MOVIDICK

                                                     Capítulo  XI

Cuando mataron a la ballena la subimos a bordo del barco, después de esto no todos se veían tan contentos, pues el  capitán Acab se le veía un poco serio su cara tenía la expresión de estar pensando algo, por el contrario  el oficial Stubb se le veía muy feliz, en su cara  reflejaba la satisfacción de haber conseguido lo que quería; pues a este le gustaba mucho la  carne de ballena.

En el momento de la cena;  mientras todos  se alimentaban  Stubb se dedicó a hacerle críticas al cocinero, y lanzaba comentarios sobre la mala cocción que había hecho a la carne.

Así mismo le daba órdenes de lo que quería para la cena del día siguiente, mientras uno de los marineros pensaba que era un mal agradecido.

Al dia siguiente al hacer  pedazos a  la ballena, todos se repartieron las labores, unos le sacaban la grasa otros le hicieron un agujero, otros cortaron tiras de piel, y así hasta terminar su preparación.

Después el guardia les dio avisó que un barco con   matricula de Nantucket  se acercaba; el capitán Acab y el capitán del jeroboam estuvieron conversando un largo rato, mientras este le  contaba sobre una enfermedad infecciosa que andaba rondando.

Acab aprovecho para preguntarle  si había visto a la ballena blanca, en ese instante apareció Mayhew y le dijo que no se atreviera a atacar  MOBY DICK  ya que Gabriel un hombre misterioso le había dicho que esa ballena  era la propia encarnación del dios “temblón”.  

El capitán Mayhew le conto una pequeña historia a Acab sobre lo que la había dicho Gabriel, mientras este lo escuchaba atento.

 En ese momento le dijeron al capitán que había llegado una carta, inmediatamente este le  dijo  al señor Starbuck que le trajera,  cuando la tuvo en sus manos se dio cuenta que esta iba dirigida a el oficial que había sido asesinado por MOBY DICK , este no la quiso leer por el contario la puso en la punta de un arpón y la lanzo pero esta  cayó a los pies de Gabriel el cual se  la devolvió y dijo que tendría el mismo destino.

Capítulo XII

Unos instantes después el peoquod   fue arrastrado por una ballena que los iba a chocar.

La ballena estaba  muy herida y el olor a sangre atrajo a los tiburones que les  ayudaron a matarla, cuando la subieron  al barco lo primero que hicieron  fue arreglar la ballena para sacarle  la preciada sustancia que tenía en el cráneo, el cual es uno de los principales motivos por los que se matan a las ballenas.

Un poco más tarde se encontraron  con otro barco que soltó un bote en el cual venia el capitán con una aceitera en la mano, todos pensaron que este vendría a pedirles un poco de aceite, y así efectivamente sucedió, después de darle lo que pedía se marchó nuevamente a su barco.

Pero a pocos metros de  distancia se veían unas ballenas, de inmediato  se lanzaron los botes  sobre ellas; y así mismo  los botes del peoquod salieron también por ellas; eran aproximadamente ocho ballenas; pero los botes del otro barco estaban más cerca que los de peoquod, en ese instante  divisaron un cachalote viejo que le faltaba la aleta izquierda lo cual hacia que este fuera más lento; al ver que esta era una presa fácil los botes de las dos embarcaciones navegaron hacia él, luchando entre sin importar la ayuda qua habían acabado de recibir.

 Los botes del peoqued le tiraron sus largos arpones  ganando la presa a los otros balleneros,  esta ballena era muy pesada, esta tenía un gran tumor y una punta de una lanza enterrada, cuando por fin murió la remolcamos al peoquod pero el animal amenazaba con hundir la embarcación pero entonces el valiente Queequeg  se le subió encima al animal y lo empezó a golpear con una cacerola para destruir las cadenas que lo sujetaban para de este modo no tener que devolver al agua el gran tesoro que habían conseguido.

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