes, los poetas crean un mundo de fantasía, para escapar así de la realidad.

En el desenlace del poema, interviene otro personaje que comprueba la teoría del elemento de fantasía en la novela, esta es la hada madrina, quien asegura a la princesa, que su príncipe ya no tardara en llegar, esa carrosa argentina no se encuentra tan lejos y ese beso de amor tan anhelado tampoco. Pero, ¿qué sería de este poema, si no fuera un dragón sino un policía o una gerbera y no una dalia, o una amiga y no un hada madrina o un caballo y no un caballo con alas? Es por tanto, esta tan cuidada elección de palabras, esmero en la estética y presencia de un escape de esta realidad tan mecanicista e industrializada, lo que hace de este poema una ejemplar, grandiosa y revolucionaria obra de la literatura.

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